jueves, 15 de noviembre de 2018

Conversación con Braulio en el Festival Conga Caliente


Conversación con Braulio en el Festival Conga Caliente

Por Gabriel Cartaya

Entre los regalos que el Festival Conga Caliente ha hecho durante 15 años a la ciudad de Tampa, uno de los más emotivos es la presentación de artistas famosos que, sin este evento, miles de personas no hubieran podido disfrutar en vivo.
Por un lado, porque el carácter popular, abierto y gratuito que ofrece permite a todos acceder a un escenario asequible a  todos y, por otro, porque el alto nivel de apoyo logrado por este festival permite sufragar los gastos que emanan del traslado a Tampa de tan importantes artistas.
Si el año pasado disfrutamos el son y la salsa con Oscar D’Leon, figura cumbre de estos ritmos, en 2018 tuvimos al que alcanza esta estatura en el merengue, el célebre Johnny Ventura, por sólo poner dos ejemplos.
Este año, también nos visitó uno de los grandes exponentes de la canción romántica de las últimas décadas, a quien millones de personas en el mundo identifican cuando se dice solamente Braulio, aun sin saber que detrás del brillante cantautor hay un excelente ser humano, de pensamiento alerta a la sociedad donde vive, que responde al nombre Braulio Antonio García Bautista, nacido en 1945 en Santa María de Guía, Gran Canaria, España.
Como los organizadores del ya imprescindible festival han tenido la meritoria idea de organizar una sala de prensa para que los periodistas podamos dialogar brevemente con los artistas invitados, tuve la dicha de estrecharle la mano a Braulio y sentarme frente a él a conversar un instante, lo que preferí a un cuestionario preconcebido, cuando él terminaba de conmover al público en medio de una tarde de excesivo calor.
Hablo con Braulio sobre Cuba y Canarias
Naturalmente, el primer comentario que le hice fue sobre mi país, pues la canción suya dedicada a su padre, “Mi viejo y Cuba”, alude a las añoranzas que por aquella tierra  tuvo siempre quien lo trajo al mundo. Había leído que en alguna ocasión él confesó haberle prometido que un día iría a conocer aquel pedazo de la Isla donde vivió una parte de su familia paterna. De hecho, quise saber si cumpliría aquella promesa.
–Claro que sí –me dijo–. Con una sonrisa, me comentó que debía apurarse en hacerlo y que, si se creaban las condiciones, iría con mucho gusto, que le interesaba mucho poderlo hacer.
Después hablamos sobre el momento histórico en que se produce la transición de la dictadura a la democracia en España, porque coincidió –comento– con el instante en que él comenzaba a ser famoso como cantante. Dijo que, al igual que todos los españoles, estuvo inmerso en aquel acontecimiento. “Fue un momento muy convulso –recordó–. Hubo un momento en que no se sabía lo que iba a pasar. Había diferentes tendencias, incluso las amenazas de ETA.  Indirectamente, hay que agradecerle algo a los etarras y es que al sentir la acción de ellos, nos unimos más. Habría que darle las gracias, entre comillas, pues muchas fuerzas se unieron ante su amenaza. En realidad, le dimos una lección al mundo y se construyó la democracia”.
–¿Ya habías dado a conocer  “Canto a Canarias?
_Sí, lo hice en el 75 y tuvo mucho que ver con lo que estaba pasando en ese lugar. Fue censurado y,  en parte,  por eso vine para América.
Le comento sobre la expresión de nacionalismo que hay en “Canto a Canarias”, poniéndolo en relación con una confesión suya de no ser independentista, con relación a su tierra natal, claro.
–Yo soy un nacionalista no independentista –afirma Braulio con convicción–. Considero que si Canarias fuera independiente tardaría dos minutos en caer en las garras de Marruecos. Nos tiene en el mapa de sus apetencias. Mi nacionalismo es reivindicativo de nuestra autoctonía, de nuestras raíces, de nuestra idiosincracia. Pero podemos pertenecer a España. Hay autonomías que son muy autóctonas, valga la redundancia. Tenemos un marco de libertades bastante amplia. Si vemos ahora lo que pasa en Cataluña y las divisiones. Porque en Cataluña no todo el mundo es independentista y hay más, digamos, españolistas.
Nosotros tenemos otra posición, otra historia. Si fuera por la geografía, podríamos decir que Canarias tiene más razones para la independencia. Estamos más lejos de Madrid y más cerca de África.
Yo me siento feliz con el estado que tenemos en Canarias y soy nacionalista. En Canarias tenemos que ser nacionalistas. Hay dos partidos hegemónicos en España: el Partido Socialista y el Partido Popular. Si nosotros estuviéramos manejados por ellos, estaríamos manejados desde Madrid, o sea, esperando a que nos llegaran determinadas prebendas. Por eso necesitamos un partido nacionalista canario, que aún no está decidido. Pero tenemos peso, exigimos, votamos, y ganaríamos con eso.
–Lo importante es la gente, que la gente viva mejor –dice Braulio con convicción.
Siento la sinceridad en sus palabras y el compromiso con su tierra natal. Le recuerdo una anécdaota contada por él, sobre la necesidad de ir siempre   a Canarias, y que cuando recorre su tierra baja los cristales de la ventanilla del coche para respirar aquel aire, a riesgo de un resfriado. Se ríe y dice: –Me acaba de pasar.  Los amigos me dicen: te vas a resfriar. Pero necesito respirar ese aire.
Estaría más tiempo conversando con este extraordinario artista, cuyas canciones siempre disfruto, pero otros colegas esperan su turno y me despido de él, convencido de conocerle más por la sinceridad de su expresión y el amor a sus raíces, a su cultura, al ser humano, lo que es menos conocido –y más importante– que los temas a los que no hubo tiempo de mencionar: los premios, las glorias y la fama que ha ganado con su talento y su voz.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Con Odette Figueruelo está en buenas manos la herencia hispana


     Cuando se eligió a Odette  Figueruelo  para la dirección de La Herencia Hispana de Tampa Inc. (THHI, por sus siglas en inglés), el acierto fue inmenso. Por un lado,  su formación y ejecutoria profesional como maestra le confieren el tino pedagógico con que una organización de este carácter debe instruir en el conocimiento y defensa de nuestras raíces y, por otro, muestra una  sensibilidad muy aguda hacia la cultura que esta entidad sin fines de lucro representa desde su nombre. Al conversar con ella y percibir la pasión, seguridad e inteligencia con que conduce esta  asociación,  se  siente   la correspondencia entre el nombre de la entidad y el quehacer de su directora.

  Tampa Hispanic Heritage, Inc., que tiene una historia de ya casi 40 años, está reconocida como una de las instituciones de mayor fuerza en la comunidad hispana de la bahía de Tampa. ¿Qué ejecutoria le ha hecho merecer esa visibilidad?

  Conocía sobre la labor de THHI mucho antes de unirme formalmente a la organización. Cuando me incorporé a ella en el año 2013, me fascinó conocer la historia, la trayectoria de la organización a través de los años. Hoy en día, con un liderazgo nuevo, podemos ver que la misión y la visión siguen siendo las mismas. Lo que quizás haya variado sea la manera de llevar la organización como una corporación. En los últimos dos años, con la llegada de miembros más jóvenes, el trabajo más difícil de la directiva ejecutiva ha sido mantener el equilibrio entre la esencia de la organización creada décadas atrás y nuevas tendencias de trabajo, como el uso moderno de los medios sociales. La labor es hacer que dos o incluso tres generaciones sigan trabajando arduamente, respetándose mutuamente. Con ello, la explosión de THHI en los medios sociales han sido, sin duda, el mayor reto, pero también ha sido una gran satisfacción.

  ¿Qué papel le atribuyes a la educación en la defensa de la comunidad hispana?

  Afortunadamente, vengo de un entorno familiar donde la formación académica era una prioridad. Crecí totalmente convencida de que los estudios son la vía para alcanzar un futuro mejor. Hoy en día, como educadora por más de veinte años, mi inspiración para la labor en la comunidad son los jóvenes, los estudiantes que tengo en mis clases, los estudiantes a quienes ayudamos en THHI. La educación rompe barreras, crea vínculos, abre puertas. Para poder mantener viva nuestra cultura es imprescindible crear oportunidades de estudio para aquellos que no puedan pagarlos por sus propios medios. Como bien decía José Martí: “Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza de mundo”.

  Me llama la atención que, siendo el idioma el principal vehículo para la defensa de una cultura, en THHI se use el inglés más allá de la documentación que requiera su existencia legal. ¿No crees que la organización debería mencionar herencia hispana con mayor frecuencia?

  Este es un tema muy interesante y que siempre crea cierto debate. Siendo profesora de español, para mí es de suma importancia el uso correcto del idioma. Pero otro aspecto que siempre les hago ver a mis estudiantes es que la comunicación es lo más importante, o sea, aunque no lo hagan perfecto tienen que seguir intentándolo y arriesgándose a cometer errores, que luego los llevarán a una mejora. Y ¿cómo transfiero estas ideas a la Herencia Hispana de Tampa?
  Normalmente hacemos todos los comunicados de prensa en los dos idiomas. En los medios sociales sí debemos mejorar y ser más constantes en plasmar los mensajes en español también. Algunas veces, por ser consistentes con el “trade mark” o la marca para propósitos de promoción, nuestro departamento de comunicación ha preferido dejarlo en inglés, es decir, Tampa Hispanic Heritage, Inc.  
  La dificultad viene en que, a pesar de que todos hablamos y escribimos español, no todos se sienten con la seguridad de escribir correctamente en ese idioma. Muchos de los miembros jóvenes no han tenido ninguna instrucción escolar en español y, por ende, quizás se sientan más cómodos con el inglés. Aquellos que pueden desenvolverse mejor con la escritura en español quizás en momentos puntuales donde haga falta traducir algo, están desempeñando otra labor. Recordemos que todos somos una junta de voluntarios con trabajo, familia y otras responsabilidades. Para mí, es tan importante el conocimiento del idioma como ese querer profundo que viene del alma de estar orgullosos de ser hispanos, y de unirse a una organización como la nuestra, precisamente buscando esas raíces e incluso buscando mejorar su dominio del español. Parte de nuestra misión es de crear líderes en nuestra juventud hispana. Darle a los jóvenes la ­oportunidad de desarrollo y liderazgo en nuestra organización, aunque no hablen o escriban un español perfecto, es otro medio de apoyo a esa misión.

  En todos estos años la máxima dirección y casi toda la junta directiva de THHI ha estado en manos femeninas. Aprovecho esta observación para que me hables sobre el comportamiento de la diversidad en la organización, no solo de género, sino también de edad y representación de los diversos pueblos que conforman la hispanidad.
Odette, al centro, con estudiantes que han recibido una beca de THHI

  Como una de mis iniciativas, incluso antes de entrar en una posición de liderazgo en la organización, comencé a reclutar personas con diferentes experiencias y talentos. Considero que sumando a cada uno de nuestros talentos innatos podremos avanzar. Ahora podemos decir que el proceso ha variado y se acercan a nosotros para entrar en la organización. La explosión que mencionaba antes sobre el uso de los medios sociales ha hecho que la comunidad sepa mejor quiénes somos y qué hacemos. También, hemos hecho cambios para poder integrar mejor esa población de profesionales jóvenes que tenemos en Tampa. Ahora tenemos quizás un 30% de hombres en la organización y ese número  se incrementará el año que ­viene. En nuestra junta directiva tenemos representadas muchas nacionalidades: cubanos, puertorriqueños, ecuatorianos, peruanos, colombianos, mexicanos, venezolanos y dominicanos. Entre nuestros voluntarios permanentes hay panameños y españoles; hay jóvenes, personas de edad media y personas mayores. Esa diversidad aporta mucha riqueza a la organización.

  Háblame de tus orígenes hasta convertirte en la presidenta de THHI.

  Nací en Cuba. Viví cinco años en Madrid. Desde que tengo 15 años vivo en Estados Unidos. Matriculé Estudios Internacionales porque quería trabajar en una embajada. Después de terminar un Máster en la Universidad del Sur de la Florida comencé a enseñar a adultos y fue entonces cuando descubrí mi vocación de maestra. He enseñado en todos los niveles, desde secundaria, primaria, intermedia y nuevamente en un College.
Desde pequeña, mis padres y abuelos me dieron el buen ejemplo de servir a la comunidad. Después de recibir una beca supe que yo quería hacer exactamente eso: ayudar a otros a lograr sus objetivos a través de la formación académica. Estuve en la directiva de Hispanic American Inter-cultural (TICH). En 2013 me uní a THHI y este es mi segundo año en la presidencia.

¿Cómo está celebrando THHI el mes de la hispanidad de 2018?

En realidad, estamos celebrando nuestra herencia todo el año. Es parte de nuestra visión. Tenemos cinco eventos que nos ayudan a conmemorar nuestra herencia y a recaudar fondos para las becas. Hacemos la competencia de escrittura para jóvenes de escuelas intermedia y secundaria, la competencia del póster, tenemos el Kick Off, tenemos “Leadership Award”, donde reconocemos a líderes en diferentes campos. Cerramos el año con broche de oro con la Gala donde reconocemos al Hombre Hispano y la Mujer Hispana del año.
 
¿Qué se proponen para el cuarenta aniversario de THHI?

Para celebrar el cuarenta aniversario de THHI, los directores de cada evento harán su conmemoración pertinente a dicho evento. Por supuesto, en la Gala haremos algo especial para celebrar estos cuarenta años de compromiso con la comunidad. Celebraremos cuatro décadas dedicadas a festejarnuestra rica herencia y a esa meta de seguir enseñándole a la nueva generación nuestra cultura e idioma. 
Como proyecto a largo plazo, nos gustaría poder tener una sede para nuestra organización, quizás un sitio donde podamos tener hasta una tienda y vender productos de la Herencia Hispana de Tampa para recaudar más fondos para nuestro objetivo de las becas. En esta sede podríamos impartir talleres para la comunidad, quizás clases de español, o de arte, o hasta tener un pequeño museo. ¿Quién sabe que más pudiéramos hacer? ¡Todo es posible, y un sueño puede pasar a ser realidad en cualquier momento! ¿verdad? Martí dijo “Hacer es la mejor manera de decir”.


martes, 6 de noviembre de 2018

Johnny Ventura me habla de la música cubana


     El pasado domingo, en el Festival Conga Caliente que se celebra en la Bahía de Tampa una vez al año, tuve la satisfacción de conversar brevemente con Johnny Ventura, una verdadera leyenda de la música hispanoamericana y considerado Rey del Merengue. El diálogo fue  breve, pues cuando entré a la sala de prensa ya le estaban advirtiendo que la tribuna esperaba por él. De todos modos, al darle la mano y decirle que soy cubano, pude preguntarle sobre la influencia de la música de la Mayor de las Antillas en él. Su respuesta fue instantánea, precisa y más extensa de lo que esperaba:
Con Johnny Ventura
    –Repúblia Dominicana, por los años 50, que es cuado yo empecé a ser adolescente y a seguir la música  ya con propiedad,  las emisoras de Cuba entraban  a Dominicana: Radio Habana, Radio Progreso, etc… Estábamos al tanto de todo lo que pasaba en Cuba, como si estuviéramos en La Habana en esos tiempos.   El caudal de música cubana que llegaba a  Dominicana   a través de esas emisoras era muy grande y a nosotros  nos contagiaba mucho, no sólo a mí,  sino a todos los dominicanos.
    –Por eso es que los grandes artistas  de Cuba, en mi caso particular Benny Moré,  se convirtieron en  ídolos. Para mí, en el caso del Benny, yo creo que pasó de la idolatría. Fíjate que cuando Benny Moré murió, en el 63, yo sentí que murió mi padre. Tuve la dicha  de verlo en el único viaje que él hizo a República Dominicana.  Yo era cantante de la orquesta que lo acompañó  y tuve tocándole maracas de ahí a ahí. Yo guardo todavía  el arreglo de “Como arrullo de palma”,  que a mí me fascinaba ese tema. El arreglo original él me lo regaló .  Él, La Sonora Matancera, Celia Cruz, Olga Gullot  y todos los grandes artistas de Cuba de esa época  para mí eran como hermanos, porque convivíamos con ellos.
   –Hace dos años, yo grabé en La Habana un álbum  con músicos y arreglistas cubanos. Hay gente que lo escucha y me dice: Pero ven acá,  tu  e’ta guilla’o; tu eres dominicano o eres cubano ( risas).
     
     

viernes, 2 de noviembre de 2018

Chantal Hevia, desde el Museo Histórico de Ybor


Por Gabriel Cartaya

No había tenido el placer de conversar con Chantal Hevia antes de esta entrevista, aunque nos habíamos saludado en alguna ocasión. Al visitarla en su oficina de trabajo con este propósito, me llamó la atención su excelente preparación para ejercer el cargo de Directora del Museo de Ybor City, por el conocimiento y pasión con que asume la historia que guarda esta institución. Y, sobre todo, me impresionó la sencillez con que asume su responsabilidad desde una profesión que aporta tanto a la conservación de la identidad cultural de nuestra ciudad. Con tan buen preámbulo, me animo a dialogar con ella.
¿Qué presencia tienen en el museo histórico de Ybor City los fundadores de esta ciudad?
El museo incluye una exposición sobre los primeros fundadores de Ybor City y su papel en el establecimiento de la industria de tabacos de Tampa, así como en el crecimiento y desarrollo de la ciudad.
Vicente Martínez-Ybor vino a Tampa por sugerencia de Gavino Gutiérrez en 1885, a la edad de 67 años, en busca de un lugar para trasladar su negocio desde Key West debido, entre otros factores, a disturbios laborales. Compró 40 acres inicialmente y luego 50 más, adyacentes a lo que hoy es Ybor City. Para ello tuvo la asistencia de la Junta de Comercio de Tampa. Él lideró el establecimiento de la industria de los tabacos en Tampa, alentando a otros fabricantes de puros a mudarse aquí desde Key West. Su visión y sus habilidades como empresario dieron forma al núcleo urbano que ahora lleva su nombre. Construyó casas para los trabajadores y estableció otros negocios en Ybor City y se preocupó por  que hubiera atención médica, hasta su muerte, 10 años después de su llegada.
Gavino Gutiérrez  era un joven español que trabajaba en una empresa de alimentos de Nueva York. Vino a Tampa en 1884 en busca de un lugar para cultivar guayabas. Si bien esto no se materializó, alentó a su amigo don Vicente Martínez Ybor a que viniera a este lugar, que le pareció excelente para la fabricación de tabacos. Era ingeniero civil y fue contratado para diseñar la localidad que se convirtió en Ybor City.

Eduardo Manrara era socio de Ybor en los negocios. Fue vicepresidente de la Compañía de Desarrollo Territorial de Ybor City. Con Ybor, financió el desarrollo de Tampa Street Railway Company.
Ignacio Haya decidió unirse a su amigo don Vicente y compró 20 acres de tierra. Se mudó a Tampa y con su compañero, Serafín Sánchez, construyó su primera fábrica en Ybor City, donde se torció el primer tabaco de la industria tampeña, el 13 de abril de 1886.
Estos son los hombres que llegaron a Tampa en 1885, cuando era un pueblo de pescadores de unas 700 personas. Como resultado de sus respectivos roles en la configuración de los primeros días de Tampa, la ciudad creció a casi 16 mil habitantes a principios del siglo XIX.
Henry B. Plant también está incluido en las exposiciones del museo. Sus líneas ferroviarias y fluviales en Tampa fueron importantes para la decisión de Ybor de mover su negocio de tabacos hacia aquí.
¿Cómo se expresa en el Museo de Ybor City la presencia ­étnica de los primeros pobladores de este lugar?
Hace aproximadamente cuatro años, la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor creó e instaló una nueva exhibición en el Parque Estatal del Museo de la Ciudad de Ybor que expandió significativamente la historia de los inmigrantes que se asentaron en este lugar. Incluye una línea de tiempo de esta temprana inmigración, presenta historias sobre cubanos, sicilianos, españoles, judíos rumanos y alemanes, incluidas las razones que los llevaron a abandonar sus países y cómo se convirtieron en parte de la comunidad una vez que llegaron. Una exposición contigua habla sobre sus respectivas sociedades de ayuda mutua, que sirvieron para brindar servicios médicos y  también para la fundación de cementerios donde tuvieran su descanso final. Estos clubes sociales y sociedades de ayuda mutua construyeron hermosos edificios, los que sirvieron para celebrar y preservar las tradiciones y un lugar para disfrutar de las artes, jugar dominó y otras actividades recreativas.
¿Cómo aprecia la misión de un museo que guarda una parte de la historia de Ybor City?
Como siempre, estamos buscando formas de preservar y compartir la historia de Ybor City a través de exhibiciones y programas que atraigan a visitantes de todas las edades. Consideramos que el Monumento Histórico Nacional en el Distrito de Ybor City es el lugar que debe visitar primero quien desee conocer la historia de Tampa, ya sea un residente local o visitante nacional o extranjero. Miles de niños en edad escolar visitan el museo cada año, muchos de ellos como parte de sus clases de Historia de la Florida. Debido a que se trata de una institución estatal, se les proporciona la entrada de forma gratuita. Las familias, incluidas las que son descendientes de nuestros primeros grupos de inmigrantes, pueden disfrutar de su propia herencia y transmitirla a las próximas generaciones a través de las presentaciones del museo.
Hábleme de usted, de sus orígenes, formación e inclinación hacia la preservación de la historia en una institución de esta naturaleza.
Mi familia vino a Tampa a fines del siglo XIX y principios del XX para trabajar en la industria tabacalera. Mis abuelos eran asturianos, gallegos y siciliana. Mis dos padres nacieron en Tampa. Mi padre era bilingüe (inglés/español) y mi madre, que tiene 105 años, es trilingüe (inglés/español/siciliano). Ellos no trabajaron en esta industria, aunque sus padres lo habían hecho. Nací y crecí en West Tampa. Hasta que fui a la escuela a los 5 años, sólo hablaba español. Lo mismo ocurrió con mi hermana, que es más joven que yo. Ambas estamos agradecidas de que nuestra formación bilingüe nos haya servido a lo largo de nuestras carreras. Fui la primera en mi familia en ir a la universidad y recibí una licenciatura en educación musical en la Universidad del Sur de la Florida (USF). Muchos años después, regresé a esa universidad y obtuve un Certificado en Administración sin fines de lucro y una Maestría en Administración Pública, en 2011. La educación siempre fue muy importante en mi familia y soy una estudiante de por vida. Mis padres se ocuparon de que tuviéramos todas las oportunidades para leer libros, participar en experiencias educativas y aprender a tocar instrumentos musicales. Mi trayectoria profesional ha incluido la enseñanza, la publicación, el marketing internacional y, ahora, dirijo la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor, una corporación sin fines de lucro. Me siento muy privilegiada de ser la directora general de una organización con una misión filantrópica. Me siento bendecida por venir a trabajar todos los días en una institución que preserva y celebra mi propia herencia, así como la de tantos amigos y familiares. Desde la Sociedad del Museo de Ybor City me enfoco en asegurar que las próximas generaciones de Tampa puedan aprender y disfrutar de su herencia.
¿Existen programas que permitan las visitas al museo, dirigidos por las escuelas u otras instituciones?
Como se mencionó en la primera parte de la entrevista, grupos de estudiantes de todas las edades pueden visitar el museo de forma gratuita. Eso incluye a los estudiantes universitarios. Deben venir con sus maestros en grupos de hasta 60 personas. En el sitio Web ybormuseum.org hay una sección en “visitas” que proporciona a los educadores los materiales que necesitan, incluida una carta que debe enviarse para solicitar el servicio.
También hay instrucciones sobre cómo programar excursiones y lo que se requiere antes de las visitas de los estudiantes. La Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor ha creado planes de lecciones de acuerdo con los estándares de la Florida, que los maestros pueden usar antes, durante o después de sus visitas al museo.
¿Qué servicios presta el museo a la investigación histórica?
En este momento, la mejor manera de realizar una investigación es visitar el museo. No tenemos una biblioteca formal o centro de investigación; sin embargo, tenemos el sitio Web que enumera los recursos para aprender sobre nuestra historia.
El museo que guarda la historia es también parte de ella. Me gustaría saber, ¿cómo nació este Museo y cómo valora el servicio prestado?
Desde principios hasta mediados de la década de 1970, un grupo de ciudadanos se interesó en preservar el significado histórico y arquitectónico de la ciudad de Ybor. Parte de su trabajo incluyó la nominación de Ybor City al Registro Nacional de Lugares Históricos. Una vez que se otorgó la designación de Ybor City como Distrito Histórico Nacional, en agosto de 1974, estos ciudadanos se dedicaron a restaurar la Panadería “Ferlita” para que se convirtiera en un museo de historia. Estos requirieron la cooperación del gobierno de la Ciudad de Tampa y el Estado de Florida, que anunciaron en 1975 que el edificio de la panadería y las tierras que lo rodeaban se convertirían en parte del Sistema de Parques Estatales.
El edificio fue dedicado al Museo Estatal de Ybor City el 13 de octubre de 1980. En julio de 1982, se fundó la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor con la misión de preservar, promover y celebrar el patrimonio cultural único de la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor y su apoyo. El Parque Estatal de la Ciudad de Ybor, establecido como una organización sin fines de lucro 501 (c) (3), YCMS es la primera Organización de Apoyo a los Ciudadanos (OSC) en el sistema de parques estatales, que ahora cuenta con 84 OSC. Durante 36 años, YCMS ha creado exhibiciones y ­experiencias educativas, brindado mercadotecnia y alcance comunitario para el Museo,  recaudando fondos,  apoyando a Ybor City y ha promovido las ofertas culturales del distrito.
¿El Museo de Béisbol, que tendrá como sede la casa de Al López, será parte del Museo de la Ciudad de Ybor? ¿Cómo funcionará?
El Museo de Béisbol de Tampa en la Casa Al López no forma parte del Parque Estatal del Museo de la Ciudad de Ybor, aunque esperamos mucha colaboración entre las dos instituciones. Este se está desarrollando y será operado por la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor. Nos entusiasma tener ambos centros en dos edificios históricos icónicos y restaurados, a menos de media cuadra uno del otro. Con la sólida base de la Sociedad en relación con la historia y el patrimonio cultural de Ybor City, se ofrece un museo de béisbol que destaca el gran papel que juega este deporte en nuestra comunidad.
Los cubanos formaron su primer equipo en la ciudad de Ybor en 1887, en el Liceo Cubano. Compartieron su pasión enseñando el juego a los primeros grupos de inmigrantes. El béisbol no sólo se convirtió en una forma de recrear y construir un sentido de comunidad, sino que también se transformó en el lenguaje universal. Los equipos de inmigrantes comenzaron con las ligas de fábrica y los clubes sociales. Jugaban juntos los domingos, a pesar de que hablaban muchos idiomas diferentes. Pocas ciudades tienen sus propios museos de béisbol. La Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor tiene la fortuna de haber recibido la casa de la infancia de Al López, el primer jugador, gerente y miembro del Salón de la Fama de las Grandes Ligas de Tampa.
El Museo cubrirá 130 años de la historia del béisbol de Tampa, los eventos e influencias que llevaron a nuestra icónica historia del béisbol, y los casi 90 jugadores de esta ciudad que han logrado llegar a las grandes ligas.
El Museo también seguirá e incluirá una historia viva del béisbol en Tampa, a medida que los nuevos eventos y los jugadores den forma al juego. No menos importante es la posibilidad de que los Rays de Tampa Bay construyan un nuevo estadio en Ybor City. Suponiendo que eso suceda, el béisbol habrá dado un giro completo y comenzará una nueva historia del béisbol, aproximadamente a 9 cuadras del museo.
Ahora que Ybor City está asistiendo a una especie de renacimiento, ¿existen perspectivas de crecimiento para el museo histórico de este lugar?
La Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor está especialmente interesada en crear nuevas perspectivas sobre la historia de esta ciudad, ya sea a través de exhibiciones especiales y/o programación. como ejemplo, presentamos los primeros ¡Edificios Vivos! Ybor City Architecture Hop en 2012 y se presentará el octavo evento anual el 7 de marzo de 2019 debido a su popularidad y al crecimiento de la audiencia.
¡Edificios vivos! nos ha dado la oportunidad de mostrar la hermosa arquitectura de la ciudad de Ybor mediante visitas a inmuebles rehabilitados y reconstruidos. Es una forma agradable de aprender muchos aspectos diferentes de nuestro pasado y de la historia viva que se está creando.
Agradecemos a los propietarios de edificios y negocios que abren sus instalaciones, brindan recorridos históricos y sirven refrigerios a los asistentes. Su hospitalidad es simbólica para la comunidad de Ybor City, antes y ahora. Nuestro personal, miembros de la Junta y yo formamos parte de comités de otras organizaciones de Ybor City, participamos en las actividades y eventos de otras organizaciones, y trabajamos arduamente para mantenernos informados sobre lo que está sucediendo hoy en Ybor City y cómo se relaciona con nuestra historia.

Publicado en La Gaceta, 2 de noviembre de 2018.

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