Durante la última década del siglo XIX se publicaron en Tampa varios periódicos en lengua española, casi todos vinculados a la comunidad cubana que residía en esta ciudad y al proceso independentista de la Isla antillana, el que tuvo en esta ciudad un ferviente y permanente apoyo.
Por ello, pueden mencionarse La Contienda, publicado por
Néstor y Eligio Carbonell en Ybor City; Eco de Cuba, fundado en West Tampa
por Serafín Bello, o El Eco de Martí que aparecía en español e inglés en Port
Tampa bajo la dirección de Francisco F. Mendoza, por solo citar un ejemplo de
cada espacio de esta ciudad donde funcionaba un Cuerpo de Consejo del Partido
Revolucionario Cubano.
Sin embargo, fue Ramón Rivero quien más contribuyó a
mantener informada a la comunidad hispana de Tampa –y no solo a la cubana–,
cuando la prensa escrita era no solo la más importante, sino casi la única en
divulgar los acontecimientos, ideas, preocupaciones y devenir de los
ciudadanos.
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Ramón Rivero Rivero |
Si bien es El Yara el primer periódico hispano de la ciudad –al traerlo provisionalmente José Dolores Poyo de Cayo Hueso en 1886–, en La revista de la Florida tenemos su fiel sucesor. Fue creada por Rivero, quien ocupó su espacio cuando aquel retornó a su ciudad de origen. Pero, además de esta, quien fungía como lector de tabaquería en la fábrica de Vicente Martínez Ybor creó el periódico El Crítico de Ybor City, donde aparecieron por primera vez los discursos de José Martí “Con todos y para el bien de todos” y “Los Pinos Nuevos”, a fines de noviembre de 1891. Más tarde, en 1893, fundó el periódico Cuba, considerado hasta su último número en 1898 como el órgano del Partido Revolucionario Cubano en Tampa.
Además de extraordinario e incansable periodista, Ramón
Rivero fue uno de los cubanos más relevantes en Tampa a fines del siglo XIX. Fue uno de los
principales organizadores y primer presidente de la Liga Patriótica Cubana y del Liceo Cubano en Ybor City, presidente
del Cuerpo de Consejo del Partido Revolucionario Cubano en Tampa, un hombre de
toda la confianza de José Martí, quien le llamó “el bravo Rivero” en su primer
discurso en la ciudad. Sus escritos,
publicados en sus periódicos y revistas –y muchas veces reproducidos en Nueva
York en el periódico Patria dirigido por Martí– muestran el talento y
consagración patriótica de un hombre que, todavía, no ha recibido el
reconocimiento que merece.
Recientemente, encontré en el Archivo Nacional de Cuba un número del periódico Cuba donde se identifica el lugar exacto donde era publicado. Asumo que allí mismo hizo Rivero El Crítico de Ybor City , La Revista de la Florida y otra publicación periódica a la que llamó El Liceo Cubano.
Probablemente, era el mismo lugar donde vivía Rivero, al
financiarse él mismo su empresa periodística. Por ello, podría proponerse la
dirección 1216, 8.ª Avenida de Ybor City, como un lugar histórico donde pueda
rendirse honor a la prensa cubana en Tampa durante el siglo XIX. Con ello, honraríamos
a todos los que hicieron de la prensa un vehículo a favor de la libertad y el
enriquecimiento cultural de la ciudad, especialmente a Ramón Rivero, quien
murió en su país en 1908 sin recibir el aplauso agradecido que merecía.