Un evento deportivo del domingo pasado colocó a nuestra ciudad en el noticiero mundial, cuando “Los Bucaneros de la bahía de Tampa” conquistaron el Super Bowl –super Tazón para los hispanos– imponiéndose a Kansas, quienes el año anterior habían cconseguido el principal lauro de la NFL. En el momento de la alegría expandida por todos los rincones que rodean a la ancha bahía, muchos comentaron que este año difícil en que nos azota la pandemia del coronavirus, el deporte nos ha traído grandes satisfacciones a los habitantes de tan bello lugar, pues también nuestros Lightning se proclamaron nuevos campeones de la Copa Stanley de la Liga Nacional de Hockey sobre Hielo y los Rays llegaron a la final de la Serie Mundial de Béisbol.
Tom Brady consiguó su séptimo anillo de oro y llevar al triunfo a los Bucaneros |
Con todo, la mayor emoción se vivió ahora, pues el fútbol
americano es un deporte que despierta grandes pasiones en Estados Unidos y
alcanza la concurrencia más abundante. Su historia se remonta en el país a
mediados del siglo XIX, como una versión libre de los estadounidenses al rugby
inglés, especialmente con los cambios que en el juego introdujo Walter Camp, para muchos el padre
del fútbol americano.
Aunque este juego
comenzó siendo casi exclusivo de las universidades, ya a principios del siglo
XX se había convertido en una atracción y práctica dominante en la población.
Los historiadores de este deporte consideran que un antecedente de su
profesionalismo se remonta a 1882, cuando se pagó 500 dólares a “Pudge”
Heffelfinger para que jugara con “Allegheny Athlectic Association” un partido
contra el Club Atlético de Pittsburgh. Pero es en 1920 que se crea la
Asociación Americana de Fútbol Profesional, la que dos años después cambió su
nombre a Liga de Fútbol Nacional (NFL), como la conocemos hoy, donde un jugador
puede ganar 35 millones en una temporada, como es el caso de Russell Wilson, el
quarterbackde de Seattle Seahawks.
En 1960 surgió otra asociación en este deporte,
nombrada Liga de Fútbol Americano (AFL).
Sin embargo, más tarde se fusionan y crean el llamado Super Bowl, el evento más
visto anualmente en Estados Unidos.
Como en todos los campos de la cultura estadounidense, la
presencia hispana también se ha hecho sentir en el fútbol americano y no sólo
en la celebración con sus asados, cantos y aplausos, sino en el propio campo de
juego. En 1927, el cubano Ignacio Saturnino “Lou” Molinet se convirtió en el
primer jugador hispano en la NFL;
Anthony Muñoz, elegido como el liniero ofensivo del año de la NFL en
1981, 1987 y 1988, era mexicano; de allí eran los orígenes de Jeff García,
aunque nació en California, quien en 2007 y 2008 fue mariscal de campo titular
con los Bucaneros y varias veces estuvo en el Juego de las Estrellas. El
mexicano Efrén Herrera fue el primer hispano nacido fuera de Estados Unidos en
obtener un anillo de campeón, conseguido en el Super Bowl XII, Dallas Cowboy,
en 1977. Ron Rivera está en la historia
del fútbol americano, como jugador y entrenador. Así, podríamos señalar decenas
de figuras de procedencia hispana que han dado brillo al deporte más practicado
en Estados Unidos.
La entrada de Tampa en la Liga Nacional sólo tiene 45 años,
pues se produce en 1976, a los dos años de fundado su equipo professional, Los
Bucaneros. De entonces a la fecha, ha logrado seis títulos de división (tres
NFC Central y tres NFC Sur), dos campeonatos de la NFC y el Super Bowl XXXVII
de 2003, donde derrotaron a los Oakland Raiders y el Super Bowl LV de 2021 que
acaban de ganar en su propio estadio, el Raymond James, lo que no había
ocurrido a otro equipo en la historia de estos juegos.
Aunque todo triunfo en el deporte de equipos corresponde a
la totalidad de sus jugadores y hay que mencionar a Rob Gronkowski, Mike Evans,
LeSean McCoy, Leonard Fournette, Ndamukong Suh (hijo de inmigrantes), un lugar
especial merece Tom Brady quien, a los 43 años, fue el gran héroe del juego,
logrando el séptimo anillo de campeón en su historial.
El equipo de los Bucaneros de Tampa Bay, quienes a lo largo
de su historia han incluido en el Salón de la Fama a jugadores como Lee Roy
Selmon, Steve Young, Randall McDaniel y Warren Sapp, nos regala ahora la
extraordinaria alegría de traer a Tampa la Copa del Superbowl.
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