En el año 1930, cuando aún el gobierno de Gerardo Machado no había asumido el carácter abiertamente dictatorial que provocó su hundimiento en 1933, Victoriano Manteiga, desde La Gaceta en Tampa, advertía del peligro de ese rumbo tiránico del presidente que propuso modificar la Constitución para prolongar más su tiempo en el poder.
En esa época, la Constitución establecía las
elecciones cada cuatro años –al igual que en Estados Unidos– y la posibilidad
de una reelección que extendiera a ocho la presidencia. Sin embargo, Machado
quien subió a ese máximo cargo en 1925, intentó a través de una Prórroga de
Poderes prolongar su tiempo en la silla presidencial. Durante toda la lucha
antimachadista, sobre todo entre 1930 y
1933, Victoriano tuvo una destacada participación, hecho que aspiramos a
exponer en un libro que compila muchos escritos suyos. En todos, se manifiesta
su profundo pensamiento democrático y su actitud permanentemente
antidictatorial. Ahora presentamos un escrito que él publicó en La Gaceta el 30
de enero de 1930, en su columna “Chungas
y no chungas”.
Es el siguiente texto:
Nuestro admirado Gerardo Machado, presidente
de Cuba, no quiere modificar la orientación “violenta” de su gobierno, dejando
que el pueblo cubano piense con entera libertad y que los diarios y revistas de
La Habana y provincias comenten y critiquen con entera sinceridad, sin
exponerse los periodistas a la cárcel o la muerte, los actos de su gobierno.
Otros
dos periodistas, Roger de Lauria y
Dellundé, encarcelados han sido en la “democrática” Cuba por analizar, sin
insultos ni calumnias, el propósito que
se atribuye el General Machado de reformar nuevamente la Constitución.
Temiendo
por la vida de estos periodistas, el general Francisco Peraza, guerrero de la
epopeya de la independencia, se ha dirigido al embajador americano, Mr.
Guggenheim, rogándole proteja a los detenidos y para ellos reclama las
garantías que la Constitución cubana les concede.
Trance
doloroso habrá sido para el general Peraza tener que dirigirse a un diplomático
extranjero para recabar que este impida que el gobierno de Cuba atropelle a dos
cubanos que, ejercitando sus derechos, censuraron intenciones o hechos del
presidente Machado y su gobierno.
Buena
ocasión la que nos brinda el general Peraza para reiterar nuestra creencia de
que cualquier gobierno cubano, por malo que sea, siempre sería mejor que una
intervención americana como la de Charles Magoon*. Pero si el gobierno del general
Machado puede ser devuelto a la realidad con esa llamada del viejo patriota al
embajador, bendita sea su carta.
Para
todos los cubanos es una afrenta que su presidente encarcele a dos periodistas
por opinar estos como ciudadanos y no ser gratas sus opiniones al gobierno.
La
constitución y las leyes estrictamente cumplidas protegen al general Machado y
su gobierno y protegen también los derechos de todos los cubanos. Un gobierno honrado puede castigar, sin
extralimitaciones, a los periodistas que lo difamen o insulten, lo mismo que a
todos los ciudadanos delincuentes.
Se
prueba la fortaleza de un gobierno no con actos injustos, no amordazando a los
hombres cívicos, sino aplicando las leyes con firmeza y escrupulosidad.
Nosotros
no pretendemos que el general Machado soporte groseros insultos, como los que
toleraron el general José Miguel Gómez y el Dr. Alfredo Zayas**.
Los
periodistas decentes no calumnian ni insultan como gañanes, aunque saben decir
la verdad y exponer su vida por defender sus principios y derechos.
Contra
la calumnia periodística puede el general Machado “esgrimir” las excelentes
leyes cubanas. Así puede hacerlo contra los insultos.
Pero si
Cuba es una república democrática, su presidente no puede encarcelar a los
ciudadanos como si fueran esclavos suyos, ni puede perseguirlos en la “sombra”
haciéndolos desaparecer o “perjudicándolos”.
El
presidente Machado sigue el camino equivocado de la Dictadura y ya los
liberales de este país comparan su gobierno con el de Leguía*** y otros “pequeños”
presidentes de la desventurada América nuestra.
No debe
olvidar el primer magistrado cubano que Estados Unidos no puede “cerrar los
ojos” hasta el punto de consentir una completa dictadura en la nación que
presenta como hermoso modelo de su desinterés hacia la América Latina.
Por su
prestigio y por la dignidad del pueblo cubano debe Machado procurar que su
gobierno se oriente hacia la verdadera democracia, respetando la constitución y
aplicando las leyes con discernimiento y
buena voluntad.
Notas
del editor:
*Charles
Magoon. Gobernador en Cuba durante la
segunda ocupación estadounidense a la Isla, entre octubre de 1906 y enero de
1909.
**Presidentes
de Cuba: José Miguel Gómez (1909-1913) y Alfredo Zayas (1921-1925).
***Augusto
Bernardino Leguía fue presidente en Perú de 1908 a 1912 y de 1919 a 1930.
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