Carlos José Peralta es uno de los locutores de radio más conocidos en la bahía de Tampa. Su dicción, timbre, expresividad, corrección del lenguaje, así como el respeto a la diversidad de la audiencia en los contenidos abordados, le ganaron desde la década de 1970 el beneplácito de los radioyentes hispanos de la ciudad. Llegó de Cuba en 1971, con 15 años y en 1977 ya estaba detrás de una cabina de radio, una pasión que sigue activa en la actualidad. Por ello, para saber de la radio hispana en la ciudad de Tampa, es una suerte poder conversar con Carlos José:
Pronto van a ser cien años del inicio de la
radiodifusión en Tampa, iniciada en 1922 con la radio WDAE. ¿Tienes información
sobre los inicios de la trasmisión radial en nuestra ciudad?
Primeramente
agradezco la oportunidad de poder comentar sobre la historia radial hispana en
Tampa. Según tengo entendido, el Señor Ruben Fabelo fue el primero en
transmitir en español en los años 50 con un programa llamado “Fiesta en
Tampa” a través de WALT 1110 AM.
Luego que
WALT fuera vendida, Fabelo pasó en 1956 a transmitir su programa de escasamente
un par de horas a través de WEBK 1300 AM (esas eran las siglas originales de la
conocida frecuencia que después él cambio a WWTB). En 1959, la compañía
Rustcraft Broadcasting compró la emisora, cambiando sus siglas a WSOL. Fabelo
murió en 1960, a la edad de 42 años. Entonces ocupó su lugar Woody García
–ayudante suyo que también era músico–, inaugurando un programa llamado “La
hora latina”. Este programa, de dos o tres horas, lo condujo Woody durante las décadas de los 60 y mediados de
los 70, aumentando las horas de programación desde las 12 del mediodía hasta
que la emisora concluía sus transmisiones, pues tenía licencia de operar
solamente por el día.
Durante las
décadas de 1960 y 1970 la comunidad hispana de Tampa no abandonó la radio por
la televisión, ya que era el único medio en nuestro idioma para información y
entretenimiento. Por supuesto publicaciones como La Gaceta cubrían las
necesidades noticiosas impresas en sus páginas, pero la falta de canales televisivos en
español hacía aún más vital el papel de la radio para los nuestros. No fue
hasta 1981 que llegó la televisión en nuestro idioma a Tampa.
En los años 1990 las nuevas tecnologías
digitales comienzan a aplicarse al mundo de la radio. Aumenta la calidad del
sonido y se hacen pruebas con la radio satelital (también llamada radio HD),
tecnología que permite el resurgimiento del interés por este medio de
comunicación. ¿Influyó este hecho en una mayor radiodifusión hispana en Tampa?
A pesar de
los avances tecnológicos en la industria durante los años 90, la radio hispana
permaneció igual, aunque siempre con el sueño más preciado: lograr tener nuestra primera FM. La radio HD o
satelital continúa vigente pero nunca llegó a despegar como se esperaba, sobre
todo ahora que hay tantas plataformas digitales.
¿Cómo se produce tu incorporación a la radio en
Tampa?
Mi incorporación a la radio fue en 1977. Yo
apenas tenía 20 años y estudiaba en HCC. Woody
García abandona “La Hora Latina” en WSOL 1300 AM porque había conseguido
que WYOU 1550 AM transmitiera el día entero en español. Entonces llama a nuestro
querido Puly Sequeria (EPD) para que se
le uniera y crear con él “La Latinísima”.
La WSOL
decide competir y ampliar sus horas de transmisión al día entero. Unos grandes amigos, John Solas (EPD) y Víctor Marrero trabajaban
allí y me propusieron unirme a lo que
sería “Super Sol 1300”. Ellos me conocían del grupo juvenil de la iglesia San
Lorenzo y conocían mi afición por la
música y la radio. En aquellos días tuve un pequeño grupo musical llamado ABC y
fui parte de Brito y su Combo, luego me convertí en DJ. Gracias a Dios, siendo
muy joven, llegué a ser muy bien aceptado por la comunidad hispana que me
adoptó como su hijo radial.
Cuando la
WSOL decide cambiar su programación a inglés surgió la 860 AM. Por su parte,
Puly Sequeira inicia Radio Progreso y me ofrece irme con él. También me llamó Woody García para irme a La
Latinísima y opté por esta alternativa,
ya que en ese 1980 mi padre enfermó gravemente y la emisora estaba en
Safety Harbor, yo quería estar cerca y poder seguir combinando el trabajo en la
radio y seguir mis estudios.
Cuando
Efraín Archilla (EPD) llega a Tampa y
compra la 860 AM la transforma en “AMA 86” y me propone irme a formar parte de
la primera emisora totalmente musical bajo la dirección del querido y
desaparecido Víctor Lanz. Allí estuve hasta 1988, cuando decidí probar suerte
junto a un grupo de colegas y arrendamos
12 horas de programación en la WTAN 1340, que nombramos “Radio Musical”.
El proyecto duró apenas un año y volví para la 1300 AM, que en ese entonces era
ya la “Super Q”.
En 1990,
Ronald Gordon llegó a Tampa y compró la frecuencia 680 AM, llamándola
Radiomundo. Me propuso formar parte de ella, primero como Director Musical y
luego de Programación. Durante toda la década de los 90 esa fue la emisora de
más arraigo en Tampa, llegando a ganar premios nacionales. Entre ellos tuve el
honor de ser reconocido como Director de
Programación del año por la revista Billboard, el cual considero como uno de
los más importantes de mi carrera.
La Mega
comenzó en Tampa a finales de los noventa y me proponen irme junto a esta
importante cadena tropical. Allí permanecí en el aire y como asistente de
programación de Mega y la Ley (formato mexicano) hasta que nuevamente me llama
el Sr. Gordon para ofrecerme la dirección de la 680 AM, esta vez con el nombre
de Rumba. Allí estuve hasta que se produjo la llegada de la primera FM en
español, el sueño anhelado de todos por tantos años.
Creo que eres la primera voz hispana en
transmitir en Frecuencia Modulada en Tampa, ¿qué significó para ti y para la
radiodifusión hispana en la ciudad?
En el 2005,
luego de Rumba 680, me dediqué a
presentar proyectos a emisoras FM del área para convencerles de la importancia
de transmitir en español. Fue muy difícil, pero había cierto interés en el
formato porque en otros mercados este había tenido mucho éxito. Entre las
cadenas a las que me acerqué estaba CBS, los propietarios de la WYUU, la 92.5
FM.
Ellos ya
estaban considerando seriamente hacer el
cambio. Un colega de la radio, Rico Blanco, era parte de esa cadena y formaba
parte de la dirección de Q 105. Además, el conocido gerente Louis Albertini,
con amplia trayectoria en la radio hispana de Miami y del país, también se
había unido a la cadena. Cuando llamé y les presenté los estudios del mercado
que había realizado, al ver las estadísticas, no demoraron la decisión de
cambiar la frecuencia al programa en español 92.5.
Fue el 5 de
agosto del 2005, a las 7 de la noche, que se produjo el cambio, luego de un
arduo trabajo que compartí con Rico Blanco y
Albertini para lograrlo. Esa tarde salí al aire por primera vez en
español, inaugurando la transmisión en nuestro idioma de lo que sería “La Nueva
92.5”. La grabación de ese histórico día en la radio de la ciudad anda
circulando en las redes. Para mí fue el mayor logro de mi carrera; era como finalmente
graduarnos a nivel radial en Tampa.
¿Qué programas de radio en español han tenido
mayor duración e impacto en la comunidad de Tampa?
Los
programas de mayor interés e importancia durante todos estos años han sido
muchos, algunos de formato hablado y otros musicales. Ya que la programación en
bloques al estilo de nuestro países no se hace acá, los programas más
escuchados suelen ser los matutinos y los de la tarde, horario en que los oyentes se trasladan a sus
trabajos o a sus casas y en los autos sintonizan la radio.
¿Qué grupos de población hispana (procedencia,
sexo y edad) son más adictos a la radio en español en Tampa?
Escuchar la radio es parte de nuestra cultura
latina, para muchos este medio ha sido la única fuente de información y entretenimiento.
Los grupos de mayor audiencia en Tampa proceden de Cuba, Puerto Rico, República
Dominicana, también Colombia y Venezuela. La población mexicana es una de las
más asiduas a su radio regional. La mayor audiencia suele ser de mujeres de
entre 25 a 54 años; los hombres también escuchan, aunque las cifras varían
según los formatos de noticias o música tropical. Los milenios de 18 a 34 años son muy volátiles y
aunque escuchan la radio, lo hacen por poco espacio de tiempo y optan muchas
veces por escuchar también emisoras en
inglés. El grupo de 35 a 64 o más también suele ser muy asiduo a la radio conservadora.
Actualmente,
en mi opinión, la radio se encuentra demasiado segmentada musicalmente. Si hay
algo que pega y tiene altos índices de audiencia todo el mundo lo copia y no se
toma en cuenta la calidad del producto.
La música urbana de la actualidad ha influido grandemente en los
formatos radiales y muchas emisoras no se atreven a abandonarlo por temor a perder
ratings. Otro de los factores que ha quedado desplazado a un plano inferior es
el servicio a la comunidad que les escucha y que depende de nuestros medios
para muchas cosas, sobre todo a quienes no hablan inglés.
Afortunadamente, tenemos la opción de una emisora de propiedad hispana que se atrevió a refrescar las ondas radiales con buena música. Hago la salvedad de que existen emisoras radiales en la banda AM que realizan una excelente labor dentro de su programación local, informando y sirviendo a la comunidad con diferentes programas, incluidos los de formato religioso.
Has trabajado para la radio y la televisión en Tampa, ¿en cuál has sentido mayores satisfacciones?
He
trabajado en la radio y la televisión, pero siempre digo que mi corazón está en
la radio; sin embargo, admiro mucho a todo el que trabaja en ese medio porque
aprendí qué tan difícil es.
Ahora, con el desarrollo de la nuevas
tecnologías digitales, qué futuro le auguras a la radiodifusión.
Con la
llegada del mundo digital la radio y la
televisión deben buscar nuevas plataformas para su difusión. Ya las torres radiales o televisivas están resultando
obsoletas porque ahora se puede transmitir
a través de aplicaciones de Internet u otros medios y el público lo
tiene todo al alcance de su mano en el
teléfono.
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