Cuando Gabriel Cevallos García murió en Tampa, el 16 de marzo de 2016, probablemente la ciudad no sabía que quien se despedía de la vida en ella era un hombre de tan grandes méritos, pues la mayor parte de su obra la realizó en Ecuador, su país natal. Allí, Cevallos fue profesor, historiador, escritor y filósofo, legando una copiosa obra escrita que hoy está recogida en 13 tomos. Fue hijo emérito de la ciudad de Cuenca, donde fundó la Facultad de Filosofía y Letras de su Universidad, en la que fue Rector entre 1964 y 1968.
Cevallos
fue miembro de la academia Ecuatoriana de la Lengua y de la Academia Nacional
de Historia, siendo galardonado en 1988 por el Presidente de Ecuador con el Premio Nacional de Literatura.
Desde la cátedra, el periodismo y la ensayística, Cevallos ejerció una gran influencia en su generación, pues su pensamiento humanista y profundamente hispanoamericano fue inspiración y guía de estudiantes universitarios y profesionales del periodismo y las letras ecuatorianas. Desde una posición teórica que intentaba entender y explicar la realidad del continente, enfrentó los dogmatismos marxistas que influyeron en parte de la intelectualidad y en su aplicación mecánica para intentar modificar la realidad de nuestros pueblos. En ello, sus libros Visión teórica del Ecuador y Reflexiones sobre la historia de Ecuador, publicado en 1960 en dos volúmenes, resultaron de un enorme valor.
Su extensa
bibliografía incluye obras significativas para la historia y el pensamiento
ecuatoriano y continental como su notable Historia del Ecuador, que ha tenido
varias ediciones y Caminos de España, de1947. Otros libros suyos, como
Problemas filosóficos, Del arte actual y
de su existencia (1950), De aquí y de allá (2 volúmenes de escritos varios,
1962-1963), Evocaciones (Creencias y Sentimientos, 1977), Virgilio y sus
Milenios (1982), y otros más, muestran, en la diversidad de sus temas, hondura
de pensamiento y exquisitez literaria, la profunda cultura y honradez
intelectual del eminente ecuatoriano.
A Cevallos,
a quien se le ha considerado “el primer humanista ecuatoriano
contemporáneo” también se le recuerda en
la llamada Isla del Encanto, pues en la plenitud de su ejercicio intelectual
ejerció como profesor en la Universidad de Puerto Rico –sede en Mayagüez–,
donde se estableció en 1969. Allí fue director del Departamento de Estudios
Hispánicos (EsHi).
No sé
cuándo vino Gabriel Cevallos a vivir a Tampa, seguramente por decisión familiar
al final de su vejez. Lo hizo junto a su esposa la doctora María del Carmen
Candau, reconocida lingüista que fue también profesora en la Universidad de
Puerto Rico y con la que tuvo cinco hijos.
Cevallos
culminó su vida en nuestra ciudad, a los 91 años. En un breve artículo
publicado en su memoria por Prensa Rum (Recinto Universitario de Mayagüez),
Azyadeth Vélez Candelario escribió: “Según el doctor Rafael Colón Olivieri,
catedrático retirado de EsHi y amigo del fenecido profesor, éste era ‘una
persona cultísima, fina y un erudito verdadero. Es lo mejor que ha pasado por
el departamento y uno de los seres humanos más excepcionales que he conocido’”.
Excelente artículo Gabriel. Aunque es evidente la grandeza del Sr, Cervantes, sin tu modesta reseña, no hubiésemos conocido de su fecunda vida y su arraigo en Tampa. Gracias por compartir.
ResponderEliminarExcelente artículo Gabriel. Aunque es evidente la grandeza del Sr, Cevallos, sin tu modesta reseña, no hubiésemos conocido de su fecunda vida y su arraigo en Tampa. Gracias
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