En los
últimos años, sólo algunos músicos cubanos han sido disfrutados por el público
de Tampa, pues no muchos han podido venir a tocar y cantar en escenarios donde han sido invitados. Entre ellos,
recuerdo a Albita Rodríguez, Aymée Nuviola, Cándido Fabré, Adalberto Álvarez,
Pedro Luis Ferrer y muy pocos más, quienes han ofrecido, a lo sumo, tres o
cuatro horas de actuación. Sin embargo, en las primeras cinco décadas del siglo
XX Tampa era una de las plazas visitadas por los más grandes músicos cubanos,
como ocurría también con las artes escénicas y otras manifestaciones
culturales.
Todavía
muchas personas de la llamada tercera edad –ya se está hablando de la cuarta por la
prolongación del promedio de vida– recuerdan a Benny Moré, Celia Cruz, la Orquesta Aragón,
La Sonora Matancera, y otros grandes
exponentes de la música cubana que disfrutaba con entusiasmo el público
tampeño. Y muchos no venían a dar una o
dos funciones, como ocurre hoy con los pocos que llegan, pues a veces eran
contratados para largas temporadas que podían extenderse a varios meses. Es el
caso del popular Ñico Saquito, como me contó recientemente Billy Delgado, un notable músico de origen
cubano que con 93 años conserva en su memoria aquellos tiempos en que él
acompañaba a muchos intérpretes llegados de la Perla de las Antillas.
De izq. a der.: El Galleguito, Ñico Saquito, William González, Lázaro Salqueiro, Billy Delgado y René Fuentes, en el Centro Español de West Tampa |
Quiero
destacar a uno de ellos en las líneas de hoy, porque algunas de sus canciones
se siguen cantando y bailando en nuestro tiempo, interpretadas por distintos
cantantes, y la mayoría de quienes las disfrutan no se acuerdan, o no conocen,
a su destacado creador. Su nombre original –Benito Antonio Fernández Ortiz– lo
conocen muy pocos, pero el artístico,
Ñico Saquito, se hizo muy popular, especialmente con sus guarachas “Cuidadito,
compay gallo, cuidadito”, o “María Cristina me quiere gobernar”,
interpretaciones con letras picarescas y gracejo popular que han disfrutado
varias generaciones.
Es muy
curioso el origen de la segunda de estas canciones, popularizada en la década
de 1930 en Cuba y hoy interpretada por diferentes grupos, casi nunca sin
señalar a su compositor. Atento a los dicharachos populares, Ñico tomó algunas
coplas heredadas de los españoles radicados en la Isla, en las que se burlaban
de María Cristina de Borbón, la que fue esposa del rey Fernando VII en la
primera mitad del siglo XIX.
El gran guitarrista, compositor y cantante Ñico
Saquito nació en Santiago de Cuba el 13 de febrero de 1901, ciudad en la que
murió en 1982. De su extensa obra como músico y trovador –insertada en el
tiempo y lugar donde sobresalen Joseíto Fernández, Sindo Garay, Miguel
Matamoros– se destaca la creación del grupo “Los guaracheros de Oriente”, con
quien tuvo sus más grandes éxitos en la década de 1950. Fue justamente con este
grupo que estuvo actuando en Tampa en 1948, contratado por varios meses en
aquella ocasión.
Había
visto fotografías suyas de los últimos años, pero en esta que me enseña Billy
Delgado –donde también aparece él– muestra a un Ñico Saquito todavía joven, en
una tarima tampeña a la que tal vez asistió alguno de los abuelos que aún nos
acompañan en esta localidad.
Muchos
de aquellos grandes músicos que venían de la Isla y tocaban en el Círculo
Cubano –como lo hizo Benny Moré en 1958–, en el Centro Asturiano u otro lugar,
fueron acompañados en sus espectáculos por Billy Delgado, un tampeño de origen
cubano. Hoy, ya nonagenario, conserva los recuerdos de aquel tiempo luminoso de
las relaciones musicales entre Tampa y Cuba. Asimismo, guarda con celo eficaz
muchas fotografías y discos de un enorme valor para la preservación de la
memoria hispana de la ciudad.
Me encantó! Hay que hacer todo un trabajo de rescate con Billy! Y crear un archivo en USF! Lo gestionamos?
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