El pasado 19 de noviembre, la institución sin fines de lucro Herencia Cultural Cubana celebró un acto en Miami para dar a conocer a las personas elegidas para recibir el Premio Herencia 2020, que otorga esa entidad a quienes han sobresalido en la defensa y divulgación de nuestra cultura en Estados Unidos. En esta ocasión, recibieron la alta distinción el Honorable Juez retirado Emiliano José Salcines, la Doctora Mercedes Cros Sandoval y el Doctor Raúl Eduardo Chao, junto a su esposa Olga Isabel Nodarse Chao.
La
Doctora Cros Sandoval es Profesora de Antropología y Ciencias Sociales en el
Campus Norte de Miami Dade Community College y Profesora Adjunta del
Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Miami, Florida. Es originaria
del oriente de Cuba y ha merecido reconocimiento por sus libros acerca de los sistemas mágico-religiosos y
los factores culturales que afectan la salud mental.
Emiliano Salcines durante su discurso de agradecimiento. A su derecha, Alberto Bustamante y Julio Lago; a su izquierda, Eloy Cepero, presidente de Herencia Cultural Cubana. |
Junto a
ellos, nuestro Emiliano J. Salcines Jr,
(EJ, para sus tantos amigos, con la pronunciación sajona de sus iniciales) fue
llamado a recibir la premiación en reconocimiento a más de cuarenta años
defendiendo la hispanidad en Tampa, divulgando la vida y obra de José Martí, la
historia de España y Cuba, con una visión de universalidad. Todos sabemos en
Tampa quién es Emiliano Salcines y todos le queremos por su permanente
jovialidad, su fino humor, sus amplios conocimientos sobre diversos temas y el
amor a su ciudad natal, cuya historia y herencia multicultural conoce y
defiende con admirable pasión.
Salcines,
quien fue el primer Fiscal hispano en nuestra ciudad, ha impartido conferencias
en varias universidades de Estados Unidos, ostenta la Orden Isabel la Católica
conferida por los Reyes de España y es uno de los más fervientes martianos que
conozco. Durante años, ha dedicado mucho tiempo a leer, investigar y divulgar
su obra, siendo el primero en apuntar la cantidad de veces que el Apóstol de la
Independencia de Cuba vino a Tampa. Si bien la divulgación permanente del
pensamiento martiano ha sido útil para todos, tiene una significación especial
el haberlo hecho dentro del público estadounidense, haciendo ver en diversos
ámbitos –incluido el académico– la profundidad con que Martí escribió acerca de
la cultura de este país y de sus grandes escritores, como es el caso de Watt
Witman, Ralph Waldo Emerson y otros.
En
Emiliano Salcines no hay raíces cubanas, es hijo de españoles nacido en Tampa.
Sin embargo, Tampa tiene mucho de cubana y todos los ingredientes de su cultura
presentes en ella fueron absorbidos por Emiliano desde la niñez, oyendo y
cantando su música, repitiendo dichos y dicharachos, probando la sazón de su
comida, oyendo las historias grandes de la independencia. Desde muy joven, el
padre lo llevó a La Habana a disfrutar sus teatros, restaurantes, calles
abarrotadas de gente y cantos. A más de
60 años de aquellos pasos habaneros, Emiliano se acuerda del nombre de sus
calles, en qué esquina hay que doblar para llegar al cine Payret o al
restaurante Zaragozana, así como entona
“Ay Mamá Inés” como si hubiera crecido en Guanabacoa.
No pude
acompañar a Emiliano a Miami a recibir el premio de Herencia, pero estoy seguro
de que todos allí, al oír sus palabras y
ver la nobleza en su rostro agradecido, aplaudieron el acierto con que la
prestigiosa institución cumplió en él, como en los otros premiados, el pedido
martiano de “Honrar, honra”.
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