El próximo 26 de enero –a las 5.30 de la tarde, en el Círculo Cubano de Tampa, ubicado en Ybor City– será presentado el libro Chungas y no chungas, una selección de artículos escritos por Victoriano Manteiga en su columna homónima durante las décadas de 1930, 1950 e inicios de la siguiente.
En los apuntes que
escribía diariamente en el periódico que fundara en 1922, hay una diversidad de
temas en los que expone el acontecer local, nacional e internacional. A través
de ellos, con fino humor, seriedad analítica y visión periodística aguda,
informa acerca de los acontecimientos económicos, sociales, políticos y
culturales que eran requeridos por sus lectores y, a su vez, da a conocer su
pensamiento democrático con claridad y coherencia.
Con ese
propósito, después de una amplia introducción
que constituye un primer estudio acerca de su pensamiento, dividimos el libro
en tres capítulos, cada uno de los cuales reúne varios textos del periodista
acerca de un hecho histórico en el que no es un simple informador, sino un
aliado incondicional y valiente del lado donde se defiende la democracia y la
libertad: con el pueblo de Cuba –que es el suyo de origen– en su lucha frente
al gobierno de Gerardo Machado (1925-1933); con la República Española cuando se
debatía en una cruenta guerra contra los militares apoyados por el fascismo
entre 1936 y 1939; y, otra vez, con las fuerzas democráticas cubanas cuando se
levantan contra el gobierno militar impuesto por Fulgencio Batista con el golpe
de estado del 10 de marzo de 1952.
Leer los artículos de Victoriano alrededor de estos
acontecimientos –lo que puede hacerse en el libro que ahora proponemos, tanto
en español como en la primera traducción de estos textos al inglés– tiene
varios beneficios: desde una perspectiva histórica nos lleva a hechos ocurridos hace más de medio siglo y en sus páginas emergen
figuras, lugares, fechas, que nos revelan a nuestros antepasados cercanos;
contribuye a entender los factores que
determinaron los posicionamientos en
campos beligerantes; nos acerca a giros y expresiones lingüísticas del autor y
la época en que se escribieron y –probablemente el servicio mayor– ofrece
ejemplos que contribuyen a la comprensión de la actualidad.
Ese fue el credo de Victoriano Manteiga, como puede
apreciarse en el libro que ahora presentamos y en cuyo epílogo apuntamos:
Si estas páginas
motivan a estudiantes, profesores, investigadores, a buscar en La Gaceta la
obra escrita por el cubano-tampeño –la que reserva un amplio caudal de
contenidos propicios para tesis de investigación, artículos o novedosos
ensayos–, sería un buen camino el de este sencillo libro. Pero, si al término
de la lectura solamente se aprecia que Victoriano Manteiga de los Ríos fue un
hombre inteligente, valiente y de buen corazón, no habrá sido inútil el tiempo
dedicado a presentarlo a través de algunas de sus singulares “Chungas y no
chungas’”.
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