Larissa Ruiz Baía preside el campus que tiene en Ybor City el Hillsborough Community College, espacio universitario que refleja el crecimiento cultural de este pequeño pueblo fundado por tabaqueros a fines del siglo XIX y en cuya historia apasionante aparecen nombres como el de José Martí.
Antes de conversar
con ella, sabía que al aceptar la
responsabilidad de dirigir este campus, ya había sido presidenta de Lakes
Region Community College (LRCC) en Laconia, Nuevo Hampshire. Allí, también fue Vicepresidenta de Servicios Estudiantiles y
Gestión de Inscripciones y trabajó en la administración de educación superior
en instituciones públicas y privadas.
Con un doctorado en
Ciencias Políticas, una maestría en Estudios Latinoamericanos, otros estudios y
varias publicaciones, Larissa eligió a
Tampa para vivir y desde llegar a la ciudad se unió a la directiva de la Cámara
de Comercio de Ybor City y a la Coalición de Aprendizaje Temprano del condado
de Hillsborough.
Apasionada con la
comunidad, el ambiente estudiantil y la población inmigrante, encabeza el
entorno cultural más avanzado de Ybor City y, desde este, ahora está apoyando
la realización de la primera Feria Internacional del Libro que esperamos
celebrar entre el próximo 7 y 10 de marzo y, gracias a su entusiasmo, en espacios de la institución que ella
dirige.
En nuestro encuentro, hablamos de la Feria del Libro. Y como
el Día Internacional de la Mujer
coincide con la fecha de ese evento, creí oportuno exponer, a través de una
entrevista, el ejemplo de una ejemplar mujer.
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Dra. Larissa Ruiz Baía en su oficina de trabajo. Foto/Gabriel Cartaya |
¿Cree que sus orígenes dominicanos han influido en su actitud de apoyo a los inmigrantes y refugiados? Cuénteme sobre su mirada hacia este creciente grupo poblacional en Tampa.
Estoy segura de que mis orígenes caribeños han tenido
influencia en lo ideológico, pero también prácticamente en mi trabajo. Yo nací
y me crié en St. Croix, US Virgin Islands. St. Croix es una de tres pequeñas
islas que pertenecen a los Estados Unidos al oeste de Puerto Rico. Mis padres
son dominicanos, pero emigraron y vivieron en Puerto Rico antes de mudarse a
St. Croix. Mi abuela materna era puertorriqueña y mi abuelo paterno era cubano.
El Caribe, aun antes de ser colonizado por los europeos, era un lugar donde
había movimiento e intercambio entre las tribus indígenas que habitaban la
zona.
Mi familia refleja ese movimiento entre islas. Por eso
siempre he visto la migración como un patrón normal. Claro, entiendo que hay
circunstancias/eventos políticos, económicos, sociológicos que influyen en los
movimientos migratorios involuntarios. Pero, independientemente de la razón que
nos lleva a dejar nuestro hogar, pienso que debemos tratar a todo ser humano
con dignidad y respeto. Las circunstancias que resultan en una migración
forzada no deben justificar el maltrato o la denigración de los inmigrantes por
el país recibidor. A través de mis experiencias personales y profesionales he
tenido la suerte de conocer a un sinnúmero de inmigrantes y dos de las
características que los une son el deseo de superación y el agradecimiento que
sienten por el país que los recibe. Siempre trato de tener esas experiencias en
mente.
Veo que tiene una Maestría en Estudios latinoamericanos,
¿qué le atrae más de ese campo de estudio?
Comencé a tomar clases de política latinoamericana en
Brandeis University y eso abrió mi interés por la política e historia
latinoamericanas. Por eso decidí hacer la Maestría. Mi curiosidad en parte era
por mis vínculos personales a la región, pero también por el deseo de aprender
sobre cómo se desarrollan diferentes sistemas políticos en diferentes
ambientes.
El programa de la Universidad de la Florida aconsejaba a
todos los estudiantes a hacer investigación de campo. Esa oportunidad fue
fundamental para mí.
En su vida profesional, la educación aparece en un lugar primordial y antes de dirigir HCC lo hizo en un college de Nuevo Hampshire. ¿Cómo aprecia la participación hispana en este nivel de enseñanza?
A nivel nacional solo un 33% de los presidentes de
instituciones de alta enseñanza son mujeres. De ese porcentaje, la mayoría son
mujeres blancas. Solo aproximadamente un 8% se identifican como hispanas o
latinas. Los números mejoran cuando nos enfocamos solo en “community colleges”
(colegios comunitarios que otorgan grados asociados primordialmente). Los datos
nos indican que desgraciadamente todavía hay mucho camino por delante para
llegar a un nivel de paridad donde el liderazgo de nuestras instituciones de
alta enseñanza refleje a nuestros estudiantes.
En su labor como presidenta de HCC, ¿qué es lo más difícil y
lo más agradable para usted?
Primero, aclaro que soy la presidenta del recinto de Ybor
City de HCC. El presidente de HCC es el Dr. Ken Atwater. Lo más agradable es
ser testigo del desarrollo (personal y profesional) de nuestros estudiantes y
el impacto positivo que ese desarrollo tiene no solamente para ellos
individualmente sino también para sus familias. Una de las cosas difíciles es
conocer los obstáculos que algunos de nuestros estudiantes traen con ellos: el
hambre, el no tener hogar, el ser víctima de abuso o sufrir de una enfermedad
mental, entre otras cosas. Nosotros intentamos proveer apoyo para facilitarles
el camino académico, pero muchas veces no tenemos los recursos necesarios.
¿Qué significa para usted dirigir un centro educacional en
un lugar como Ybor City, de tan hermosa historia?
Yo estoy muy agradecida de las oportunidades que tuve en el
estado de New Hampshire. Lakes Region Community College me permitió servir como
presidenta por primera vez y trabajar con un gran equipo de trabajo, al cual
extraño. Sin embargo, yo sabía que quería servir a una población más diversa y
específicamente trabajar más de cerca con poblaciones minoritarias. Yo escogí a
HCC Ybor City Campus porque llenaba esos criterios, incluyendo su designación
federal como Hispanic Serving Institution (HSI). ¡La historia de Ybor City fue
como se diría en inglés “the icing on the cake” o la cereza del postre! Yo
había visitado Ybor City anteriormente, pero no tenía mucho conocimiento sobre
el comienzo de este lugar y la importancia que tuvo en el desarrollo de la ciudad
de Tampa y el estado de Florida. Ha sido gratificante el conocer esa historia
tan de cerca y aún más a las personas e instituciones (incluyendo, por
supuesto, al periódico La Gaceta) que la mantienen viva.
Sé que está prestando un valioso apoyo a la organización de
la Primera Feria Internacional del Libro en Tampa, que situará a HCC en el
centro de ella. En su opinión, ¿qué representa esta fiesta del libro para la
ciudad?
Espero que la feria llegue a ser un espécimen central de los
muchos eventos culturales que hoy son reconocidos como parte de la cuidad de
Tampa. Como institución académica para mí es lógico que HCC Ybor City Campus
sea sede de este evento. Aún más, como HSI, nos toca apoyar a los estudiantes
hispanos o latinos que son casi el 40% de nuestra población estudiantil.
Para mí, no hay mejor lugar para la feria que el recinto de
HCC en Ybor City, donde primero llegaron los inmigrantes cubanos, españoles,
italianos, etc, quienes establecieron y levantaron las fábricas de tabacos que
dieron a conocer a Tampa internacionalmente. ¡Estoy orgullosa de ser parte de
esta feria inaugural y confío en que será todo un éxito!