viernes, 17 de mayo de 2024

Última página del Diario de campaña de José Martí

 El 17 de mayo de 1895 José Martí se encontraba en el campamento de La Vigía, en Dos Ríos. Como menciona en su Diario de campaña, ese día solo le acompañaban 12 hombres, a pesar de ser el máximo dirigente político de la Guerra de Independencia cubana y cuando todos sabían que las tropas españolas estaban detrás de los insurrectos.

Cómo se explica que una figura en quien recaía la mayor responsabilidad en el ordenamiento de un gobierno que encausara el país hacia la independencia estuviera  ese 17 de mayo con tan ­inexplicable inconcebible desamparo. Si entonces una avanzada española hubiera llegado a aquel débil campamento, se habría repetido la cacería inexplicable que sufrió Carlos Manuel de Céspedes en San Lorenzo.

La indefensión entre la ­jerarquía mambisa lo alcanzó dos días después, cuando acompañado únicamente por el soldado imberbe Ángel de la Guardia apareció a galope frente a los fusiles españoles que lo fulminaron. Estaba en la guerra y le sobraba el valor para morir combatiendo, pero estaba más atento a los otros que a sí mismo. Así lo apreciamos en la última página del Diario, cuando nos da detalles de quienes le acompañan y por cuyas líneas entraron a la historia.

También es incomprensible la demora inútil en Dos Ríos. La única razón de la acampada era la necesidad de sostener una reunión con el general Bartolomé Masó, como lo hicieron él y Máximo Gómez en La Mejorana con Antonio Maceo. Eran los dos generales con mayor mando en Oriente y si con el Titán de Bronce hubo fricciones en torno a la organización del gobierno, ellos esperaban que el Héroe de Bayate contribuyera a limarlas.

Sin embargo, aunque le convocaron en carta del 12 de mayo al llegar a Dos Ríos y el 15 repitieron el aviso, vino a ser el 18 por la noche que Masó apareció, rodeado de unos trescientos hombres a caballo. A esa hora, Martí estaba escribiendo una hermosa carta a su amigo mexicano Manuel Mercado, quien nada tenía que ver con aquel lugar. Le estaba hablando de “sentimientos de tan delicada honestidad” cuando se oyó el tropel de los cascos. Por eso, no tuvo tiempo de escribir en su Diario el día 18, lo que tampoco pudo hacer el 19, pues lo impidió la muerte.

Al terminar de leer esas páginas del Diario de campaña que tanto impresionaron a María Zambrano, a José Lezama Lima y a tantos grandes escritores, nos quedamos con ese dulzor del higo, como hechizados con las palabras de aquel gran hijo de América.

Pintura de Esteban Valderrama, presentada en el
Salón de Bellas Artes de La Habana, en1918.

Última página del Diario: 17 de mayo de 1895

  Gómez sale, con los 40 caballos a molestar el convoy de Bayamo. Me quedo escribiendo con Garriga y Feria, que copian las Instrucciones Generales a los Jefes y Oficiales conmigo doce hombres, bajo el Teniente Chacón, con tres guardias, a los tres caminos; y junto a mí, Graciano Pérez. Rosalío, en su arrenquín, con el fango a la rodilla, me trae, en su jaba de casa, el almuerzo cariñoso: «por usted doy mi vida».

Vienen, recién salidos de Santiago, dos hermanos Chacón, dueño el uno del arria cogida antier, y su hermano rubio, bachiller y cómico, – y José Cabrera, zapatero de Jiguaní, trabado y franco, – y Duane, negro joven, y como labrado, en camisa, pantalón y gran cinto, y ... Ávalos, tímido, y Rafael Vázquez, y Desiderio Soler, de 16 años, a quien Chacón trae como hijo. – Otro hijo hay aquí, Ezequiel Morales, con 18 años, de padre muerto en la guerra. Y estos que vienen, me cuentan de Rosa Moreno, la campesina viuda que le mandó a Rabí su hijo único Melesio, de 16 años: “allá murió tu padre: ya yo no puedo ir: tú ve”.

Asan plátanos, y majan tasajo de vaca, con una piedra en el pilón, para los recién venidos. Está muy turbia el agua crecida del Contramaestre, – y me trae Valentín un jarro hervido en dulce, con hojas de higo.

 

 

viernes, 10 de mayo de 2024

Desde la última carta de Martí a la madre

 En ocasión de celebrarse el Día de las madres, felicitamos a todas desde La Gaceta, e incluimos en nuestra columna una de las cartas más hermosas enviadas por un hijo a la suya. Es la misiva enviada por José Martí a Leonor Pérez, cuando iba a salir hacia Cuba para incorporarse a la Guerra de Independencia. Cuando ella la tuvo ante sus ojos, él ya estaba en las filas del Ejército Libertador y no volverían a verse.

También, incluyo un fragmento de mi libro Luz al universo, en el que se plasman las relaciones de la madre con el hijo, miradas en retrospectiva a partir del instante en que ella está leyendo la carta.

Madre mía:

Hoy, 25 de marzo, en vísperas de un largo viaje, estoy pensando en Ud. Yo sin cesar pienso en Ud. Ud. se duele, en la cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; y ¿por qué nací de Ud. con una vida que ama el sacrificio? Palabras, no puedo. El deber de un hombre está allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre. Abrace a mis hermanas, y a sus compañeros. ¡Ojalá pueda algún día verlos a todos a mi alrededor, contentos de mí! Y entonces sí que cuidaré yo de Ud., con mimo y con orgullo. Ahora, bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza. La bendición.

Su, J. Martí

Tengo razón para ir más contento y seguro de lo que Ud. pudiera imaginarse. No son inútiles la verdad y la ternura. No padezca.

Leonor Pérez, la madre de José Martí, vivió en Tampa entre
el 11 de abril y el 28 de agosto de 1898.

Leyendo la carta del 25 de marzo, casi a la ida del sol, apretaba los ojos para sentirlo de nuevo, como en el alba de aquel 28 de enero, a los once meses de casada, cuando oyó el llanto de la criatura que nació de sus entrañas y levantó en vilo, ante los ojos felices de Mariano, para comprobar su condición de varón y, ya satisfecha, reconocerle la piel blanca, los ojos glaucos, las manos finas y la frente ancha, como de inteligencia y porvenir. Con ningún otro parto experimentó aquel desgarramiento, ese rompimiento de volcán.

De la tutela de Mendive lo vieron saltar a hombre sin apenas darse cuenta. Pero es que él se revolvió junto con el país, como si juntos hubieran cumplido la mayoría de edad. España empezó a perder a Cuba cuando la familia comenzó a perderlo a él. No se sabía bien cómo fueron engranándose los fermentos, pero después del 10 de octubre de 1868 no hubo hogar en Cuba que no conociera el nombre de Carlos Manuel de Céspedes, un infidente, un abogado bayamés que tuvo el atrevimiento de alzarse en armas contra el poder de Su Majestad de España, darles la libertad a sus esclavos para sembrar el ejemplo, y comenzar aquella guerra de tantos años, casi a machete, contra el Ejército Real.

Un día el hijo regresó de la escuela como iluminado, con un poema que evidenciaba su total adhesión al sentir de la patria: No es un sueño, es verdad: grito de guerra, / Lanza el pueblo cubano, enfurecido; / El pueblo que tres siglos ha sufrido / Cuanto de negro la opresión encierra.

 El niño había visto un esclavo ahorcado cuando estuvo con el padre en Hanábana, y se había jurado, en secreto que vertió en versos más tarde, lavar con su sangre el crimen. Solo tenía nueve años, y eso ya nadie lo pudo borrar de su mente. Después se supo que a partir del 10 de octubre el señor Mendive se acuarteló en su domicilio, entre un grupo de hombres donde permitían entrar a su hijo adolescente, a desplegar un mapa de la Isla para seguir el avance de los insurrectos.

Ya nunca más hubo calma. La Habana fue también un campo de batalla: tiros, gritos, panfletos, escándalos día y noche, y el colegio de Mendive hecho un hervidero.

Un día se apareció el hijo con un periodiquito estudiantil y más nunca, ni a ella ni al padre, entonces celador en Batabanó, se les quitó la preocupación. La verdad es que siempre llevó juntos los dos sentimientos, la adoración por la madre y el amor a la patria; aunque los deberes hacia lo que él llamó madre mayor –por el compromiso, no por quererla más–, le ocuparan la vida.

 Leyendo “Yo sin cesar pienso en Ud.” recordó el poema que le hizo el hijo cuando apenas tenía 15 años y ella cumplía sus cuarenta:

Madre del alma, madre querida, /Son tus natales, quiero cantar; /Porque mi alma, de amor henchida, /Aunque muy joven, nunca se olvida /De la que vida me hubo de dar.

Todavía lloraba recordándolos, pasando los ojos, casi sin poder leer, por ese “conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre”.

 

 



viernes, 3 de mayo de 2024

Ali Sánchez, una actriz llena de sueños viene a Tampa

 Aliani Sánchez es una actriz, modelo y humorista cubana que próximamente el público de Tampa podrá ver actuar en el espectáculo De Banao para el mundo, que se presenta como “la historia de una guajira, contada desde un auditorio”. Desde el título, apreciamos que con la obra la artista honra sus raíces, al presentar con gracia y sensibilidad el pueblito del campo cubano donde nació.

Ali, como es conocida la actriz, estudió en el Instituto Superior de Arte en La Habana y se dio a conocer en la televisión de su país en programas humorísticos de mucha aceptación como Sabadazo y Pateando la lata.

Como tantos artistas cubanos, emigró a Miami (2007) y en ese lugar ha enriquecido su profesión, actuando en  programas televisivos como  Sábado gigante y en la novela Alma indomable, de Venevisión. Asimismo, trabajó en obras teatrales como Oficialmente gay, Probation, Las Habaneras de hoyo colorao, Chamacos, Weekend en Bahía y otras.

Al saber que el  espectáculo Banao para el mundo, que ha sido muy aplaudido en  Miami, se presentará el próximo 26 de mayo en Tampa, solicitamos a la actriz una breve entrevista para La Gaceta, a la que accedió con prontitud y amabilidad.

¿Como una hija de Banao, en las montañas del Escambray, se convirtió en la talentosa actriz que conocemos hoy?

Con trabajo y sacrificio. Con enfoque, no importa de donde seas, la voluntad y constancia pueden llevarte a donde quieras llegar.

Para muchos actores cubanos ha resultado difícil reencontrase con su profesión en Estados Unidos. De hecho, algunos nunca lo han logrado a pesar de haber triunfado en su país en la televisión, el teatro, el cine. ¿Cómo explicas esta realidad y cómo te impusiste a ella?

Creo que me ha ayudado mucho mis ganas de crear, mi inquietud, el no quedarme tranquila, no conformarme, salirme de mi zona de confort y arriesgarme. He emprendido muchos proyectos que no me han funcionado, pero nunca he dejado que un fracaso me detenga, aprendo de ello, busco otros caminos y sigo sin jamás hacerle daño a nadie.

¿Por qué el tránsito hacia el humor?

El humor comenzó a ser mi camino principal en un momento donde todos estábamos muy necesitados de una risa, en la pandemia. Comencé a crear reels y vídeos para las redes durante la cuarentena y me sorprendió la cantidad de mensajes bellos que recibí de personas que me agradecían por haberles sacado una risa cuando estaban pasando por momentos difíciles.

Si el tiempo fuera manejable, ¿dónde lo habrías detenido un poco más, en Sabadazo o en Las Cazafortunas?

No detendría el tiempo en ninguna parte. Estoy muy agradecida por mi trayectoria y cada uno de mis capítulos, de todo he aprendido mucho y todo ha durado lo que ha tenido que durar.

Háblame de ti como actriz de teatro y de tu relación directa con los espectadores.

 El escenario siempre es la verdadera escuela. La actuación en general es un gran desafío. En el escenario no hay “corten, salió mal, repetimos”, en el escenario no hay segundas oportunidades, es tu verdadera conexión con el público, es tu capacidad de improvisar en caso de que sea necesario, es donde aprendes a controlar tus nervios. Mi prioridad es que los espectadores me vean justo como soy, sin filtros, sin ediciones, me gusta llegar a ellos con verdad y transparencia.

Creo que a fines de mayo estarás en la presentación de una obra en Tampa. Cuéntanos del grupo teatral, de tu actuación y de las expectativas con la presentación en una ciudad donde ya se te conoce. 

 El show  Banao para el mundo es para mí como desnudar mi alma en el escenario, es mi esencia. Estoy muy agradecida con todo el equipo, porque es realmente un “equipazo”.

Es un show donde se ríe mucho y también se llora, es un show que refleja no solo mi verdad, sino también la de muchos cubanos e inmigrantes que hemos llegado a este país llenos de sueños y ganas. Hacer esta presentación en Tampa me enorgullece mucho. Tampa siempre ha sido un lugar donde me he sentido como en casa y actuar allí me hace muy feliz.

Nota del editor: Agradecemos a Tampa Lector Consortium la conexión con la actriz Ali Sánchez. De Banao para el mundo se presentará en el Centro de Eventos Hard Rock, de Trampa, el 26 de mayo, a las 8 p.m.