El pasado 27 de septiembre, quedó inaugurado en Ybor City un hermoso edificio que ha sido nombrado José Martí, un tributo merecido a quien es considerado con justicia uno de los grandes hombres de América.
La imagen y la palabra del prócer cubano –quien desde una
tribuna a escasos metros del edificio que nace con su nombre convocó y organizó
la última guerra hispanoamericana por la independencia–, resaltan en cada uno
de los espacios interiores de esta obra que enriquece el rostro urbanístico de
Tampa.
![]() |
Obra del escultor Yoandy Orama |
En el momento de la emotiva inauguración, se destacó a quienes tienen el mérito de haber propiciado su nacimiento. Se agradeció a Darryl Shaw, un apasionado inversionista al que la ciudad de Tampa debe la construcción o remodelación de varios inmuebles y obras como BluePearl Specialty & Emergency Hospital for Pets, reconocido a nivel nacional. Asimismo, se destacó la labor de Ariel Quintela, quien forma parta del equipo de inversionistas que están cambiando el rostro de Ybor City y a quien se le debe el bautizo de algunos inmuebles, remodelados o creados, con el nombre de patriotas cubanos que acompañaron a José Martí en su obra redentora de alcance universal.
![]() |
Emiliano Salcines habla sobre José Martí. Al fondo, estatua de José Martí creada por el escultor cubano Villa Soberón. |
El mismo Ariel, en las palabras inaugurales se refirió con gratitud a quienes han contribuido a hacer realidad este edificio situado entre las calles 12 y 13 y 7.ª y 8.ª avenida, con 127 apartamentos modernos, cómodos y hermosos, así como un amplio espacio comercial cuyo destino pudiera ser un restaurante. A su lado, también quedó inaugurado otro edificio con el nombre de Juan Gualberto Gómez, el patriota cubano a quien se le enviaría desde Tampa la Orden de Alzamiento firmada en Nueva York por José Martí para dar inicio a la guerra de independencia. Así, los dos hombres que entonces se unieron en búsqueda de una patria libre, en la libertad unen sus imágenes en estos edificios que les honran.
![]() |
Sobre las 21 visitas de José Martí a Tampa |
Desde entrar al edificio José Martí, se siente su presencia en todos sus recodos. En un amplio pasillo interior entre las dos torres que componen, sobresale una estatua a tamaño natural realizada por el escultor cubano José Ramón Villa Soberón, rodeada de un jardín donde prevalecerán las rosas blancas. Frente a ella, el honorable juez retirado Emiliano Salcines Jr., quien fue invitado a decir unas palabras sobre Martí –lo que hizo con la sapiencia y emoción que acostumbra– tuvo la inspiración de recordar aquellos versos: “Cultivo una rosa blanca/ en julio como en enero/ para el amigo sincero/ que me da su mano franca…”, lo que hizo, con una rosa de ese color en la mano.
![]() |
Ariel Quintela en la inauguración del edificio José Martí |
También allí, la compañía de teatro infantil La Colmenita, que vino de Cuba guiada por su padre, Carlos Cremata, entonó canciones con versos de Martí y dijo frases suyas, adelantándose a un momento en que, ya dentro del edificio, ofreció un momento artístico profundamente martiano. Ya caminando por su interior, se disfruta la presencia de aquel Maestro universal, en todo el entorno. Con un equilibrado sentido de los espacios, la diseñadora colombiana Carolina Crobo embelleció las paredes con imágenes y frases relacionadas con la obra de Martí en Tampa –señaladamente sus 21 visitas a la ciudad–. En la decoración interior, resalta el trabajo realizado por Yoandy Orama, a quien se le debe una estatua de Martí (sentado con las piernas cruzadas) que llama la atención desde la entrada por la 7.ª avenida a esa sala convertida en una especie de museo martiano. También se distingue la fachada en relieve de la fábrica de tabacos de Vicente Martínez Ybor, realizada por Junior del Pozo. Asimismo, una pintura de Martí, obra de Vicente Castro, contribuye al nivel artístico y educativo con que se honra “al hombre sincero/ de donde crece la palma” y a quienes, como él, dedicaron lo mejor de su vida a que la humanidad sea cada vez mejor.
Ante obras como esta que inauguramos en Ybor City, cada uno
de los que contribuyó a su feliz realización –desde el primer inversionista
hasta quien puso el último ladrillo– puede sentir que, como hombre o mujer de su tiempo, está trabajando también
por el mejoramiento del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario