martes, 16 de noviembre de 2021

El Salvador desde la mirada de Ester Alvarenga

 La semana pasada conocí a la salvadoreña Ester Alvarenga, cuando coincidimos visitando a un amigo. Sin saber que es graduada de Ciencias Políticas en una universidad de su país, le pregunté, para decir algo, cómo les iba con el gobierno de Nayib Bukele. La profundidad de su respuesta rebasó los límites de mi expectativa y entonces le propuse compartir con La Gaceta sus opiniones, pues resulta interesante el proceso político que vive esa nación centroamericana. 

Sin embargo, vino a ser cuando el diálogo despertó el interés periodístico que calibré la autoridad con que Alvarenga puede hablar de este tema, pues tiene una maestría en Resolución de Conflictos y Mediación, por la Universidad de Santander, en España; una maestría en Ciencias Políticas por la Universidad Centroamericana José Cimeón Cañas, de El Salvador, una  licenciatura en Trabajo Social en la Universidad Luterana Salvadoreña, varios diplomados, experiencia académica, Jurado en diversas tesis universitarias y una vasta experiencia laboral en campos tan complejos como la defensa de los derechos humanos de las víctimas de ­desaparición forzada de niños y niñas durante el conflicto armado 1980-1992. Es miembro de la Asociación PROBUSQUEDA, trabaja con grupos vulnerables como mujeres, niños y niñas, personas adultas mayores y migrantes;  ha participado en planificaciones estratégicas, operativas y formulación de proyectos de ­cooperación y también en relaciones políticas diplomáticas ante organismos internacionales y multilaterales. A quien mejor, entonces, para preguntarle:

¿Cómo aprecias la concentración de poderes que el  presidente Nayib Bukele está impulsando en tu país?

Desde que el señor Nayib Bukele Ortez asume la presidencia en El Salvador, el pequeño pulgarcito está viviendo una situación de ingobernabilidad política. El estilo de gobernar del Presidente es dictatorial y autoritario. No muestra ninguna voluntad para entender los disensos, sino, por el contrario, impulsa una campaña de odio y desprestigio contra sus opositores políticos y contra todas aquellas personas e instituciones que cuestionen su actuación.

Conversando con Ester Alvarenga, en Tampa
Su autoritarismo quedó demostrado con el llamado que hizo a la insurrección el 9 de febrero de 2020 y toma por la fuerza la Asamblea Legislativa, deslegitimando al primer órgano del Estado, acción que fue conocida en todo el mundo y ampliamente denunciada por organizaciones nacionales e internacionales. En otras palabras, el presidente Bukele pretendió dar un golpe de Estado a dicho órgano.

Desde esa fecha, el presidente Bukele continuó la campaña de desprestigio contra el órgano legislativo y posteriormente también lo hizo con los Magistrados de la Sala de lo Constitucional, quienes, en reiteradas ocasiones emitieron sentencias contra el actuar del Presidente, muchas de las cuales no fueron aceptadas, cayendo en absoluto desacato.

En resumidas cuentas, el presidente Bukele con la campaña de odio logró sus planes (cautivar el voto popular) obteniendo 55 escaños en la nueva Asamblea Legislativa 2021-2024, mayoría suficiente para quitar y poner funcionarios de segundo grado, elegir a magistrados de la Corte Suprema de Justicia, magistrados del Tribunal Supremo Electoral y cambiar incluso la Constitución. Es así que, desde el 1.° de mayo tiene control del Parlamento, por lo que la bancada del oficialismo, desde la medianoche de ese mismo día y siguiente sorprenden con la destitución de los Magistrados de la Sala de lo Constitucional y del Fiscal General de la República. Es decir, de nuevo se presenció otro golpe de Estado, esta vez contra el órgano judicial.

Desde que se instalaron los diputados del oficialismo y sus aliados, han aprobado proyectos de ley con dispensa de trámite en obediencia al Presidente, tal como él lo expreso en 2020: “Los diputados, sólo tienen que apretar el botón”. En otras palabras, los diputados lo que hacen hoy es pasar y aprobar papeles sin analizar su pertinencia, sometiendo al país a una situación política y económica sin retorno.

Con la concentración de poder, el presidente Bukele pone en peligro los Acuerdos de Paz de 1992, con los que se puso fin a un doloroso conflicto armado que desgarró al pueblo salvadoreño y, asimismo, al estado democrático de derecho que se ha venido consolidando desde esa fecha.

¿Qué efectos ha tenido la política del presidente Bukele en la economía de El Salvador, incluyendo la legalización del bitcoin?

El presidente Bukele inició su gestión sin ningún plan donde se tracen las líneas estratégicas para la recuperación económica. En esta área, como en otras, se ha caracterizado por la improvisación, por lo que el rumbo económico es impredecible. Lo que sí se puede asegurar es que, desde el primero de mayo de 2021, la nueva Asamblea Legislativa está sometiendo al país a un endeudamiento cuyas consecuencias serán insostenibles, con daños irreversibles. Lo que es peor, se niegan a rendir cuentas de la “ejecución” de los fondos, por el contrario, han aprobado leyes para declarar en reserva los gastos del gobierno.

Por otra parte, está sometiendo a una aventura económica no sólo a la economía nacional, sino también la ya deteriorada economía familiar, con la imposición de la moneda Bitcoin, por ser una moneda altamente volátil, especulativa e incontrolable.

El escenario económico que se avecina para los próximos 3 años, sin duda, agudizará la pobreza, el desempleo, e incrementará la emigración y, sin duda, agudizará la violencia, efectos nocivos para nuestro pueblo.

¿Qué futuro político avizoras en tu país?

El Salvador está en presencia de una aceleración en la polarización social y política, producto del autoritarismo con rasgos dictatoriales del presidente Bukele, así como también por las medidas antipopulares que está impulsando. La implementación del bitcoin es una de las medidas que ha sido rechazada, incluso hasta por muchos de sus seguidores. 

Estas medidas han motivado a diferentes sectores sociales de diferentes expresiones políticas e ideológicas a manifestarse y protestar. La marcha del 15 de septiembre es el inicio de la expresión popular en rechazo a dichas medidas y no sólo contra el bitcoin sino, también, ante el rompimiento del estado constitucional de derecho y contra su reelección, por ser violatoria a la constitución.

Se puede decir que el presidente Bukele está generando el caldo de cultivo para la expresión del descontento popular, por lo que es urgente y necesario que recapacite y se esfuerce por la armonización de la sociedad, promoviendo una cultura de paz en vez de la cultura de odio y violencia, pero para lograrlo es necesario la tolerancia y el respeto a la institucionalidad democrática.

¿Qué es la Asociación PROBUSQUEDA, en la que trabajas?

Surgió en 1994, dos años después de los Acuerdos de Paz con los que se puso fin a un conflicto armado que dejó más de 100 mil personas asesinadas, más de 8 mil desaparecidos y más de un millón de desplazados. En este contexto, también desaparecieron más de mil niñas y niños.

PROBUSQUEDA  ha reivindicado el derecho de las víctimas a exigir el derecho a la verdad, la justicia y la reparación, pero también ha promovido procesos de formación y educación desde el componente de la memoria histórica  tan necesarios para que hechos horrendos, como los sufridos por las víctimas, especialmente los niños y niñas, no la sufran otras generaciones.

El trabajo incesante de PROBUSQUEDA permitió develar la negativa del Estado de El Salvador en reconocer que la desaparición forzada de niñas y niños constituyó una práctica sistemática y deliberada durante el conflicto armado.

Hasta la fecha, PROBUSQUEDA cuenta con una base de datos de más de mil denuncias, de las cuáles ha logrado determinar el paradero de 459  jóvenes que en su infancia  fueron desaparecidos, promoviendo reencuentros con sus familiares biológicos en muchos de los jóvenes que han sido localizados.

La investigación de campo para la ubicación de jóvenes se robustece con la investigación científica, para lo cual cuenta con un Banco de Perfiles Genéticos gracias al apoyo de científicos de laboratorios internacionales.

En el ámbito de la justicia, ha logrado condenas por la Corte Interamericana contra El Estado de El Salvador, mediante las cuales ha permitido algunas reparaciones para las víctimas, y ha presentado más de 50 casos de niñas y niños desaparecidos ante el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas. 

Publicado en La Gaceta, Tampa, en 11 de noviembre, 2021

 

 

 

 

 

viernes, 5 de noviembre de 2021

Pedro Esteve, un relevante anarquista español que vivió en Tampa

No sé si en Tampa alguien recuerda al español Pedro Esteve, quien vivió varios años aquí a principios del siglo XX. Entonces era bien conocido y con frecuencia su nombre aparecía en la prensa europea y estadounidense, pues durante esa época fue connotado líder mundial del anarquismo. A fines del siglo XIX y hasta bien entrado el siguiente, las ideas anarquistas tuvieron una enorme fuerza en Europa y circularon rápidamente por el continente americano, especialmente por Estados Unidos. 
      Si entendemos como anarquismo a una ­doctrina política que se propone la ­desaparición definitiva del Estado y sus organismos e instituciones, a favor de la libertad del individuo por encima de cualquier autoridad, es comprensible que sus ideas sedujeran a miles de personas insatisfechas con los modelos de dominación capitalista establecidos hasta su tiempo. Aunque hay muchas figuras y corrientes dentro de este campo, quiero referirme a Pedro Esteve porque está dentro de la historia de Tampa, donde fue lector de tabaquería y defensor acérrimo de las propuestas de esa doctrina, resultando uno de los máximos exponentes, no sólo en Tampa sino en Estados Unidos, de una dimensión transnacional del anarquismo.     
Pedro Esteve

        Pedro Esteve nació en Barcelona, en 1866, y tuvo una carrera meteórica dentro de las ideas y práctica anarquista desde mitad del siglo XIX en Europa y América. En 1887, fue uno de los fundadores del periódico El Productor y ese mismo año se convirtió en secretario de la Federación Regional Española (FRE). En 1889, formó parte del jurado en el “Concurso Socialista” de Barcelona. Se hizo tipógrafo, oficio que aprendió en la Academia junto con el conocido Rafael Farga Pellicer. En 1891, fue delegado en Madrid en el Congreso de la “Federación de Resistencia al Capital, Pacto de Unión y Solidaridad” y ese mismo año asistió al Congreso Internacional en Bruselas. De allí, participó junto a otros líderes anarquistas en una campaña de propaganda por París, Londres y otras ciudades europeas.           En 1892 llega a Estados Unidos por primera vez, promoviendo en Nueva York sus ideas libertarias entre españoles, italianos y otras comunidades. Allí comienza a escribir para El Despertar, periódico defensor del anarquismo que se distribuía también en Tampa, donde tenía corresponsales. En ese diario, del que llegó a tener prácticamente el liderazgo, desarrolló una intensa campaña de concientización a favor de las ideas ácratas que preconizaba. 
      En 1893, lo vemos en la Conferencia Anarquista Internacional de Chicago, donde expone la situación de España y, a su vez, representa a los obreros de Cuba. Después de ese evento viaja a Cuba, a exponer los acuerdos tomados. En la Isla permanece varios meses, pero es perseguido y se ve forzado a embarcar hacia Florida. En Tampa comienza a publicar en El Esclavo, periódico sindicalista que se hizo en esta ciudad entre 1894 y 1898, pero sigue a Filadelfia y luego a Nueva York. Es en 1901 que Esteve viene a vivir permanentemente a Tampa, donde se empleó como lector de tabaquería, convirtiéndose desde su llegada en un connotado líder social.       
      Aquí vivió hasta 1911, cuando la continua persecución a que fue sometido lo obligó a abandonar Florida y regresar a Nueva York. Allí continuó una ferviente labor de propaganda, tanto en la prensa como en discursos directos que llevaba a las fábricas de tabaco, a los mineros, las hilanderías, los muelles y donde quiera que hubiera presencia obrera, incluso viajando a otras ciudades.
      Hasta su muerte, ocurrida en Nueva York en 1925, el español Pedro Esteve continuó siendo una de las figuras más visibles del anarquismo de su tiempo. Vivir en Tampa, alrededor de 10 años, le incluye como una de las figuras cimeras del anarquismo en esta ciudad.