viernes, 28 de diciembre de 2018

Nace Ediciones Surco Sur con El camión verde y otros pasajes

    Estas líneas no aspiran a ser una reseña del libro de poesía El camión verde y otros pasajes, aunque incluyan un comentario breve sobre él. Contienen, sí, la doble noticia de que, con tan hermoso poemario, sale también a la luz Ediciones Surco Sur, como extensión de la revista que con el mismo nombre venimos publicando hace algunos años.
    Al inaugurarse Ediciones Surco Sur, pretendemos –desde Tampa– compaginar dos métodos de publicación que en nuestros días pugnan por el mercado del libro, especialmente en su tradicional soporte de papel,  que en contra de lo que muchos afirman, no será ahogado por su competidor digital. De esos dos procedimientos, las editoriales tradicionales y el autofinanciamiento del libro, si aquellas gozan de la autoridad de contar con especialistas en el reconocimiento de la calidad de las obras que seleccionan, el prestigio de sus autores y el estudio de mercado que garantiza las utilidades  de la inversión, el segundo método tiene como padecimiento principal el hecho de devenir de la voluntad y recursos del autor, en el que la calidad puede zozobrar por la autoevaluación desmedida,  la vanidad posible y el nivel económico de su creador. Estas razones han permitido que libros de muy poca calidad maltraten el idioma y el arte de escribir a niveles incluso vergonzosos, circulando en Amazon o en otras plataformas de comercialización, lo que daña la imagen de vehículo cultural con que durante siglos los libros se han reverenciado.
     El peligro en que el autofinanciamiento –“modelo destructivo de la autoedición”, le ha llamado el crítico español José Antonio Santana– ha situado la aparición y circulación del libro en nuestro tiempo, no significa, en sí mismo, que no hayan sido publicadas buenas obras por esta vía. Excelentes autores han sido desconocidos por las grandes editoriales y sus obras desplazadas por la de escritores cuyo prestigio se ha impuesto en la selección, aun cuando la calidad de una propuesta suya pudiera haber sido inferior.  En muchos de estos casos, el autofinanciamiento ha sido el camino encontrado por obras de calidad, aunque, casi siempre, han tenido el tino de buscar buenos editores, correctores, diseñadores.
     Ediciones Surco Sur se sitúa en un  punto medio: no es la editorial con una base económica que le permita fungir como aseguradora de la selección, corrección, edición, diseño, diagramación, impresión y distribución del libro, por lo que requiere de un pago mínimo del autor para cubrir esos requerimientos; pero sí es responsable de la calidad integral de la obra publicada. Para ello se aleja de una decisión individual, al contar con un equipo editorial formado por especialistas en el idioma español, crítica literaria y artes gráficas, cuyos nombres aparecerán en los créditos de cada obra que se publique.
    El proyecto de Ediciones Surco Sur, que hemos concebido con miembros del mismo consejo editorial de la Revista Surco Sur –la Dra. Madeline Cámara, el poeta Alberto Sicilia, el diseñador Edgar Jerez y quien escribe estas líneas, entre otros–, se acaba de hacer realidad con la salida de su primer libro, que no por azar, sino por  fuerza simbólica, pertenece al género expresivo con que nació la palabra: Poesía.
   El libro ya está en Amazon, con su nombre El camión verde y otros pasajes, ampliado el título con que el poeta Alberto Sicilia publicó en Cuba, en 1994, su primer poemario. Ahora, una selección de aquel texto temprano, más algunos que fueron incluidos en tres libros sucesivos y otros poemas inéditos, conforman esta obra, de la que la profesora Madeline Cámara ha expresado en una luminosa introducción: “He aquí El camión verde y otros pasajes, un poemario que nos habla de Cuba, su gente, sus saberes subversivos, pero también entra en los paisajes interiores del hombre que supo aprovechar la oportunidad de reflexionar sobre su entorno y sobre sí mismo…”.
    Con suma agudeza supo ver la Dra. Cámara estos dos ángulos, que no son los únicos sobre los que llama la atención. Reflexionar sobre el entorno es una mirada constante del autor en los 64 poemas que se juntan en este volumen. Si en el primero de ellos,  “al chofer que mira/ en el silencio alucinante de la carretera”, se condensan ambas, el poeta-chofer y la carretera, desde lo intra y extraliterario de la voz lírica, en el último se ha detenido en un parque de la ciudad en que hoy habita, desde donde observa “al hombre caminar de prisa”, un hombre que “sueña que camina sobre el agua/ y se hunde”. Quién sabe qué temores afloraron al subconsciente del poeta cuando el agua, entorno secular amado y doloroso  de la Isla, fue reencontrada en un parque tan cercano al mar que lo acerca y aleja de su Cabaiguán cubano.
    En todo El camión verde y otros pasajes habita una legítima lírica, donde, por momentos, el tono se hace reflexivo, filosófico, penetrante, proveniente de siglos de incursiones del pensamiento sobre la existencia humana, como “persiguiendo a Ariadna por este laberinto”, pero desde otra pertinencia. “Yo no soy Zaratustra, ni Zoroastro, ni Heráclito”, integra la exégesis de su propia obra, parecida a todas y a ninguna de la que es, por eso mismo,  verdadera poesía. 
    El camión verde y otros pasajes es, como corresponde al género, un  poemario de amor. Si esta declaración no arriesga un peligro de cursilería, es porque los poemas que lo componen expresan a un nivel elevado el sentimiento más legítimo y arraigado que acompaña al ser humano y justifica su vivir.
     Ediciones Surco Sur ha nacido en un momento de Navidad y entra al Año Nuevo con la promesa de dar a conocer nuevos ejemplares y dispuesta a recibir propuestas que le enriquezcan. Y como es una fecha de felicitaciones y obsequios,  ofrece a los amantes de la lectura y la poesía la posibilidad de adquirir, disfrutar y también regalar un libro en cuya portada luce un dibujo creado y regalado al autor por Fayad Jamis –ese grande poeta, aunque muerto, nunca desaparecido– y donde puede leerse, dedicado a Cuba, este enigmático poema de trece –13– versos, como nacido de un pincel infinito:
      Isla curvada
     Oblicua en el ojo del marino:
     Arco para no disparar,
     Arco sin flecha.
    Ola gigante que vigila al norte
    Guardando al sur.
    Isla rumbo a la espuma
    Verde con azul,
    Cielo con montaña,
     Lenguaje de arena si confluyen,
     Isla y ola
     Amargas,
     Misteriosas.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Tampa en la Guerra Hispanoamericana


  Si en una década (1886-1896) Tampa se convirtió en la capital mundial de la elaboración de tabacos –con cientos de fábricas y miles de obreros que dieron impulso al crecimiento de esta ciudad–, en 1898 pasó a ser un escenario de carácter marcadamente militar. Otra vez, en este momento de su historia, Cuba vino a ser la razón que determinó alcanzar aquella condición temporal, con el arribo a sus calles de miles de uniformados.
     Todo giró en torno a la terminación de la Guerra de Independencia cubana, que había encontrado en Tampa el primer momento de su organización con la llegada a ella de José Martí en noviembre de 1891. A partir del 25 de abril de 1898, cuando Estados Unidos declaró la guerra a España con la explicación nunca probada de que en el puerto de La Habana le explotaron al “Maine”, Tampa fue destinada a servir de concentración y salida de las tropas estadounidenses que irían a pelear contra el ejército español en la isla de Cuba.
  En los meses siguientes, por las calles tampeñas caminaban más militares que civiles y la ciudad fue centro de noticias en todos los diarios de la época, tanto locales como nacionales.  Basta con leer algunas de las notas publicadas en importantes periódicos de entonces, para calibrar la dimensión que cobró Tampa en el marco de los acontecimientos que pusieron fin a siglos de dominación española en América.
  El New York Times publicó el 17 de abril de 1898, cuando faltaba una semana para la declaración de guerra, el titular ‘Tampa se prepara para las Tropas’, en que describe:
  “Tampa se prepara para la llegada del Séptimo Regimiento de las tropas, reportadas para llegar aquí. Lo que es bien sabido es que positivamente se van a encontrar en Tampa por algún tiempo indefinido. Lo importante es encontrar áreas convenientes para los campamentos, lo que se ha convertido en una tarea principal para las autoridades. Hay tres áreas disponibles, cercanas a las líneas ferroviarias, las estaciones, al agua potable y a las comunicaciones. Una es un punto alto en la bahía de Hillsborough, conocida como Ballast Point. El segundo lo es el Fuerte Brooke, el que hasta los pasados meses fue propiedad del gobierno, y bajo la presente situación será usada como cuarteles para las tropas. Esta facilidad también cuenta con acceso a las vías ferroviarias de la Central y Peninsular Railroad, las cuales son las líneas principales desde Tampa hacia el norte.
  El tercer sitio disponible lo es el área del Parque De Soto, al norte del pueblo a una milla aproximadamente y el cual posee también agua y rieles. La llegada de la comandancia es esperada en cualquier momento, y cuando la selección sea aprobada se pasará a ocupar inmediatamente por los soldados. Fotógrafos representando los diferentes periódicos se encuentran ocupados tomando fotos del área”.
  El 23 de abril, el mismo diario informa, bajo el título ‘Tampa se convierte en campamento’:
  “Tampa ha cambiado de un callado y productivo pueblo civil en un asentamiento militar. Por donde quiera se pueden ver los uniformes y las medallas. Las calles y todos los rincones del pueblo como los hoteles, clubes y cafés están abarrotados de soldados y oficiales. La comunidad de habla hispana se ha inundado de clientes de habla inglesa. Durante toda la noche han ido llegando los trenes con tropas procedentes del Oeste, Norte y Este; hasta ahora han llegado unos 3 mil hombres bajo el mando del General Wade,  quien junto a sus oficiales se han localizado en el Tampa Bay Hotel, como centro de operaciones. Hasta ahora se cree que ni el General Wade sabe por cuanto tiempo permanecerán las tropas en Tampa”.
  El 28 de abril, señala el New York Times, en ‘Con las tropas en Tampa’:  “Los oficiales militares, quienes están cerca de las fuentes de información oficial, aún no saben por cuanto tiempo las tropas calculadas en unos 20 a 30 mil hombres entre regulares y voluntarios permanecerán en Tampa. Sí se sabe que muchas más tropas llegarán en las próximas semanas”.
  El 3 de mayo, describe el diario neoyorquino: “Hoy en la noche todas las mulas, carretas y equipaje pesado de los campamentos, han sido ordenados a mudarse hasta el Puerto de Tampa; para que esté listo y conveniente para el envío a Cuba. Esto no es conocido fuera de los campamentos. A las autoridades ferroviarias, quienes están a cargo del transporte, se les ha dado instrucciones estrictas de no divulgar ninguna información.
Miles de tropas, artillería e infantería han llegado a Tampa en las pasadas veinticuatro horas y el pueblo se ha convertido en una fortaleza militar con miembros de todas partes de la unión, y todos con la expectación de una temprana invasión a la isla de Cuba. Bien se sabe que unos 200 cubanos que se enlistaron calladamente en Nueva York por el General Julio Sanguily, llegaron a Tampa esta noche. Ellos formaran parte del regimiento de caballería bajo el mando de este famoso general cubano y quienes desembarcarán en Cuba junto a las tropas americanas”.
Soldados en Tampa, en 1898, dispuestos a salir para Cuba
      En 1898, toda la sociedad tampeña se vio envuelta en un ambiente militar, el que alcanzó también a las manufacturas tabacaleras, donde una gran parte de los operarios eran cubanos. Según la publicación “Tobacco Leaf”, del 12 de mayo de 1898: “El enlistamiento de soldados cubanos esta semana ha causado revuelo en las factorías de tabacos. Cerca de unos 300 hombres solteros, se han enlistado y unos 600 a 700 más deben llegar de Nueva York, Cayo Hueso, Jacksonville y otras ciudades. Ellos van a acampar en West Tampa y esperarán ordenes. La mayor parte de ellos son tabaqueros y sus  puestos en las  fábricas se llenaron rápidamente, según se supo su salida”.
  Un impacto especial debió derivarse de la llegada a Tampa de  la flamante caballería conducida por Theodore Roosevelt, quien pocos años después fue presidente de Estados Unidos. El 3 de junio, reportó el New Yor Times: “Theodore Roosevelt y sus ‘Rough Riders’ han llegado a Tampa hoy (…) El regimiento se encuentra en perfecto espíritu de lucha. El coronel Wood y el teniente coronel Roosevelt junto a otros oficiales se encuentran ansiosos por su próxima expedición militar a Cuba. La llegada de los ‘Rough Riders’ causó sensación entre los residentes permanentes de Tampa”.
  Fue un tiempo  breve, entre abril, mayo y junio de 1898, pero Tampa fue centro de las noticias del acontecimiento universal que marcó un cambio de época, con el afloramiento de la fase imperial que extendería la presencia de Estados Unidos en el continente y que lo haría unas décadas más tarde la primera potencia mundial.
  La presencia en Tampa de tropas estadounidenses tuvo también influencia en la vida económica de la ciudad. Según José Rivero Muñiz, en su obra Los cubanos en Tampa, en mayo de 1898 los  soldados acampados en esta localidad recibieron su primer salario, el que ascendió a más de 175 mil dólares, dinero que estimuló el comercio de la ciudad. Dice Muñiz: “Corría el dinero a manos llenas y las ganancias de los mercaderes sumaron miles y miles de dólares”. De hecho, aunque de forma temporal, la avalancha de una población móvil durante algunos meses, marcó la dinámica mercantil, nocturna y aún recreativa de la ciudad.
  Al término de un conflicto bélico que determinó profundas transformaciones en el ordenamiento planetario, Tampa también sufrió significativos cambios. Así lo interpretó  Tobacco Leaf,  cuando el 14 de junio de ese año advirtió, bajo el título ‘Las hostilidades han cesado y un futuro nuevo en Tampa’:
  “La era de exilio voluntario ha llegado a su fin y la oportunidad de regresar a Cuba abre dolorosas alternativas. Muchos han convertido a Tampa en su hogar, lugar de nacimiento de sus hijos y un sitio donde poder tener su casa propia y un lugar de trabajo. De igual forma, este nuevo cambio afectó a los manufactureros tabacaleros y a su vez la economía local por casi seis meses. El viejo estilo de manufactura, usualmente en manos de españoles o cubanos, se va a eclipsar por las corporaciones del norte y los conglomerados tabacaleros, los que están ansiosos por abrirse paso en Tampa. Hoy día la industria tabaquera en Tampa emplea unas 20 mil personas y cuenta con unas 149 fábricas entre los centros laborales de Ybor City y West Tampa”.
  Habría que estudiar hasta dónde la advertencia que hizo el articulista del Tobacco Leaf se hizo realidad en la ciudad, que en las primeras décadas del siglo XX vería eclipsarse el esplendor que alcanzó con su pujante manufactura tabacalera.
  Al término de la guerra, desde el protocolo de paz firmado el 12 de agosto, cientos  de cubanos –especialmente los profesionales (médicos, abogados, periodistas…) regresaron con sus familias a Cuba. Algunas de las personalidades más sobresalientes de la comunidad de emigrados cubanos en Ybor City y West Tampa, se apresuraron en viajar hacia La Habana, a tomar parte del proceso de reorganización de la Isla en aras de la creación de una república, una vez terminara el período de ocupación de Estados Unidos. Así lo hicieron Néstor Carbonell, Ramón Rivero, Fernando Figueredo –algo más tarde–  y muchos más.
  Es verdad que, en los primeros años del siglo XX, decepcionados con la creación de una república que no atendió al “con todos y para el bien de todos” que preconizó José Martí, muchos regresaron a vivir a Tampa, que fue para cientos de familias cubanas –aún lo es– como  una prolongación de la patria.




jueves, 15 de noviembre de 2018

Conversación con Braulio en el Festival Conga Caliente


Conversación con Braulio en el Festival Conga Caliente

Por Gabriel Cartaya

Entre los regalos que el Festival Conga Caliente ha hecho durante 15 años a la ciudad de Tampa, uno de los más emotivos es la presentación de artistas famosos que, sin este evento, miles de personas no hubieran podido disfrutar en vivo.
Por un lado, porque el carácter popular, abierto y gratuito que ofrece permite a todos acceder a un escenario asequible a  todos y, por otro, porque el alto nivel de apoyo logrado por este festival permite sufragar los gastos que emanan del traslado a Tampa de tan importantes artistas.
Si el año pasado disfrutamos el son y la salsa con Oscar D’Leon, figura cumbre de estos ritmos, en 2018 tuvimos al que alcanza esta estatura en el merengue, el célebre Johnny Ventura, por sólo poner dos ejemplos.
Este año, también nos visitó uno de los grandes exponentes de la canción romántica de las últimas décadas, a quien millones de personas en el mundo identifican cuando se dice solamente Braulio, aun sin saber que detrás del brillante cantautor hay un excelente ser humano, de pensamiento alerta a la sociedad donde vive, que responde al nombre Braulio Antonio García Bautista, nacido en 1945 en Santa María de Guía, Gran Canaria, España.
Como los organizadores del ya imprescindible festival han tenido la meritoria idea de organizar una sala de prensa para que los periodistas podamos dialogar brevemente con los artistas invitados, tuve la dicha de estrecharle la mano a Braulio y sentarme frente a él a conversar un instante, lo que preferí a un cuestionario preconcebido, cuando él terminaba de conmover al público en medio de una tarde de excesivo calor.
Hablo con Braulio sobre Cuba y Canarias
Naturalmente, el primer comentario que le hice fue sobre mi país, pues la canción suya dedicada a su padre, “Mi viejo y Cuba”, alude a las añoranzas que por aquella tierra  tuvo siempre quien lo trajo al mundo. Había leído que en alguna ocasión él confesó haberle prometido que un día iría a conocer aquel pedazo de la Isla donde vivió una parte de su familia paterna. De hecho, quise saber si cumpliría aquella promesa.
–Claro que sí –me dijo–. Con una sonrisa, me comentó que debía apurarse en hacerlo y que, si se creaban las condiciones, iría con mucho gusto, que le interesaba mucho poderlo hacer.
Después hablamos sobre el momento histórico en que se produce la transición de la dictadura a la democracia en España, porque coincidió –comento– con el instante en que él comenzaba a ser famoso como cantante. Dijo que, al igual que todos los españoles, estuvo inmerso en aquel acontecimiento. “Fue un momento muy convulso –recordó–. Hubo un momento en que no se sabía lo que iba a pasar. Había diferentes tendencias, incluso las amenazas de ETA.  Indirectamente, hay que agradecerle algo a los etarras y es que al sentir la acción de ellos, nos unimos más. Habría que darle las gracias, entre comillas, pues muchas fuerzas se unieron ante su amenaza. En realidad, le dimos una lección al mundo y se construyó la democracia”.
–¿Ya habías dado a conocer  “Canto a Canarias?
_Sí, lo hice en el 75 y tuvo mucho que ver con lo que estaba pasando en ese lugar. Fue censurado y,  en parte,  por eso vine para América.
Le comento sobre la expresión de nacionalismo que hay en “Canto a Canarias”, poniéndolo en relación con una confesión suya de no ser independentista, con relación a su tierra natal, claro.
–Yo soy un nacionalista no independentista –afirma Braulio con convicción–. Considero que si Canarias fuera independiente tardaría dos minutos en caer en las garras de Marruecos. Nos tiene en el mapa de sus apetencias. Mi nacionalismo es reivindicativo de nuestra autoctonía, de nuestras raíces, de nuestra idiosincracia. Pero podemos pertenecer a España. Hay autonomías que son muy autóctonas, valga la redundancia. Tenemos un marco de libertades bastante amplia. Si vemos ahora lo que pasa en Cataluña y las divisiones. Porque en Cataluña no todo el mundo es independentista y hay más, digamos, españolistas.
Nosotros tenemos otra posición, otra historia. Si fuera por la geografía, podríamos decir que Canarias tiene más razones para la independencia. Estamos más lejos de Madrid y más cerca de África.
Yo me siento feliz con el estado que tenemos en Canarias y soy nacionalista. En Canarias tenemos que ser nacionalistas. Hay dos partidos hegemónicos en España: el Partido Socialista y el Partido Popular. Si nosotros estuviéramos manejados por ellos, estaríamos manejados desde Madrid, o sea, esperando a que nos llegaran determinadas prebendas. Por eso necesitamos un partido nacionalista canario, que aún no está decidido. Pero tenemos peso, exigimos, votamos, y ganaríamos con eso.
–Lo importante es la gente, que la gente viva mejor –dice Braulio con convicción.
Siento la sinceridad en sus palabras y el compromiso con su tierra natal. Le recuerdo una anécdaota contada por él, sobre la necesidad de ir siempre   a Canarias, y que cuando recorre su tierra baja los cristales de la ventanilla del coche para respirar aquel aire, a riesgo de un resfriado. Se ríe y dice: –Me acaba de pasar.  Los amigos me dicen: te vas a resfriar. Pero necesito respirar ese aire.
Estaría más tiempo conversando con este extraordinario artista, cuyas canciones siempre disfruto, pero otros colegas esperan su turno y me despido de él, convencido de conocerle más por la sinceridad de su expresión y el amor a sus raíces, a su cultura, al ser humano, lo que es menos conocido –y más importante– que los temas a los que no hubo tiempo de mencionar: los premios, las glorias y la fama que ha ganado con su talento y su voz.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Con Odette Figueruelo está en buenas manos la herencia hispana


     Cuando se eligió a Odette  Figueruelo  para la dirección de La Herencia Hispana de Tampa Inc. (THHI, por sus siglas en inglés), el acierto fue inmenso. Por un lado,  su formación y ejecutoria profesional como maestra le confieren el tino pedagógico con que una organización de este carácter debe instruir en el conocimiento y defensa de nuestras raíces y, por otro, muestra una  sensibilidad muy aguda hacia la cultura que esta entidad sin fines de lucro representa desde su nombre. Al conversar con ella y percibir la pasión, seguridad e inteligencia con que conduce esta  asociación,  se  siente   la correspondencia entre el nombre de la entidad y el quehacer de su directora.

  Tampa Hispanic Heritage, Inc., que tiene una historia de ya casi 40 años, está reconocida como una de las instituciones de mayor fuerza en la comunidad hispana de la bahía de Tampa. ¿Qué ejecutoria le ha hecho merecer esa visibilidad?

  Conocía sobre la labor de THHI mucho antes de unirme formalmente a la organización. Cuando me incorporé a ella en el año 2013, me fascinó conocer la historia, la trayectoria de la organización a través de los años. Hoy en día, con un liderazgo nuevo, podemos ver que la misión y la visión siguen siendo las mismas. Lo que quizás haya variado sea la manera de llevar la organización como una corporación. En los últimos dos años, con la llegada de miembros más jóvenes, el trabajo más difícil de la directiva ejecutiva ha sido mantener el equilibrio entre la esencia de la organización creada décadas atrás y nuevas tendencias de trabajo, como el uso moderno de los medios sociales. La labor es hacer que dos o incluso tres generaciones sigan trabajando arduamente, respetándose mutuamente. Con ello, la explosión de THHI en los medios sociales han sido, sin duda, el mayor reto, pero también ha sido una gran satisfacción.

  ¿Qué papel le atribuyes a la educación en la defensa de la comunidad hispana?

  Afortunadamente, vengo de un entorno familiar donde la formación académica era una prioridad. Crecí totalmente convencida de que los estudios son la vía para alcanzar un futuro mejor. Hoy en día, como educadora por más de veinte años, mi inspiración para la labor en la comunidad son los jóvenes, los estudiantes que tengo en mis clases, los estudiantes a quienes ayudamos en THHI. La educación rompe barreras, crea vínculos, abre puertas. Para poder mantener viva nuestra cultura es imprescindible crear oportunidades de estudio para aquellos que no puedan pagarlos por sus propios medios. Como bien decía José Martí: “Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza de mundo”.

  Me llama la atención que, siendo el idioma el principal vehículo para la defensa de una cultura, en THHI se use el inglés más allá de la documentación que requiera su existencia legal. ¿No crees que la organización debería mencionar herencia hispana con mayor frecuencia?

  Este es un tema muy interesante y que siempre crea cierto debate. Siendo profesora de español, para mí es de suma importancia el uso correcto del idioma. Pero otro aspecto que siempre les hago ver a mis estudiantes es que la comunicación es lo más importante, o sea, aunque no lo hagan perfecto tienen que seguir intentándolo y arriesgándose a cometer errores, que luego los llevarán a una mejora. Y ¿cómo transfiero estas ideas a la Herencia Hispana de Tampa?
  Normalmente hacemos todos los comunicados de prensa en los dos idiomas. En los medios sociales sí debemos mejorar y ser más constantes en plasmar los mensajes en español también. Algunas veces, por ser consistentes con el “trade mark” o la marca para propósitos de promoción, nuestro departamento de comunicación ha preferido dejarlo en inglés, es decir, Tampa Hispanic Heritage, Inc.  
  La dificultad viene en que, a pesar de que todos hablamos y escribimos español, no todos se sienten con la seguridad de escribir correctamente en ese idioma. Muchos de los miembros jóvenes no han tenido ninguna instrucción escolar en español y, por ende, quizás se sientan más cómodos con el inglés. Aquellos que pueden desenvolverse mejor con la escritura en español quizás en momentos puntuales donde haga falta traducir algo, están desempeñando otra labor. Recordemos que todos somos una junta de voluntarios con trabajo, familia y otras responsabilidades. Para mí, es tan importante el conocimiento del idioma como ese querer profundo que viene del alma de estar orgullosos de ser hispanos, y de unirse a una organización como la nuestra, precisamente buscando esas raíces e incluso buscando mejorar su dominio del español. Parte de nuestra misión es de crear líderes en nuestra juventud hispana. Darle a los jóvenes la ­oportunidad de desarrollo y liderazgo en nuestra organización, aunque no hablen o escriban un español perfecto, es otro medio de apoyo a esa misión.

  En todos estos años la máxima dirección y casi toda la junta directiva de THHI ha estado en manos femeninas. Aprovecho esta observación para que me hables sobre el comportamiento de la diversidad en la organización, no solo de género, sino también de edad y representación de los diversos pueblos que conforman la hispanidad.
Odette, al centro, con estudiantes que han recibido una beca de THHI

  Como una de mis iniciativas, incluso antes de entrar en una posición de liderazgo en la organización, comencé a reclutar personas con diferentes experiencias y talentos. Considero que sumando a cada uno de nuestros talentos innatos podremos avanzar. Ahora podemos decir que el proceso ha variado y se acercan a nosotros para entrar en la organización. La explosión que mencionaba antes sobre el uso de los medios sociales ha hecho que la comunidad sepa mejor quiénes somos y qué hacemos. También, hemos hecho cambios para poder integrar mejor esa población de profesionales jóvenes que tenemos en Tampa. Ahora tenemos quizás un 30% de hombres en la organización y ese número  se incrementará el año que ­viene. En nuestra junta directiva tenemos representadas muchas nacionalidades: cubanos, puertorriqueños, ecuatorianos, peruanos, colombianos, mexicanos, venezolanos y dominicanos. Entre nuestros voluntarios permanentes hay panameños y españoles; hay jóvenes, personas de edad media y personas mayores. Esa diversidad aporta mucha riqueza a la organización.

  Háblame de tus orígenes hasta convertirte en la presidenta de THHI.

  Nací en Cuba. Viví cinco años en Madrid. Desde que tengo 15 años vivo en Estados Unidos. Matriculé Estudios Internacionales porque quería trabajar en una embajada. Después de terminar un Máster en la Universidad del Sur de la Florida comencé a enseñar a adultos y fue entonces cuando descubrí mi vocación de maestra. He enseñado en todos los niveles, desde secundaria, primaria, intermedia y nuevamente en un College.
Desde pequeña, mis padres y abuelos me dieron el buen ejemplo de servir a la comunidad. Después de recibir una beca supe que yo quería hacer exactamente eso: ayudar a otros a lograr sus objetivos a través de la formación académica. Estuve en la directiva de Hispanic American Inter-cultural (TICH). En 2013 me uní a THHI y este es mi segundo año en la presidencia.

¿Cómo está celebrando THHI el mes de la hispanidad de 2018?

En realidad, estamos celebrando nuestra herencia todo el año. Es parte de nuestra visión. Tenemos cinco eventos que nos ayudan a conmemorar nuestra herencia y a recaudar fondos para las becas. Hacemos la competencia de escrittura para jóvenes de escuelas intermedia y secundaria, la competencia del póster, tenemos el Kick Off, tenemos “Leadership Award”, donde reconocemos a líderes en diferentes campos. Cerramos el año con broche de oro con la Gala donde reconocemos al Hombre Hispano y la Mujer Hispana del año.
 
¿Qué se proponen para el cuarenta aniversario de THHI?

Para celebrar el cuarenta aniversario de THHI, los directores de cada evento harán su conmemoración pertinente a dicho evento. Por supuesto, en la Gala haremos algo especial para celebrar estos cuarenta años de compromiso con la comunidad. Celebraremos cuatro décadas dedicadas a festejarnuestra rica herencia y a esa meta de seguir enseñándole a la nueva generación nuestra cultura e idioma. 
Como proyecto a largo plazo, nos gustaría poder tener una sede para nuestra organización, quizás un sitio donde podamos tener hasta una tienda y vender productos de la Herencia Hispana de Tampa para recaudar más fondos para nuestro objetivo de las becas. En esta sede podríamos impartir talleres para la comunidad, quizás clases de español, o de arte, o hasta tener un pequeño museo. ¿Quién sabe que más pudiéramos hacer? ¡Todo es posible, y un sueño puede pasar a ser realidad en cualquier momento! ¿verdad? Martí dijo “Hacer es la mejor manera de decir”.


martes, 6 de noviembre de 2018

Johnny Ventura me habla de la música cubana


     El pasado domingo, en el Festival Conga Caliente que se celebra en la Bahía de Tampa una vez al año, tuve la satisfacción de conversar brevemente con Johnny Ventura, una verdadera leyenda de la música hispanoamericana y considerado Rey del Merengue. El diálogo fue  breve, pues cuando entré a la sala de prensa ya le estaban advirtiendo que la tribuna esperaba por él. De todos modos, al darle la mano y decirle que soy cubano, pude preguntarle sobre la influencia de la música de la Mayor de las Antillas en él. Su respuesta fue instantánea, precisa y más extensa de lo que esperaba:
Con Johnny Ventura
    –Repúblia Dominicana, por los años 50, que es cuado yo empecé a ser adolescente y a seguir la música  ya con propiedad,  las emisoras de Cuba entraban  a Dominicana: Radio Habana, Radio Progreso, etc… Estábamos al tanto de todo lo que pasaba en Cuba, como si estuviéramos en La Habana en esos tiempos.   El caudal de música cubana que llegaba a  Dominicana   a través de esas emisoras era muy grande y a nosotros  nos contagiaba mucho, no sólo a mí,  sino a todos los dominicanos.
    –Por eso es que los grandes artistas  de Cuba, en mi caso particular Benny Moré,  se convirtieron en  ídolos. Para mí, en el caso del Benny, yo creo que pasó de la idolatría. Fíjate que cuando Benny Moré murió, en el 63, yo sentí que murió mi padre. Tuve la dicha  de verlo en el único viaje que él hizo a República Dominicana.  Yo era cantante de la orquesta que lo acompañó  y tuve tocándole maracas de ahí a ahí. Yo guardo todavía  el arreglo de “Como arrullo de palma”,  que a mí me fascinaba ese tema. El arreglo original él me lo regaló .  Él, La Sonora Matancera, Celia Cruz, Olga Gullot  y todos los grandes artistas de Cuba de esa época  para mí eran como hermanos, porque convivíamos con ellos.
   –Hace dos años, yo grabé en La Habana un álbum  con músicos y arreglistas cubanos. Hay gente que lo escucha y me dice: Pero ven acá,  tu  e’ta guilla’o; tu eres dominicano o eres cubano ( risas).
     
     

viernes, 2 de noviembre de 2018

Chantal Hevia, desde el Museo Histórico de Ybor


Por Gabriel Cartaya

No había tenido el placer de conversar con Chantal Hevia antes de esta entrevista, aunque nos habíamos saludado en alguna ocasión. Al visitarla en su oficina de trabajo con este propósito, me llamó la atención su excelente preparación para ejercer el cargo de Directora del Museo de Ybor City, por el conocimiento y pasión con que asume la historia que guarda esta institución. Y, sobre todo, me impresionó la sencillez con que asume su responsabilidad desde una profesión que aporta tanto a la conservación de la identidad cultural de nuestra ciudad. Con tan buen preámbulo, me animo a dialogar con ella.
¿Qué presencia tienen en el museo histórico de Ybor City los fundadores de esta ciudad?
El museo incluye una exposición sobre los primeros fundadores de Ybor City y su papel en el establecimiento de la industria de tabacos de Tampa, así como en el crecimiento y desarrollo de la ciudad.
Vicente Martínez-Ybor vino a Tampa por sugerencia de Gavino Gutiérrez en 1885, a la edad de 67 años, en busca de un lugar para trasladar su negocio desde Key West debido, entre otros factores, a disturbios laborales. Compró 40 acres inicialmente y luego 50 más, adyacentes a lo que hoy es Ybor City. Para ello tuvo la asistencia de la Junta de Comercio de Tampa. Él lideró el establecimiento de la industria de los tabacos en Tampa, alentando a otros fabricantes de puros a mudarse aquí desde Key West. Su visión y sus habilidades como empresario dieron forma al núcleo urbano que ahora lleva su nombre. Construyó casas para los trabajadores y estableció otros negocios en Ybor City y se preocupó por  que hubiera atención médica, hasta su muerte, 10 años después de su llegada.
Gavino Gutiérrez  era un joven español que trabajaba en una empresa de alimentos de Nueva York. Vino a Tampa en 1884 en busca de un lugar para cultivar guayabas. Si bien esto no se materializó, alentó a su amigo don Vicente Martínez Ybor a que viniera a este lugar, que le pareció excelente para la fabricación de tabacos. Era ingeniero civil y fue contratado para diseñar la localidad que se convirtió en Ybor City.

Eduardo Manrara era socio de Ybor en los negocios. Fue vicepresidente de la Compañía de Desarrollo Territorial de Ybor City. Con Ybor, financió el desarrollo de Tampa Street Railway Company.
Ignacio Haya decidió unirse a su amigo don Vicente y compró 20 acres de tierra. Se mudó a Tampa y con su compañero, Serafín Sánchez, construyó su primera fábrica en Ybor City, donde se torció el primer tabaco de la industria tampeña, el 13 de abril de 1886.
Estos son los hombres que llegaron a Tampa en 1885, cuando era un pueblo de pescadores de unas 700 personas. Como resultado de sus respectivos roles en la configuración de los primeros días de Tampa, la ciudad creció a casi 16 mil habitantes a principios del siglo XIX.
Henry B. Plant también está incluido en las exposiciones del museo. Sus líneas ferroviarias y fluviales en Tampa fueron importantes para la decisión de Ybor de mover su negocio de tabacos hacia aquí.
¿Cómo se expresa en el Museo de Ybor City la presencia ­étnica de los primeros pobladores de este lugar?
Hace aproximadamente cuatro años, la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor creó e instaló una nueva exhibición en el Parque Estatal del Museo de la Ciudad de Ybor que expandió significativamente la historia de los inmigrantes que se asentaron en este lugar. Incluye una línea de tiempo de esta temprana inmigración, presenta historias sobre cubanos, sicilianos, españoles, judíos rumanos y alemanes, incluidas las razones que los llevaron a abandonar sus países y cómo se convirtieron en parte de la comunidad una vez que llegaron. Una exposición contigua habla sobre sus respectivas sociedades de ayuda mutua, que sirvieron para brindar servicios médicos y  también para la fundación de cementerios donde tuvieran su descanso final. Estos clubes sociales y sociedades de ayuda mutua construyeron hermosos edificios, los que sirvieron para celebrar y preservar las tradiciones y un lugar para disfrutar de las artes, jugar dominó y otras actividades recreativas.
¿Cómo aprecia la misión de un museo que guarda una parte de la historia de Ybor City?
Como siempre, estamos buscando formas de preservar y compartir la historia de Ybor City a través de exhibiciones y programas que atraigan a visitantes de todas las edades. Consideramos que el Monumento Histórico Nacional en el Distrito de Ybor City es el lugar que debe visitar primero quien desee conocer la historia de Tampa, ya sea un residente local o visitante nacional o extranjero. Miles de niños en edad escolar visitan el museo cada año, muchos de ellos como parte de sus clases de Historia de la Florida. Debido a que se trata de una institución estatal, se les proporciona la entrada de forma gratuita. Las familias, incluidas las que son descendientes de nuestros primeros grupos de inmigrantes, pueden disfrutar de su propia herencia y transmitirla a las próximas generaciones a través de las presentaciones del museo.
Hábleme de usted, de sus orígenes, formación e inclinación hacia la preservación de la historia en una institución de esta naturaleza.
Mi familia vino a Tampa a fines del siglo XIX y principios del XX para trabajar en la industria tabacalera. Mis abuelos eran asturianos, gallegos y siciliana. Mis dos padres nacieron en Tampa. Mi padre era bilingüe (inglés/español) y mi madre, que tiene 105 años, es trilingüe (inglés/español/siciliano). Ellos no trabajaron en esta industria, aunque sus padres lo habían hecho. Nací y crecí en West Tampa. Hasta que fui a la escuela a los 5 años, sólo hablaba español. Lo mismo ocurrió con mi hermana, que es más joven que yo. Ambas estamos agradecidas de que nuestra formación bilingüe nos haya servido a lo largo de nuestras carreras. Fui la primera en mi familia en ir a la universidad y recibí una licenciatura en educación musical en la Universidad del Sur de la Florida (USF). Muchos años después, regresé a esa universidad y obtuve un Certificado en Administración sin fines de lucro y una Maestría en Administración Pública, en 2011. La educación siempre fue muy importante en mi familia y soy una estudiante de por vida. Mis padres se ocuparon de que tuviéramos todas las oportunidades para leer libros, participar en experiencias educativas y aprender a tocar instrumentos musicales. Mi trayectoria profesional ha incluido la enseñanza, la publicación, el marketing internacional y, ahora, dirijo la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor, una corporación sin fines de lucro. Me siento muy privilegiada de ser la directora general de una organización con una misión filantrópica. Me siento bendecida por venir a trabajar todos los días en una institución que preserva y celebra mi propia herencia, así como la de tantos amigos y familiares. Desde la Sociedad del Museo de Ybor City me enfoco en asegurar que las próximas generaciones de Tampa puedan aprender y disfrutar de su herencia.
¿Existen programas que permitan las visitas al museo, dirigidos por las escuelas u otras instituciones?
Como se mencionó en la primera parte de la entrevista, grupos de estudiantes de todas las edades pueden visitar el museo de forma gratuita. Eso incluye a los estudiantes universitarios. Deben venir con sus maestros en grupos de hasta 60 personas. En el sitio Web ybormuseum.org hay una sección en “visitas” que proporciona a los educadores los materiales que necesitan, incluida una carta que debe enviarse para solicitar el servicio.
También hay instrucciones sobre cómo programar excursiones y lo que se requiere antes de las visitas de los estudiantes. La Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor ha creado planes de lecciones de acuerdo con los estándares de la Florida, que los maestros pueden usar antes, durante o después de sus visitas al museo.
¿Qué servicios presta el museo a la investigación histórica?
En este momento, la mejor manera de realizar una investigación es visitar el museo. No tenemos una biblioteca formal o centro de investigación; sin embargo, tenemos el sitio Web que enumera los recursos para aprender sobre nuestra historia.
El museo que guarda la historia es también parte de ella. Me gustaría saber, ¿cómo nació este Museo y cómo valora el servicio prestado?
Desde principios hasta mediados de la década de 1970, un grupo de ciudadanos se interesó en preservar el significado histórico y arquitectónico de la ciudad de Ybor. Parte de su trabajo incluyó la nominación de Ybor City al Registro Nacional de Lugares Históricos. Una vez que se otorgó la designación de Ybor City como Distrito Histórico Nacional, en agosto de 1974, estos ciudadanos se dedicaron a restaurar la Panadería “Ferlita” para que se convirtiera en un museo de historia. Estos requirieron la cooperación del gobierno de la Ciudad de Tampa y el Estado de Florida, que anunciaron en 1975 que el edificio de la panadería y las tierras que lo rodeaban se convertirían en parte del Sistema de Parques Estatales.
El edificio fue dedicado al Museo Estatal de Ybor City el 13 de octubre de 1980. En julio de 1982, se fundó la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor con la misión de preservar, promover y celebrar el patrimonio cultural único de la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor y su apoyo. El Parque Estatal de la Ciudad de Ybor, establecido como una organización sin fines de lucro 501 (c) (3), YCMS es la primera Organización de Apoyo a los Ciudadanos (OSC) en el sistema de parques estatales, que ahora cuenta con 84 OSC. Durante 36 años, YCMS ha creado exhibiciones y ­experiencias educativas, brindado mercadotecnia y alcance comunitario para el Museo,  recaudando fondos,  apoyando a Ybor City y ha promovido las ofertas culturales del distrito.
¿El Museo de Béisbol, que tendrá como sede la casa de Al López, será parte del Museo de la Ciudad de Ybor? ¿Cómo funcionará?
El Museo de Béisbol de Tampa en la Casa Al López no forma parte del Parque Estatal del Museo de la Ciudad de Ybor, aunque esperamos mucha colaboración entre las dos instituciones. Este se está desarrollando y será operado por la Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor. Nos entusiasma tener ambos centros en dos edificios históricos icónicos y restaurados, a menos de media cuadra uno del otro. Con la sólida base de la Sociedad en relación con la historia y el patrimonio cultural de Ybor City, se ofrece un museo de béisbol que destaca el gran papel que juega este deporte en nuestra comunidad.
Los cubanos formaron su primer equipo en la ciudad de Ybor en 1887, en el Liceo Cubano. Compartieron su pasión enseñando el juego a los primeros grupos de inmigrantes. El béisbol no sólo se convirtió en una forma de recrear y construir un sentido de comunidad, sino que también se transformó en el lenguaje universal. Los equipos de inmigrantes comenzaron con las ligas de fábrica y los clubes sociales. Jugaban juntos los domingos, a pesar de que hablaban muchos idiomas diferentes. Pocas ciudades tienen sus propios museos de béisbol. La Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor tiene la fortuna de haber recibido la casa de la infancia de Al López, el primer jugador, gerente y miembro del Salón de la Fama de las Grandes Ligas de Tampa.
El Museo cubrirá 130 años de la historia del béisbol de Tampa, los eventos e influencias que llevaron a nuestra icónica historia del béisbol, y los casi 90 jugadores de esta ciudad que han logrado llegar a las grandes ligas.
El Museo también seguirá e incluirá una historia viva del béisbol en Tampa, a medida que los nuevos eventos y los jugadores den forma al juego. No menos importante es la posibilidad de que los Rays de Tampa Bay construyan un nuevo estadio en Ybor City. Suponiendo que eso suceda, el béisbol habrá dado un giro completo y comenzará una nueva historia del béisbol, aproximadamente a 9 cuadras del museo.
Ahora que Ybor City está asistiendo a una especie de renacimiento, ¿existen perspectivas de crecimiento para el museo histórico de este lugar?
La Sociedad del Museo de la Ciudad de Ybor está especialmente interesada en crear nuevas perspectivas sobre la historia de esta ciudad, ya sea a través de exhibiciones especiales y/o programación. como ejemplo, presentamos los primeros ¡Edificios Vivos! Ybor City Architecture Hop en 2012 y se presentará el octavo evento anual el 7 de marzo de 2019 debido a su popularidad y al crecimiento de la audiencia.
¡Edificios vivos! nos ha dado la oportunidad de mostrar la hermosa arquitectura de la ciudad de Ybor mediante visitas a inmuebles rehabilitados y reconstruidos. Es una forma agradable de aprender muchos aspectos diferentes de nuestro pasado y de la historia viva que se está creando.
Agradecemos a los propietarios de edificios y negocios que abren sus instalaciones, brindan recorridos históricos y sirven refrigerios a los asistentes. Su hospitalidad es simbólica para la comunidad de Ybor City, antes y ahora. Nuestro personal, miembros de la Junta y yo formamos parte de comités de otras organizaciones de Ybor City, participamos en las actividades y eventos de otras organizaciones, y trabajamos arduamente para mantenernos informados sobre lo que está sucediendo hoy en Ybor City y cómo se relaciona con nuestra historia.

Publicado en La Gaceta, 2 de noviembre de 2018.

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viernes, 5 de octubre de 2018

Hablar de Puerto Rico con Charlie Rodríguez Colón


El pasado viernes, en la mesa histórica que identifica a La Gaceta en el Restaurante Tropicana, de Ybor City, tuve una larga y grata conversación con el Honorable Señor Charles Anthony Rodríguez Colón –Charlie, como todos le llaman–.
Rodríguez Colón es miembro de la Cámara de Representantes y Presidente del Partido Demócrata de Puerto Rico. Está afiliado al Partido Nuevo Progresista y fue el undécimo Presidente del Senado en su país. Sus dos períodos en la Cámara de Representantes lo señalan como un legislador firme, enfocado en la búsqueda de vías de desarrollo económico y social para su Isla del Encanto.
Tan  extensa  y  clara  fue la respuesta  de  Rodríguez Colón a mi primera pregunta –relacionada con las opciones políticas que hoy ve para Puerto Rico–, que opto por la síntesis de su argumentación.
–Dos opciones políticas hay para Puerto Rico –me dijo–: la independencia o la estatidad.
El político antillano repasa los cambios que se han producido en la Isla siendo un Estado Libre Asociado, mediante el que ha quedado en una especie de limbo, envuelta en un estatus de dependencia de Estados Unidos, pero sin los beneficios que alcanzan los 50 estados que componen esta nación.
Rodríguez Colón se refirió a las enormes desventajas que tienen los puertorriqueños por no haberse convertido en el estado número 51 de Estados Unidos. “Los isleños nacen con ciudadanía estadounidense, tienen pasaporte de este país, viajan libremente por el territorio estadounidense. Sin embargo, no tienen derecho a votar por las instituciones del gobierno y la presidencia de Estados Unidos. De hecho, no constituyen una fuerza electoral a los ojos de los políticos de aquí”.
“La igualdad como ciudadanos americanos no se va a lograr hasta que no se obtenga la representación en el Congreso federal y el derecho a votar por el Presidente de la Nación y recibiendo las asignaciones de fondos federales como un estado más de Estados Unidos”.
“Se está ejerciendo una discriminación geográfica contra los ciudadanos americanos en Puerto Rico”, afirma, insistiendo en que la solicitud de reconocer la estatidad que su gobierno actual está reclamando a Washington, no es pidiendo un ‘bailout’, no es aspirando “a un rescate financiero para que el gobierno de Estados Unidos asuma la deuda”, sino con el propósito de “tener todos los derechos que tienen los otros 50 estados”.

“Somos el territorio que más tiempo ha estado en la condición que hoy tenemos, con 119 años, a pesar de que se ha votado por ser un estado más de Estados Unidos. En el caso de Alaska, después que en ese territorio se votara por la estatidad, sólo demoraron 13 años en obtenerla.
Puerto Rico, con el actual estatus político, mantiene un freno significativo a su desarrollo, entre otras cosas por “la falta de confianza de los inversionistas en llevar sus capitales donde el clima político no les asegure el progreso de su inversión. Los capitalistas podrían invertir mucho en Puerto Rico, una vez que se logre la estatidad”.
¿Qué piensa el pueblo de Puerto Rico sobre esta opción?
En varios referéndum, el pueblo de Puerto Rico ha votado mayoritariamente por la estatidad. Así fue en 1993, 1998 y 2012. Y en 2017, un 97% de los votantes, alrededor de medio millón de ciudadanos,  eligieron esa opción. Sin embargo, en el Senado de Estados Unidos no ha avanzado la idea, y menos ahora con la oposición de Trump a esa petición.
La conversación derivó al huracán María y sus terribles efectos para la Isla, con una conclusión inesperada para mí: la inequívoca influencia que ha tenido ese desastre natural en la mentalidad política de la ciudadanía, al relacionar la falta de mayor apoyo de Estados Unidos con no ser un estado más.
Rodríguez Colón compara la atención recibida por Nueva Orleans, al ser azotada por Katrina, con la actitud del presidente Trump y del gobierno estadounidense frente al huracán María. La conclusión es clara: “si fuéramos un estado más, el apoyo habría sido diferente”.
“FEMA tiene un programa de apoyo a la reconstrucción de instalaciones públicas en casos de emergencias. Ese programa formalmente pide un pareo de parte del gobierno estatal, para establecer el por ciento de ayuda. Puede pedir al afectado que ponga un 20% y se le ayuda con el otro 80%.  Los estragos que hizo Katrina en Nueva Orleans fueron de tal magnitud que hicieron una exacción total al estado y recibieron un 100% de fondos federales para su reconstrucción.
A Puerto Rico, donde el huracán María hizo daños más graves aún que los de Nueva Orleans, todavía FEMA no le ha dado la exacción del 100% y siguen en el debate de si lo aprueban o no.  
Yo no tengo la menor duda de que si Puerto Rico fuera un estado más de EE.UU., no estaría pasando por las dificultades que tiene hoy, no estaría esperando a que  se desembolsen los fondos federales. Aunque el Congreso ha apoyado asignaciones millonarias para Puerto Rico, el desembolso ha sido lento, pues le han  exigido a la Isla condiciones diferentes a las que se exigen a los estados.
¿La condición humanitaria no debería ser el enfoque de los gobiernos, independientemente del grado de prioridad que requiere la propia nación?
Yo no quiero cuestionar las posiciones humanitarias que hayan tenido las autoridades federales. Quiero partir de que esas existían y están presentes. Pero el resultado es que en Puerto Rico se han demorado mucho más, en un lento proceso burocrático que no tienen que padecer los estados. La única diferencia es que nosotros no somos un estado. 
¿Cual fue la acción del gobierno puertorriqueño frente al desastre del huracán María y en la recuperación del país?
Obviamente, el gobierno de Puerto Rico ha cumplido con todos los requisitos de información y  propuestas y ha presentado las evidencias que las autoridades federales nos han solicitado. También hemos reconocido los errores que se cometieron, porque realmente no estábamos preparados para un desastre de esa magnitud. 
 Ha pasado un año del huracán María y hemos avanzado en la recuperación. Se restablecieron las líneas eléctricas, el agua potable, las comunicaciones celulares, todas las gasolineras están abiertas.
¿Hasta qué punto la corrupción ha influido en la grave crisis económica que padece PR?
Es fácil mencionar la corrupción cuando no hay una explicación clara o cuando se está disgustado. Mira, han existido incidentes de corrupción, como ocurre en cualquier lugar. Lo importante, cuando eso ocurre, es que se investigue, procese y castigue a los culpables.
La criris tiene otras causas. No recibimos el 100% de fondos para el Medicare. Entonces el gobierno tiene que compensar con su presupuesto lo que no recibe de los fondos federales, para darle salud a la gente pobre. Así, el presupuesto está sujeto cada día a mayor presión. Es como estirar el chicle cuando ya no da más. Entonces se recurre al mecanismo de la deuda.
En realidad, hasta el año 2000, el gobierno se mantuvo dentro de los márgenes adecuados y utilizando los préstamos en obras públicas permanentes. Pero a partir del 2001 y 2002,  cuando los recursos no eran suficientes para sus gastos ordinarios, en vez de reducir los gastos comenzó a pedir prestado para correr el gobierno.
Encima de eso, el país tiene problemas, y no sólo porque no tenemos equidad con los fondos federales que reciben los estados. Te pongo un ejemplo: Según el Tax Police Center, el 44% de los americanos que viven en los 50 estados no pagan contribución federal. Sin embargo, tienen derecho al 100% de los beneficios federales. Es más, tienen derecho al Income Tax Federal donde, lejos del gobierno quitarle, más bien les da dinero.
En Puerto Rico no tenemos ese beneficio. La mayor parte de los puertorriqueños no paga contribuciones federales, porque los ingresos que se generan en la Isla están exentos de esos pagos. Pero sí pagamos los  impuestos sobre nómina, el Medicare, el seguro social, y, sin embargo,  no recibimos la igualdad de beneficios por nuestra condición territorial.
No queremos que el Gobierno Federal  pague la deuda acumulada que tiene Puerto Rico, que es sobre 70 billones de dólares. Lo que queremos es que se nos den los instrumentos que nos aseguren la estabilidad, para nosotros mover la economía. La base de los ingresos que vamos a recibir, cuando la economía comience a crecer, permitirá destinar una cantidad para el pago de nuestras obligaciones.