Por Gabriel Cartaya
Después de más de 50 años del cierre de la
Embajada de Cuba en los Estados Unidos, a usted le correspondió el papel
histórico de ser nombrado el primer Embajador
en su reapertura. ¿A qué antecedentes se debió la confianza depositada en usted para tan alta responsabilidad?
Somos producto de la Revolución Cubana y de las oportunidades que ella
creó para todos nosotros. Fui el primer miembro de mi familia que tuvo acceso
gratis a una educación universitaria de alta calidad. Mi Alma Mater es el
Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García, donde ha
estudiado la inmensa mayoría de los diplomáticos cubanos actuales. Los
graduados de esa alta casa de estudios participaron en las negociaciones que
trajeron la paz a Angola, la Independencia a Namibia y el fin del Apartheid a
Sudáfrica. Durante muchos años combatieron los intentos de aislar a Cuba en los
organismos internacionales y más recientemente han contribuido al proceso de
Paz en Colombia, por sólo mencionar algunos momentos descollantes de la
diplomacia cubana. Respecto a las relaciones con Estados Unidos, hemos
aprendido del verbo y la experiencia de Fidel y de Roa, de las infinitas
negociaciones en que participó Ricardo Alarcón, de la habilidad extraordinaria
de Ramón Sánchez Parodi como primer Jefe de la Oficina de Intereses de Cuba en
Washington. La reapertura de las embajadas se produjo como resultado de un
proceso de negociaciones dirigido por nuestro presidente Raúl Castro,
supervisado por el ministro Bruno Rodríguez y bajo el liderazgo de la compañera
Josefina Vidal y en el que participaron muchos funcionaros que no han tenido un
reconocimiento público. Llegamos a este momento gracias a la lucha de once
millones de cubanos educados, orgullosos y saludables. Nosotros somos uno más.
En los últimos días, representantes del gobierno encabezado por Donald
Trump han hecho declaraciones que indican que el actual Presidente de los
Estados Unidos ha pedido una revisión de las relaciones con Cuba. ¿Hasta dónde
esos pronunciamientos crean incertidumbre sobre el futuro próximo de esas
relaciones?
Se nos ha informado oficialmente que tiene lugar un proceso de
revisión de la política hacia nuestro país, algo que es normal cuando un nuevo
gobierno entra en funciones. Ha habido especulaciones al respecto, pero la
actual Presidencia aún no se ha pronunciado sobre eso y, por lo tanto, habrá
que esperar. Mejorar las relaciones con Cuba tiene el apoyo del 75% del
electorado de Estados Unidos y apoyo similar entre cubanoamericanos. Demócratas
y republicanos apoyan ese cambio, es decir, no se trata de un tema que divide
al país, sino que lo une.
En los dos últimos años hemos
firmado 22 memorandos de entendimiento en una diversidad de áreas para
beneficio mutuo, que van desde la Salud y el restablecimiento de los vuelos
directos, hasta la protección del Medio Ambiente y la colaboración entre
agencias responsables en la Aplicación de la Ley. El Acuerdo Migratorio del 12
de enero pasado ha llevado a cero la migración ilegal por mar desde Cuba hasta
Estados Unidos. A pesar de las restricciones de viaje, crece en un 118% la
cantidad de visitantes a Cuba desde Estados Unidos. En los últimos meses he
tenido la posibilidad de reunirme con muchos políticos y ciudadanos en
Illinois, Michigan, Ohio, Kentucky, Florida; otros funcionarios nuestros han
visitado Texas, California, Filadelfia, Arkansas y lo que vemos son más y más
personas felices de poder participar en una relación de nuevo tipo con Cuba.
Honestamente, no hemos encontrado a nadie que quiera retroceder.
Entrada al Parque "Amigos de José Martí", en Ybor City |
Algunos observadores creen que el número de visitas de estadounidenses
a Cuba va a ir creciendo, hasta alcanzar unos dos millones anuales para el
2025. ¿Es usted optimista con relación a este pronóstico?
Los viajes a Cuba se están incrementando al ritmo que ya mencioné,
algunos observadores dicen que la cifra de dos millones podría lograrse mucho
antes, aún con las restricciones de viaje hacia Cuba que están vigentes. Llegar
a esos totales significaría también que se expanden las relaciones no sólo con
las principales líneas aéreas y las líneas de cruceros, sino con aquellas
agencias de viaje que dan el servicio a los pasajeros y le brindan información
sobre los destinos. Estamos trabajando para ello. Lo lógico sería devolverle la
libertad al ciudadano estadounidense de poder viajar a Cuba libremente.
Raúl Castro ha confesado que en el 2018 termina su responsabilidad en
la dirección máxima del gobierno cubano. ¿Qué figuras del liderazgo
revolucionario cubano están en condiciones de sustituirlo en la presidencia del
país?
El próximo ciclo electoral en Cuba comenzará el próximo mes de octubre
con la elección de delegados a nivel de circunscripciones. En Cuba, se eligen
además delegados del Poder Popular para asambleas en 169 municipalidades y después
para asambleas en 15 provincias. A continuación serían las elecciones a la
Asamblea Nacional, esta elige al Consejo de Estado y este a su Presidente. Es
por tanto muy temprano para hablar de candidatos y de sustitutos. De lo que no
deben caber dudas es de que el liderazgo electo estará comprometido con el
programa de modernización de nuestro sistema político-económico, basado en un
debate popular previo que fue refrendado en ley y con las metas que nos hemos
propuesto para el 2030. La Revolución Cubana de 1959 es una continuación del
Grito de Independencia de Carlos Manuel de Céspedes de 1868 y de la Guerra
Necesaria de 1895, es un proyecto de 150 años que no se detendrá. Los cubanos
no hablamos en términos de sucesiones, sino de continuidad.
¿Creé usted que el capital privado se irá incrementando en Cuba en los
próximos años, aun cuando los principales medios de producción mantengan la
propiedad estatal?
Ya se ha producido un movimiento importante de trabajadores que han
ido del aparato estatal o de empresas estatales a formas productivas, o de
servicios, privadas y cooperativas. Los acuerdos y documentos a los que me
refería en la pregunta anterior recogen claramente los espacios económicos en
los que se desarrollará esa actividad, mientras que el Estado se encargará de
las ramas estratégicas. Hay un sector de la población que obtiene ingresos que
puede reinvertir en esas formas productivas, pero no considero que sea de una
magnitud como para hablar de un capital privado doméstico significativo en la economía.
Hay un capital privado extranjero que ha tenido y tiene un papel importante en
nuestra economía, a la luz de los cambios que se han hecho en nuestra
legislación y de proyectos tan significativos con la Zona Económica de
Desarrollo en el Mariel, provincia de Artemisa. Hay varias áreas de nuestra
economía abiertas a la inversión extranjera y tenemos no sólo nuevas empresas
de todos los continentes llegando a Cuba, sino que se registra ya la
reinversión de aquellos que están en el país después de 20 o 25 años.
Es evidente el apoyo del pueblo estadounidense a las relaciones de su
gobierno con Cuba, como lo es el del pueblo cubano a favor de la amistad entre
los dos países. ¿Sería esa voz popular determinante en el fortalecimiento de la
relaciones entre los dos países?
Esa voz ha sido determinante hasta ahora y lo seguirá siendo. Como
dije antes, mejorar las relaciones con Cuba tiene el apoyo de al menos el 75%
de la población estadounidense. Cada vez que un ciudadano o residente de este
país viaja a Cuba regresa diciendo exactamente los mismo: “Cuba no es lo que me
habían dicho”. Es innumerable la cantidad de vínculos bilaterales que han
establecido los artistas, los científicos, los líderes religiosos, los deportistas,
los jóvenes a título personal. Muchas personas han visitado La Habana y otras
ciudades cubanas en las que son recibidos con hospitalidad, lo mismo sucede con
los ciudadanos cubanos que vienen a Estados Unidos. El bloqueo que Cuba ha
sufrido por 55 años no ha logrado impedir que nuestros dos pueblos se
identifiquen y se relacionen.
Finalmente, al periódico La Gaceta, de una estrecha relación con Cuba
desde hace casi 100 años, le gustaría ser portavoz de unas palabras suyas al
pueblo de Tampa.
Como dijera el historiador de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler, en
una visita que realizara en el 2015, Tampa y especialmente Ybor City es un
lugar de peregrinaje obligado para los cubanos. Los ciudadanos de esta ciudad
saben que son los protectores de un patrimonio histórico inmenso para explicar
la historia común de nuestros países. Aquí se siente todavía hoy la presencia
revolucionaria de José Martí y de muchos otros patriotas cubanos, se respira el
sudor de los tabaqueros que apoyaron la
guerra por la independencia de Cuba, se percibe la solidaridad de una población
que se siente cercana a nuestro país y que quiere tener una relación más
directa con la Isla. En los archivos de La Gaceta se atesora una de las
colecciones más impresionantes de documentos cubanos. Les agradecemos a todos
su constante acompañamiento y su amistad.
Publicada en La Gaceta, el 26 de mayo, 2017.
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