viernes, 25 de septiembre de 2020

Carlos José Peralta y la radio hispana de Tampa

 

Carlos José Peralta es uno de los locutores de radio más conocidos en la bahía de Tampa. Su dicción, timbre, expresividad, corrección del lenguaje, así como el respeto a la diversidad de la audiencia en los contenidos abordados, le ganaron desde la década de 1970 el beneplácito de los radioyentes hispanos de la ciudad. Llegó de Cuba en 1971, con 15 años y en 1977  ya estaba detrás de una cabina de radio, una pasión que sigue activa en la actualidad. Por ello, para saber de la radio hispana en la ciudad de Tampa, es una suerte poder conversar con Carlos José:

     Pronto van a ser cien años del inicio de la radiodifusión en Tampa, iniciada en 1922 con la radio WDAE. ¿Tienes información sobre los inicios de la trasmisión radial en nuestra ciudad?

     Primeramente agradezco la oportunidad de poder comentar sobre la historia radial hispana en Tampa. Según tengo entendido, el Señor Ruben Fabelo fue el primero en transmitir en español en los años 50 con un programa llamado “Fiesta en Tampa”  a través de WALT 1110 AM.

     Luego que WALT fuera vendida, Fabelo pasó en 1956 a transmitir su programa de escasamente un par de horas a través de WEBK 1300 AM (esas eran las siglas originales de la conocida frecuencia que después él cambio a WWTB). En 1959, la compañía Rustcraft Broadcasting compró la emisora, cambiando sus siglas a WSOL. Fabelo murió en 1960, a la edad de 42 años. Entonces ocupó su lugar Woody García –ayudante suyo que también era músico–, inaugurando un programa llamado “La hora latina”. Este programa, de dos o tres horas, lo condujo Woody  durante las décadas de los 60 y mediados de los 70, aumentando las horas de programación desde las 12 del mediodía hasta que la emisora concluía sus transmisiones, pues tenía licencia de operar solamente por el día.

    
 Entre las décadas de los años 1960 y 1980 la radio entra en una época de declive debido a la competencia que le hace la televisión. ¿Cómo se desempeñaron las emisiones radiales hispanas en Tampa durante ese tiempo?

     Durante las décadas de 1960 y 1970 la comunidad hispana de Tampa no abandonó la radio por la televisión, ya que era el único medio en nuestro idioma para información y entretenimiento. Por supuesto publicaciones como La Gaceta cubrían las necesidades noticiosas impresas en sus páginas,   pero la falta de canales televisivos en español hacía aún más vital el papel de la radio para los nuestros. No fue hasta 1981 que llegó la televisión en nuestro idioma a Tampa.

     En los años 1990 las nuevas tecnologías digitales comienzan a aplicarse al mundo de la radio. Aumenta la calidad del sonido y se hacen pruebas con la radio satelital (también llamada radio HD), tecnología que permite el resurgimiento del interés por este medio de comunicación. ¿Influyó este hecho en una mayor radiodifusión hispana en Tampa?

     A pesar de los avances tecnológicos en la industria durante los años 90, la radio hispana permaneció igual, aunque siempre con el sueño más preciado: lograr  tener nuestra primera FM. La radio HD o satelital continúa vigente pero nunca llegó a despegar como se esperaba, sobre todo ahora que hay tantas plataformas digitales.

     ¿Cómo se produce tu incorporación a la radio en Tampa?

      Mi incorporación a la radio fue en 1977. Yo apenas tenía 20 años y estudiaba en HCC. Woody  García abandona “La Hora Latina” en WSOL 1300 AM porque había conseguido que WYOU 1550 AM transmitiera el día entero en español. Entonces llama a nuestro querido Puly Sequeria (EPD)  para que se le uniera y crear con él “La Latinísima”.

     La WSOL decide competir y ampliar sus horas de transmisión al día entero. Unos  grandes amigos,  John Solas (EPD) y Víctor Marrero trabajaban allí y me propusieron  unirme a lo que sería “Super Sol 1300”. Ellos me conocían del grupo juvenil de la iglesia San Lorenzo y conocían  mi afición por la música y la radio. En aquellos días tuve un pequeño grupo musical llamado ABC y fui parte de Brito y su Combo, luego me convertí en DJ. Gracias a Dios, siendo muy joven, llegué a ser muy bien aceptado por la comunidad hispana que me adoptó como su hijo radial.

     Cuando la WSOL decide cambiar su programación a inglés surgió la 860 AM. Por su parte, Puly Sequeira inicia Radio Progreso y me ofrece irme con él. También  me llamó Woody García para irme a La Latinísima y opté por esta alternativa,  ya que en ese 1980 mi padre enfermó gravemente y la emisora estaba en Safety Harbor, yo quería estar cerca y poder seguir combinando el trabajo en la radio y seguir mis estudios.

     Cuando Efraín Archilla  (EPD) llega a Tampa y compra la 860 AM la transforma en “AMA 86” y me propone irme a formar parte de la primera emisora totalmente musical bajo la dirección del querido y desaparecido Víctor Lanz. Allí estuve hasta 1988, cuando decidí probar suerte junto a un grupo de colegas y arrendamos  12 horas de programación en la WTAN 1340, que nombramos “Radio Musical”. El proyecto duró apenas un año y volví para la 1300 AM, que en ese entonces era ya la  “Super Q”.

     En 1990, Ronald Gordon llegó a Tampa y compró la frecuencia 680 AM, llamándola Radiomundo. Me propuso formar parte de ella, primero como Director Musical y luego de Programación. Durante toda la década de los 90 esa fue la emisora de más arraigo en Tampa, llegando a ganar premios nacionales. Entre ellos tuve el honor de ser reconocido como  Director de Programación del año por la revista Billboard, el cual considero como uno de los más importantes de mi carrera.

     La Mega comenzó en Tampa a finales de los noventa y me proponen irme junto a esta importante cadena tropical. Allí permanecí en el aire y como asistente de programación de Mega y la Ley (formato mexicano) hasta que nuevamente me llama el Sr. Gordon para ofrecerme la dirección de la 680 AM, esta vez con el nombre de Rumba. Allí estuve hasta que se produjo la llegada de la primera FM en español, el sueño anhelado de todos por tantos años.

     Creo que eres la primera voz hispana en transmitir en Frecuencia Modulada en Tampa, ¿qué significó para ti y para la radiodifusión hispana en la ciudad?

     En el 2005, luego de  Rumba 680, me dediqué a presentar proyectos a emisoras FM del área para convencerles de la importancia de transmitir en español. Fue muy difícil, pero había cierto interés en el formato porque en otros mercados este había tenido mucho éxito. Entre las cadenas a las que me acerqué estaba CBS, los propietarios de la WYUU, la 92.5 FM.

     Ellos ya estaban  considerando seriamente hacer el cambio. Un colega de la radio, Rico Blanco, era parte de esa cadena y formaba parte de la dirección de Q 105. Además, el conocido gerente Louis Albertini, con amplia trayectoria en la radio hispana de Miami y del país, también se había unido a la cadena. Cuando llamé y les presenté los estudios del mercado que había realizado, al ver las estadísticas, no demoraron la decisión de cambiar la frecuencia al programa en español 92.5.

     Fue el 5 de agosto del 2005, a las 7 de la noche, que se produjo el cambio, luego de un arduo trabajo que compartí con Rico Blanco y  Albertini para lograrlo. Esa tarde salí al aire por primera vez en español, inaugurando la transmisión en nuestro idioma de lo que sería “La Nueva 92.5”. La grabación de ese histórico día en la radio de la ciudad anda circulando en las redes. Para mí fue el mayor logro de mi carrera; era como finalmente graduarnos a nivel radial en Tampa.

     ¿Qué programas de radio en español han tenido mayor duración e impacto en la comunidad de Tampa?

     Los programas de mayor interés e importancia durante todos estos años han sido muchos, algunos de formato  hablado  y otros musicales. Ya que la programación en bloques al estilo de nuestro países no se hace acá, los programas más escuchados suelen ser los matutinos y los de la tarde, horario  en que los oyentes se trasladan a sus trabajos o a sus casas y en los autos sintonizan la radio.

     ¿Qué grupos de población hispana (procedencia, sexo y edad) son más adictos a la radio en español en Tampa?

      Escuchar la radio es parte de nuestra cultura latina, para muchos este medio ha sido la única fuente de información y entretenimiento. Los grupos de mayor audiencia en Tampa proceden de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, también Colombia y Venezuela. La población mexicana es una de las más asiduas a su radio regional. La mayor audiencia suele ser de mujeres de entre 25 a 54 años; los hombres también escuchan, aunque las cifras varían según los formatos de noticias o música tropical. Los  milenios de 18 a 34 años son muy volátiles y aunque escuchan la radio, lo hacen por poco espacio de tiempo y optan muchas veces por  escuchar también emisoras en inglés. El grupo de 35 a 64 o más también suele ser muy asiduo a la radio  conservadora.

    Actualmente, en mi opinión, la radio se encuentra demasiado segmentada musicalmente. Si hay algo que pega y tiene altos índices de audiencia todo el mundo lo copia y no se toma en cuenta la calidad del producto.  La música urbana de la actualidad ha influido grandemente en los formatos radiales y muchas emisoras no se atreven a abandonarlo por temor a perder ratings. Otro de los factores que ha quedado desplazado a un plano inferior es el servicio a la comunidad que les escucha y que depende de nuestros medios para muchas cosas, sobre todo a quienes no hablan inglés.

     Afortunadamente, tenemos la  opción de una emisora de propiedad hispana  que se atrevió  a refrescar las ondas radiales con buena música.  Hago la salvedad de que existen emisoras radiales en la banda AM que realizan una excelente labor dentro de su programación local, informando y sirviendo a la comunidad con diferentes  programas, incluidos los de  formato religioso. 

     Has trabajado para la radio y la televisión en Tampa, ¿en cuál has sentido mayores satisfacciones?

     He trabajado en la radio y la televisión, pero siempre digo que mi corazón está en la radio; sin embargo, admiro mucho a todo el que trabaja en ese medio porque aprendí  qué tan difícil es.

     Ahora, con el desarrollo de la nuevas tecnologías digitales, qué futuro le auguras a la radiodifusión.

     Con la llegada del mundo digital la radio y  la televisión deben buscar nuevas plataformas para su difusión. Ya las torres  radiales o televisivas están resultando obsoletas porque ahora se puede transmitir  a través de aplicaciones de Internet u otros medios y el público lo tiene todo al alcance de su mano en el  teléfono.

viernes, 18 de septiembre de 2020

Gabriel Cevallos García, un ecuatoriano ilustre que vivió en Tampa

 Cuando Gabriel Cevallos García murió en Tampa, el 16 de marzo de 2016, probablemente la ciudad no sabía que quien se despedía de la vida en ella era un hombre de tan grandes méritos, pues la mayor parte de su obra la realizó en Ecuador, su país natal. Allí, Cevallos fue profesor, historiador, escritor y filósofo, legando una copiosa obra escrita que hoy está recogida en 13 tomos. Fue hijo emérito de la ciudad de Cuenca, donde fundó la Facultad de Filosofía y Letras de su Universidad, en la que fue Rector entre 1964 y 1968.

   Cevallos fue miembro de la academia Ecuatoriana de la Lengua y de la Academia Nacional de Historia, siendo galardonado en 1988 por el Presidente de  Ecuador con el Premio Nacional de Literatura.

   Desde la cátedra, el periodismo y la ensayística, Cevallos ejerció una gran influencia en su generación, pues su pensamiento humanista y profundamente hispanoamericano fue inspiración y guía de estudiantes universitarios y profesionales del periodismo y las letras ecuatorianas.  Desde una posición teórica que intentaba entender y explicar la realidad del continente, enfrentó los dogmatismos marxistas que influyeron en parte de la intelectualidad y en su aplicación mecánica para intentar modificar la realidad de nuestros pueblos. En ello, sus libros Visión teórica del Ecuador y Reflexiones sobre la historia de Ecuador, publicado en 1960 en dos volúmenes, resultaron de un enorme valor.

   Su extensa bibliografía incluye obras significativas para la historia y el pensamiento ecuatoriano y continental como su notable Historia del Ecuador, que ha tenido varias ediciones y Caminos de España, de1947. Otros libros suyos, como Problemas filosóficos,  Del arte actual y de su existencia (1950), De aquí y de allá (2 volúmenes de escritos varios, 1962-1963), Evocaciones (Creencias y Sentimientos, 1977), Virgilio y sus Milenios (1982), y otros más, muestran, en la diversidad de sus temas, hondura de pensamiento y exquisitez literaria, la profunda cultura y honradez intelectual del eminente ecuatoriano.

   A Cevallos, a quien se le ha considerado “el primer humanista ecuatoriano contemporáneo”  también se le recuerda en la llamada Isla del Encanto, pues en la plenitud de su ejercicio intelectual ejerció como profesor en la Universidad de Puerto Rico –sede en Mayagüez–, donde se estableció en 1969. Allí fue director del Departamento de Estudios Hispánicos (EsHi).

   No sé cuándo vino Gabriel Cevallos a vivir a Tampa, seguramente por decisión familiar al final de su vejez. Lo hizo junto a su esposa la doctora María del Carmen Candau, reconocida lingüista que fue también profesora en la Universidad de Puerto Rico y con la que tuvo cinco hijos.

   Cevallos culminó su vida en nuestra ciudad, a los 91 años. En un breve artículo publicado en su memoria por Prensa Rum (Recinto Universitario de Mayagüez), Azyadeth Vélez Candelario escribió: “Según el doctor Rafael Colón Olivieri, catedrático retirado de EsHi y amigo del fenecido profesor, éste era ‘una persona cultísima, fina y un erudito verdadero. Es lo mejor que ha pasado por el departamento y uno de los seres humanos más excepcionales que he conocido’”.

 

viernes, 11 de septiembre de 2020

Hacia la eternidad Puly Sequeira, habanero y tampeño

 

El domingo pasado, supe por las redes sociales que Gabriel “Puly” Sequeira Romeu había fallecido el día antes. En ese instante, rememoré las veces en que pude conversar con él. La imagen inicial con que emergió al recuerdo fue la de su rostro amistoso, sonriente, jovial, con un perceptible halo de timidez.

La primera vez que vi a Puly fue en su hogar, en la calle Habana. Al vivir en una vía con el nombre de la ciudad donde llegó a la vida en el lejano 1933 y en una casa  llena de música cubana, parecía que aún estaba en el ambiente musical isleño en que creció, rodeado de sus ilustres familiares. De ello hablamos enseguida esa tarde, de su abuelo Armando Romeu –célebre pianista y director de orquesta–, del virtuoso tío abuelo Antonio María Romeu, compositor de más de 500 danzones; de su madre Zenaida Romeu, maestra de piano de figuras como Chucho Valdés; de su hermana Zenaidita, actual directora de la Camerata de Cuba.

La conversación,  acompañada de un exquisito café cubano, entre decenas de viejos discos atesorados por él, derivó hacia su propia historia cuando nuestra insistencia (compartí la visita con Marcel Ferrer, entonces productor del programa televisivo “Buenos días latino”, del entonces CNN en español en Tampa). ­Allí, supe de sus inicios en la música, primero estudiando piano, después  autodidacta y en la década de 1950 como técnico de radio y locutor en la emisora CMQ. Al inaugurarse la televisión en Cuba –primer país de América Latina en hacerlo– él fue uno de los primeros en sumarse, trabajando en Unión Radio  Televisión, el canal que lanzó la primera señal, en 1950. En el año 1954, Puly fue uno de los 9 cubanos contratados para montar una estación de televisión en Bogotá, Colombia, entrenando al personal que echó a andar la televisión de ese país.

En 1960, con 27 años, emigró de Cuba y se instaló en Miami. Allí, como músico, compartió escenarios con relevantes figuras que entonces iniciaban su carrera artística, entre ellos Wyly Chirino. En 1963 se mudó a Tampa, donde encontró su hogar para el resto de su larga vida, pues de los 87 años que llegó a vivir, 57 fueron en esta bella ciudad, tal vez la de más profunda historia cubana en Estados Unidos.

En Tampa, el nombre de Puly Sequeira estará eternamente vinculado a la historia de la radio,  pues hizo grandes aportes a los inicios de la programación hispana en la ciudad. Se le recuerda en La Latinísima,  en Radio Progreso, en La Tremenda Musicalísima, en el programa “Puntos de vista”, presentado por el músico cubano Roberto Ferrer y otros espacios radiales.

Después de la primera conversación, muchas veces me encontré con Puly Sequeira, las primeras en aquel canal de televisión y después en ­diversos lugares donde él acudía a tocar el piano, especialmente en Ybor City y West Tampa. En todas las ocasiones me saludó con la misma sonrisa y siempre le oí palabras pletóricas de optimismo y fe. En una ocasión compartimos un programa de radio y en otra comentamos, in situ,  un concierto ofrecido por Roberto Ferrer, su amigo de muchas décadas y con quien compartió la producción de más de cuarenta discos.

De Puly, también me queda un recuerdo personal, debido a su infinita bondad. Le pedí el favor de mirar un piano que requería afinamiento y al día siguiente tuve el placer de verlo llegar a mi casa y presentarlo, con honda satisfacción, a mi familia.

Con todo, el tiempo que más compartí con Puly fue alrededor de una extensa entrevista que le hice para La Gaceta en febrero de 2016. Estuvo varias horas en mi sala de trabajo, me contó con mucho orgullo sobre su familia, me mostró dos extensos catálogos con la obra de su abuelo Armando Romeu y me ofreció muchos detalles acerca de su larga vida en esta ciudad.

La entrevista, titulada “Puly Sequeira y la más grande dinastía musical cubana”, la concluí entonces con las siguientes palabras: “Gracias a Puly Sequeira Romeu, a sus ancestros y descendientes, por la riqueza musical con que su familia ha enriquecido el alma de la nación cubana y, desde ella, contribuido a la cultura universal”.

He leído en las últimas horas diversas expresiones de tristeza y conmoción por la muerte de Puly. “Es uno de esos seres que quisiéramos  fuera eterno. Un hombre cabal, íntegro, amable, simpático, cariñoso, hijo y nieto ejemplar, esposo, padre, el familiar preferido que todos tenemos (…) Te vamos a extrañar enormemente”, escribió en Facebook Armando Romeu, un primo suyo. “Vivo orgullosa de mi padre”, confesó su hija Gladys, recordando con emoción que en la celebración de los 15 años de sus hijas, el abuelo bailó con ellas un danzón criollo.

Ahora nos falta en Tampa su voz noble y cariñosa, unas notas musicales de rica cubanía, un ademán de  ayuda a los más necesitados, una sonrisa franca y solidaria; pero nos acompaña el recuerdo de un hombre bueno, eternamente inmortalizado en su familia, en los amigos y en la memoria de una ciudad que hizo suya  y a la que sirvió como ciudadano ejemplar.

 Publicado en La Gaceta, 11 de septiembre, 2020.

 

 

jueves, 3 de septiembre de 2020

Extremos de opinión en la campaña electoral estadounidense

 

Antes de las elecciones de 2020, ya había asistido a cuatro en Estados Unidos, dos de ellas como residente en el país y las últimas con la condición de ciudadano y, por ello, con derecho al voto. En ellas,  dos veces ganaron los republicanos (George Busch en 2004 y Donald Trump en 2016), mientras el demócrata Barack Obama triunfó en 2008 y 2012. Como en todas las campañas electorales del país, en ellas hubo una reñida pugna desde las bases de ese proceso, primero buscando la nominación por el partido y después entre los candidatos presidenciales. En múltiples discursos de campaña, en convenciones y continuos actos en los diferentes estados que componen la nación,  y  en medio de una propaganda continua en los medios de comunicación, vallas públicas, letreros lumínicos y toda una parafernalia propagandística que cuesta miles de millones de dólares,  los contendientes insisten en ocultar los méritos y agrandar los defectos de su oponente, prometiendo crecimiento económico, mayor justicia, soluciones a los problemas de salud y educación, así como, según la amenaza del momento –terrorismo, en primer lugar, desde el 11 de septiembre de 2001–, derrotar a cualquier enemigo de la nación.

Sin embargo, hasta las elecciones de 2020 nunca vi un lenguaje donde se haya extremado tanto la ofensa al contendiente –persona o partido–, el irrespeto a la dignidad del otro, aunque haya dedicado su vida a servir al país en los cargos más altos de su administración política. Cuando se trata de una nación sin gobernación caudillista en toda su historia y que ha cumplido  por más de doscientos años con los ciclos de poder que ampara su constitución, al ofender a la persona del contrincante electoral se ofende a la nación, se ofende a la constitución.

 Había leído las críticas de José Martí a las campañas electorales en Estados Unidos de las que él fue testigo, particularmente las de 1884 y 1888. Aunque el pensador cubano simpatizó con muchos aspectos de la democracia estadounidense, observó con mucha preocupación espurios intereses que se movían detrás de ella para favorecer a grupos de poder que ponían en tela de juicio su naturaleza democrática. Sin embargo, creía rebasados los elementos más nocivos que el talentoso hispanoamericano informó a su público a través de importantes periódicos (La Nación, de Argentina y el mexicano El Partido Liberal, entre otros), como han sido superados otros males de la nación que fueron denunciados en su tiempo por el citado comentarista.

Al menos, no había advertido en las elecciones pasadas un comportamiento que se correspondiera al peden leter con esta visión que nos dejó Martí sobre las elecciones de 1884:

 “Una vez nombrados en las Convenciones los candidatos, el cieno sube hasta los arzones de las sillas. Las barbas blancas de los diarios olvidan el pudor de la vejez. Se vuelcan cubas de lodo sobre las cabezas. Se miente y exagera a sabiendas. Se dan tajos en el vientre y por la espalda. Se creen legítimas todas las infamias. Todo golpe es bueno, con tal que aturda al enemigo. El que inventa una villanía eficaz se pavonea orgulloso. Se juzgan dispensados, aún los hombres eminentes, de los deberes más triviales del honor (...) En vano se leen con ansia en esos meses los periódicos de opiniones más opuestas. Un observador de buena fe no sabe cómo analizar una batalla en que todos creen lícito campear de mala fe. De plano niega un diario lo que de plano afirma el otro. De propósito cercena cada uno cuanto honre al candidato adverso. Desconocen en esos días el placer de honrar”.*

Confiando en la sinceridad y agudeza del escritor cubano, nunca dudé de que hubiera pintado con fidelidad lo que entonces apreció. Pero ha pasado casi siglo y medio y el sistema capitalista que entonces pugnaba por nacer violentamente en Estados Unidos ya no es el mismo. Ya los obreros no viven como aquellos que Martí pintó en “Un drama terrible” donde se refiere a las luchas obreras que desembocaron en el crimen de Chicago en mayo de 1886. Sin embargo, las elecciones de 2020 han traído aquellos mismos componentes denunciados por un extranjero en  1884. “Se miente y se exagera a sabiendas”, parece haber ocurrido entonces entre quienes apoyaban al republicano James Blaine y quienes preferían al demócrata  Grover Cleveland, quien resultó triunfador. “Se miente y exagera a sabiendas”, está ocurriendo 136 años después.

Ni Donald Trump es fascista, ni Joe Biden es socialista. Todos lo saben, pero en la campaña hacia la presidencia uno y otro título pueden ser decisivos en la definición del votante. En términos ideológicos, ninguno de los dos es antisistema y  defienden las bases del modelo socioeconómico  al que corresponden. Si uno fuera fascista (doctrina totalitaria y nacionalista) y el otro socialista (doctrina contraria a la propiedad privada), no habrían ocupado los cargos de presidente y vicepresidente de Estados Unidos. Pero,  “Se creen legítimas todas las infamias” y no importan los méritos que un hombre haya acumulado en toda su vida para ofenderle en la prensa, en los canales de televisión, e inventar cuanta imagen pueda denigrarle, sin importar el “pudor de la vejez”. Quiero creer, al menos, que a los niños no se les deje ver las imágenes con las que los adultos se mienten unos a otros, para que crezcan sin perder la confianza en el legado de sus padres.

Es legítimo que unos sean republicanos y otros demócratas, pero cómo respetar la democracia cuando se desconoce el derecho del que piensa diferente. Cómo respetar al que “se pavonea orgulloso” cuando “inventa una villanía”. Porque es una villanía consciente llamar socialista o comunista a Joe Biden y levantar el fantasma de que este país, con Constitución y todo, sería devorado por él, que es,  entre los dos hombres que en el 2020 contienden por la presidencia de Estados Unidos, el que menos semblante de dictador tiene.

*José Martí. Obras Completas, tomo 10, pp. 184.

Publicado en La Gaceta, 9.4.20