viernes, 29 de octubre de 2021

Jonas Salk, el ejemplo de un científico que pensó en la humanidad

 Este 28 de octubre se cumple un aniversario más del natalicio de Jonas Salk, el científico estadounidense a quien la humanidad debe la primera vacuna efectiva contra la poliomielitis, una enfermedad viral que afecta principalmente al sistema nervioso, a la médula espinal y puede causar la muerte o parálisis para toda la vida.

   Durante siglos, probablemente milenios, esta enfermedad altamente contagiosa fue un azote para la humanidad, especialmente para la población infantil y con mayor presencia en países de clima templado. Como ante todos los virus, muchos le atribuyeron orígenes y soluciones supersticiosas, hasta que en 1840 fue descrita científicamente por el alemán Jakob Heine. Pero no existió un control sobre ella hasta más de un siglo después, cuando, en 1949, el bacteriólogo John Franklin Enders logró cultivar el virus en laboratorio dentro de tejidos. Fue precisamente a través de esta técnica que el epidemiólogo Jonas Edward Salk desarrolló una vacuna para los tres tipos de poliomielitis que ya eran conocidos.

   Una vez terminado el proceso de pruebas a su propuesta, en 1954 se inició su inoculación, deteniéndose progresivamente la terrible epidemia. Desde entonces, la vacunación se fue extendiendo por todos los continentes, erradicándose cada vez en mayores áreas del planeta. En nuestro tiempo, se considera que sólo en Pakistán, Afganistán y Nigeria no se ha logrado aún eliminar la poliomielitis y una de sus causas es la persistencia de supersticiones y opiniones anticientíficas que obstruyen la vacunación.

Dr. Jonas Salk, fotografía de Frank Lennon, 4 de mayo de 1976.
    

   En Estados Unidos, país donde surge la vacuna de Salk, el proceso de inmunización se extendió rápidamente. Como es costumbre, se acudió a figuras muy famosas para que influyeran con su ejemplo en la población. Se recuerda que el 28 de octubre de 1956 –justamente el día  en que Jonas Salk celebraba su 42 cumpleaños–, Elvis Presley se fotografió mientras lo inyectaban y el impacto de esa imagen fue tan arrollador que, ese año, cuando apenas  el 0.3% de jóvenes de menos de 21 años estaban vacunados, la cifra ascendió inmediatamente a más del 80%. Como quiera que sea, fue atajada la epidemia y en pocos años erradicada en la nación.

   Pero estas notas quieren, especialmente, recordar al científico Jonas Salk, en el 107.° aniversario de su natalicio, al hombre ejemplar que dedicó su poderoso talento a la medicina, a la ciencia, a la vida. Nació en Nueva York, hijo de inmigrantes judíos procedentes de Rusia.  Desde la infancia dio pruebas de ingenio y a los doce años ingresó a la secundaria básica Townsend Harris, que privilegiaba a alumnos de alto rendimiento. Terminó en tres años los programas que correspondían a cuatro y entró a la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, donde sobresalió tanto en las asignaturas cursadas como en las investigaciones de Medicina.

   Graduado, comenzó a ejercer la profesión de médico científico en el hospital neoyorquino Mount Sinai, pero en 1942 ganó una beca de investigación en la Universidad de Michigan, uniéndose a un grupo de científicos que, dirigidos por Thomas Francis Junior, se afanaban en encontrar una vacuna contra la gripe. Esa vacuna estuvo lista en 1945 y a ella contribuyó Salk destacadamente.

   A partir de ese año, el joven científico comenzó a investigar la poliomielitis. En 1947, lo nombraron director del laboratorio que investigaba ese virus en la Universidad de Medicina de Pittsburgh. Allí, comenzó a desarrollar las técnicas que llevaron finalmente a la vacuna que lleva su apellido.

   Durante los años previos a esa inyección, las epidemias resultaron devastadoras en Estados Unidos. Se menciona la de 1952 como una de las más severas, cuando se reportaron 58 mil casos, de los que 3145 fallecieron y 21269 quedaron paralíticos, niños en su gran mayoría.

   Realmente, hasta la aparición de la vacuna, la poliomielitis era un fantasma que recorría el mundo todos los años. Muchas figuras de gran relieve histórico la padecieron, como es el caso del presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, a quien dejó paralítico para siempre.

    Del eminente científico hay que destacar la inteligencia, voluntad y dedicación a la ciencia, pero también su alto sentido de responsabilidad y el valor del ejemplo. Cuando estuvo convencido de que inyectando poliovirus muertos a sus pacientes los inmunizaría, probó primero la vacuna consigo mismo, con su familia, compañeros de trabajo y voluntarios que no habían sido contagiados.

   El día que se dio a conocer el triunfo de la vacuna –el 12 de abril de 1955–, Salk fue aclamado por la comunidad científica y por toda la nación que vio un verdadero milagro en el descubrimiento que detendría la enfermedad contagiosa más temible de entonces.

   Después, Jonas Salk se negó a patentar la vacuna cada vez que se lo pidieron. Se opuso rotundamente a tener un privilegio sobre un descubrimiento que consideraba era un bien para la humanidad. En una ocasión en que un periodista lo interrogó por aquella actitud, respondió con brevedad: ¿Se puede patentar el sol?

   Desde entonces hasta nuestros días, se ha seguido desarrollando la vacuna contra la poliomielitis. En 1961, Albert Bruce Sabin dio a conocer la que se aplica por vía oral, ofreciendo otra opción a la de Salk. Sin embargo, el camino a la erradicación de la poliomielitis en casi todo el mundo lo abrió Salk, un hijo de inmigrantes que llegaron pobres a Estados Unidos. Él renunció a todo el dinero que pudo ganar con su descubrimiento. El 23 de junio de 1995 murió en California sin ser millonario, pero dueño de una riqueza mayor, legítima e inagotable: la satisfacción de haber hecho mucho bien al ser humano. 

Publicado en La Gaceta, Tampa, 29 de octubre, 2021.

 

viernes, 22 de octubre de 2021

Kenya Dworkin exhalta la hispanidad desde Facebook

 En las últimas semanas, en medio de las acciones de celebración del Mes de la Hispanidad en Estados Unidos, la doctora Kenya C. Dworkin ha tenido la feliz iniciativa de utilizar las redes sociales –Facebook, en este caso– para recordar a muchas figuras que, provenientes de esta cultura, hicieron notables aportes al desarrollo sociocultural de esta nación, contribuyendo a la integración de sus diferentes componentes étnicos.

   He seguido las publicaciones de Dworkin, cuyos aportes al conocimiento de la cultura hispana en Estados Unidos son bien conocidas en el mundo académico y me ha llamado la atención que esta profesora de Carnegie Mellon University –quien publica sus trabajos en revistas especializadas y editoriales reconocidas–, decidiera dar a conocer en Facebook aspectos de sus constantes investigaciones.   Conozco su proverbial generosidad y sencillez porque gozo de su amistad, pero esta vez me sorprendió, desde un ángulo que alude a su fina agudeza, su sincera vocación de enseñar y el amor que siente por la cultura de la cual procede.

   De hecho, hay dos servicios a la vez: mostrar algunos de los miles de rostros de procedencia hispana –muchos apenas conocidos en nuestra época– a los que debemos acciones enaltecedoras de nuestra cultura, y mostrar que este medio de expresión por el que circulan millones de personas diariamente, no es sólo para notas baladíes, chistes, pugnas políticas o domésticas y un sin fin de cotilleos (por más que, penosamente, alcancen mayor cantidad de likes), sino que puede ser también un medio de enseñanza. Esta vez, la profesora abre en la famosa red social una ventana a la historia de la cultura hispana en Estados Unidos, ofreciéndonos momentos cruciales de la vida y obra de muchas figuras de origen hispano en este país.

   En la brevedad de este espacio, voy a retomar sólo algunas de las líneas que nos ofrece la Dra. Dworkin, como una manera de aplaudir la clase que desde Facebook ella nos regala, casi siempre precedida de la pregunta motivadora ¿sabes quién es?:

Rita Hayworth
   Rita Hayworth, una de las estrellas del cine desde la década de 1940, apareciendo en 61 filmes durante 37 años.  Sus actuaciones en la película “Gilda” (1946) junto a Glenn Ford, “Only Angels Have Wings” (1939), “The Lady from Shanghai” (1947), “Pal Joey” (1957) y “Separate Tables” (1958), entre otras, le hicieron merecer que se le llamara “La Diosa del Amor”. Aunque nació en Nueva York y se le conoce por el seudónimo artístico, ella es hija del bailarín español Eduardo Cansino Reina, quien la nombró al nacer Margarita Carmen Cansino.

   Carlos Santana, el guitarrista mexicano-estadounidense creador de la famosa banda con su apellido “cuya música combina de manera única rock, jazz, blues, salsa y ritmos africanos con influencias latinas”.

   Franklin Chang-Díaz, el ingeniero mecánico y físico costarricense que se convirtió en el tercer inmigrante latinoamericano en unirse a NASA, y el primero de ellos en haber volado fuera de la órbita de la Tierra, en 1986. Fue el primero en hablar con la Tierra desde el espacio en español.

   Rubén Salazar, uno de los primeros periodistas mexicano-estadounidenses en los principales medios de comunicación. Su trabajo fue particularmente significativo porque resaltó la vida de los chicanos. Salazar creció en El Paso y sirvió en el ejército antes de convertirse en periodista de Los Angeles Times. En su carrera, se centró en las injusticias cometidas contra los miembros de la comunidad chicana. Mientras cubría una protesta de la Guerra de Vietnam, la Moratoria Chicana en 1970, su vida fue interrumpida por un proyectil de gas lacrimógeno lanzado por la policía.

   Alirio Díaz Guerra, inmigrante colombiano autor de la novela Lucas Guevara, publicada en español. Es la primera novela sobre la inmigración latinoamericana a Estados Unidos.

   Juana Briones de Miranda,  “Una mujer fascinante de Alta California”, dice la profesora. Nació en  Branciforte, en 1802, hija de un español-mexicano con una mulata de ascendencia africana. Se casó a los 18 años con un soldado español, cuyos padres eran de ascendencia indígena yaqui, con el que tuvo 11 hijos. El ejemplo de esta notable mujer en la vida del naciente San Francisco se deriva de la fuerza con que, separada de su esposo y con una amplia prole, fue capaz de convertirse en dueña del  Rancho La Purísima Concepción en el condado de Santa Clara y llegar a ser reconocida en su entorno por el uso de las yerbas medicinales, especialmente en la sanación de su pueblo ante un fuerte brote de viruelas. Asimismo, se le agradece por haber sido partera de muchos niños cuando no existían médicos y hospitales. Esas mujeres también son heroínas y merecen un sitial a la hora de reconocer el legado hispano en Estados Unidos.

  Octavio Ambrosio Larrazolo, en 1928, fue elegido a ocupar el mandado no concluso  del senador de Nuevo México Andrieus A. Jones, quien murió durante su cargo. Larrazolo nació en Chihuahua, México, en 1859, pero emigró a una edad muy temprana a Nuevo México. Se le conocía por talentoso orador y apasionado campeón por los derechos civiles de los hispanos, la igualdad educativa y por los derechos de la lengua española.

Loreta Janeta Velázquez (1842-1923), fue una mujer cubana que se trasladó a los Estados Unidos y se disfrazó como un soldado confederado masculino durante la Guerra Civil estadounidense.

   Loreta escribió el extenso libro La Mujer en Batalla: Una Narrativa de las Proezas, Aventuras, y viajes de Madame Loreta Janeta Velázquez,  donde cuenta cómo se alistó en el ejército de los Estados Confederados en 1861.

   De muchos hispanos, o descendientes de hispanos que han sobresalido en Estados Unidos nos ha escrito en estos días la Dra. Dworkin. Gracias a ella por enriquecernos las redes sociales con un contenido que verdaderamente enseña.

viernes, 15 de octubre de 2021

Entrevista a la abogada Yahima Hernández

 El jueves de la semana pasada, las abogadas Yahima Hernández y Christine Smith invitaron a un grupo de colegas y amigos para celebrar, junto a sus familiares, el décimo aniversario de la fundación de Law Offices of Hernández & Smith, P.A., institución que en este decenio ha servido con profesionalidad y amor a cientos de personas que han requerido de sus servicios legales y, gracias a su eficiencia, han visto cumplirse sus sueños.

Pocas veces se logra una verdadera armonía como la que han cimentado estas dos mujeres sensibles e inteligentes, una cubana y la otra estadounidense, al entender que la primera responsabilidad de quien sirve a las leyes es hacer valer la justicia y proteger a quien requiere de ellas. Asimismo, en ambas, el servicio a la comunidad les ha hecho merecer ese respeto y cariño que se hizo tan evidente en la emotiva celebración.

Aprovechando esta ocasión, hice la siguiente entrevista a Yahima Hernández, quien también es miembro de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración:

Christine Smith y Yahima Herández

En la celebración del 10.° aniversario de Law Offices of Hernández & Smith, P.A., entre familia y amigos, fue perceptible la felicidad en tu rostro, en el de  Christine y en el de todos los participantes. Sé que hay muchas razones para esa satisfacción, pero me gustaría que te refirieras a las que consideras principales.

Primero, sospechaba que si reuníamos a todos nuestros colegas, familiares y amigos, la química sería perfecta. Después de 10 años de fomentar relaciones y cuidar de ellas sentimos que había llegado el momento de cristalizar lo que se venía produciendo. Es la primera vez que reunimos a todos nuestros respectivos amigos, familiares y colegas. Todos de caminos y experiencias muy diferentes, pero con el apoyo a nosotras en común.

Como sabes, Christine es estadounidense y yo cubana-estadounidense, encima de eso practicamos áreas de leyes diferentes, contribuimos atributos diferentes a nuestros clientes, y aun así se logra una homogeneidad en nuestras prácticas. La satisfacción de lograr eso es indescriptible. Ha surgido de confianza mutua, transparencia, y en saber poner los intereses de una en el nivel de la otra. Las personas a nuestro alrededor creo sienten esa influencia, nos ven como ejemplo y se motivan a respaldar nuestras ideas. ¿Será que se transmite la confianza quizás? En nuestra sociedad, y en nuestras diferentes redes, prevalece la calidad humana y eso supera las idiosincrasias y los prejuicios. Las dos nos movemos en círculos de personas a las que les importa hacer el bien, trabajar con integridad y eligen servir a la sociedad en general.

Conjuntamente, esos amigos, colegas, familiares y el bufete logramos satisfacer muchas expectativas por parte de nuestros clientes. ¿Como no sentir gran satisfacción al ver una visión de un poco más de 10 años hecha realidad? Anoche estuvieron varios abogados jóvenes que en algún momento hicieron internado en el bufete. Verlos de vuelta, practicando leyes y siendo líderes ellos mismos, siguiendo de cierta forma nuestra evolución me da esperanza de alcanzar logros todavía más grandes. Sé que ellos lo harán no solamente igual, sino mejor aún.  

Los rostros, la alegría, los abrazos, las conexiones y la oportunidad de tejer aún más nuestra red demostraron anoche que la celebración de este aniversario fue el mejor regalo a nosotras mismas y a los que nos han reconocido como merecedoras de su confianza. Me siento fortalecida, más que satisfecha.  

Es hermoso pensar en los cientos de personas que en este tiempo se han beneficiado con la atención de ustedes. ¿Podrías recordarme algunos de los casos más difíciles que han llegado a un feliz final?

Por el carácter confidencial de nuestro sistema judicial, no puedo compartir historias e identificar mis clientes y sus casos. Pero hay uno que viene a la mente y que ha autorizado con anterioridad divulgarlo. Fue uno de mis primeros casos en la corte de inmigración. André era estudiante de USF, indocumentado hace casi 10 años y terminó en deportación por un error.  Este muchacho, a pesar de no tener estatus migratorio, trabajaba muy fuerte porque aspiraba a ser médico en Estados Unidos. En ese entonces, ya era voluntario en el Tampa General Moffitt Cancer Center, Brandon Regional y muchos otros hospitales y participaba en investigaciones de búsqueda de tratamiento para cáncer. Yo tomé el tiempo para demostrar el valor de este individuo para nuestra sociedad; médicos y profesores se unieron y yo presenté un conmovedor caso al juez, quien quedó tan impresionado que eliminó la deportación sin ir a juicio. El gobierno no apeló, ellos habían recibido una copia del manuscrito al juez. Ese joven ya es ciudadano y ejerce como médico internista en nuestra comunidad.

 Con motivo de esta celebración, Christine y yo pedimos a algunos de nuestros clientes del pasado compartir algunas palabras. Te adjunto algunos de sus mensajes, varios dirigidos a una de las juezas que decide casos de menores y otros a nuestro bufete. Son reflejo de los casos difíciles que llegaron a final feliz. La práctica de Christine es primordialmente ley de familia, la mía inmigración. El 80% de nuestros casos son complicados, porque en familia e inmigración las emociones por derechos en juego son muy dominantes, aun cuando la ley parece estar a favor. Los nombres que comparto son casi todos ficticios para continuar protegiendo la confidencialidad.  Asimismo, no menciono el nombre de jueces por ética profesional.

–Mi nombre es Rosita. Obtuve mi residencia legal este año. Obtener mi tarjeta de residencia fue de gran ayuda. Me permitió escapar de un hogar que no era seguro para mí. Mi padre era muy violento y alcohólico. Puso mi vida en peligro y me dirigí a Florida en busca de refugio en la casa de un familiar. Fue un desafío aprender el idioma inglés y las nuevas formas de vivir en Estados Unidos, pero lo entendí. Ahora trabajo como asistenta médica. Quiero agradecerles por darme la oportunidad de influir en mis éxitos.

                                    Atentamente, Rosita.

–Mis abogados me ayudaron a lograr la verdadera felicidad al ayudar a reunir a mi familia después de tantos años. Tus propios logros vinieron a bendecirme, un gran trabajo al estar ahí para familias como la mía. No sólo pude volver a ver a mis padres, sino que también pude llevar a mis hijos a mi seguridad y son la fuerza que me mueve a luchar y demostrar quién soy. Quiero que sepan que les envío el mayor agradecimiento con la mano en el corazón. Las fotos muestran a parte de la familia, juntos, gracias a ti.

                                      Atentamente, La familia Escobedo.

–Quiero comenzar agradeciendo a usted y al juez de mi caso por permitirme, a mí y a otros niños, vivir el Sueño Americano. Desde que me concedieron el estatus, tuve la oportunidad de terminar y graduarme de la escuela secundaria en 2018, y me gradué de la escuela de enfermería este verano. He podido conducir, viajar y trabajar libremente sin tener miedo. Gracias por todo lo que hacen por niños como yo.

                                      Calurosamente, María.

–Gracias a Dios y a Usted. Que Dios te bendiga a ti y a tu trabajo, por escuchar y ser tan buena. Personalmente, ha significado mucho para mí poder comenzar mi vida y una familia. Cosas que no tendría en mi país de origen. Todo está bien ahora, gracias por la ayuda que recibí. ¡Gracias!

Tengo una nueva familia y una nueva vida, Ofelia.

–Es un sueño hecho realidad estar en los Estados Unidos. Estoy agradecido de estar con personas maravillosas como mis padres adoptivos, ahora son mis padres y estoy feliz de ser su hijo. Todo esto no hubiera sido posible sin el juez de mi caso que lo aprobó. No me olvido de Christine, que ayuda a que todo esto sea posible.

Mi vida ha cambiado mucho desde que llegué aquí y es diferente a la que tenía antes. Hago ejercicios todos los días con mi papá. Hoy en día me siento emocionado porque puedo ir a la universidad y estudiar lo que me gusta. Me concedieron la residencia permanente hace dos semanas, lo cual no puedo creer. Mañana iré a limpiar la playa, sigo siendo un ciudadano activo.

Una vez más, las palabras no pueden describir lo agradecido que estoy de estar aquí. Mis padres están felices, y yo también. Están agradecidos por cómo ustedes lograron que esto funcione de manera ideal. No dudo que lograrán mucho más.

                                                  Atentamente, Jorge.

Cuando la niña que llegó de Remedios entró a una universidad de Estados Unidos, ¿con qué soñaba?

Interesante que menciones a Remedios. Yo soñaba con mi ciudad, con todo lo que dejaba atrás (mis amigos, familia, mi adorado Padrino). Como tenía que luchar para hacer contar el costo de mi decisión, dejándolo todo atrás, quería demostrarme que mi decisión había sido la correcta y que tenía en frente una oportunidad grande que muchos no llegaban a ver, muchos allá y muchos acá incluidos. Yo soñaba con asegurarme de que los años en prisión de mi abuela se multiplicaran en bendición y que su memoria pudiera quedar reivindicada, si es que en vida no alcanzó a lograrlo.

Sin embargo, al venir en 1995, mi sueño era solamente llegar lo más lejos posible, pero al inicio no pensé que eso incluiría lograr ser abogada, porque en Estados Unidos es una carrera todavía elitista, cara, llena de obstáculos y para quien no pertenecía a ese mundo, sin el apoyo de juristas, resulta muy difícil crecer en este campo.

Comprendí que era posible soñar con ser abogada al cabo de un año de haber llegado aquí, en 1996, cuando pasé mi primer examen de psicología (en inglés, por supuesto). Entonces supe que podía trazarme metas más altas y aquí estoy. Al primer profesor que le comenté que quería ser abogada se echó a reír a carcajadas, todavía lo puedo ver y escuchar. Yo, con optimismo, tomé las carcajadas a bien. Son un aval de confianza, pensé. Lo traduje como que seguramente él había pensado: “Hay que reírse, pero esta atrevida va lejos”.  

¿Cuánto ha significado la familia en tus logros profesionales?

Yahima, feliz con sus padres, hijo, hermana y otros familiares

Mi familia ha significado todo, no hay juristas en ella, pero ha estado siempre muy convencida del valor de su apoyo para mis éxitos. Mi familia ha sido muy desinteresada, eligieron apostar por mí cuando cada uno podía haberse empeñado en su propia superación. Por ese lado me siento muy bendecida, y por eso seguiré tratando de hacer bien. Ellos son parte de la inversión y del retorno. Los más jóvenes, mi hijo y mis sobrinos, parecen absorber muy bien la lección: una familia unida siempre llegará más lejos. Unidos hemos conseguido triunfos, llevando con nosotros el recuerdo de los abuelos, quienes fueron el primer ejemplo. 

¿Por qué te inclinaste al difícil campo de la inmigración en tu desempeño como abogada?

Cuba como país ha sido asfixiante para la libertad de expresión y Estados Unidos reconoció ese hecho cuando en 1966 promulgó la Ley de Ajuste Cubano. Por ser cubana, recibí mucha protección al llegar a este país. Un momento inolvidable para mí fue ver a mi abuela naturalizarse en las oficinas de Inmigración, en Kentucky. Me di cuenta de que a pesar de nuestro sufrido pasado, no todos los inmigrantes tienen la misma suerte y protección como la que ofrece esa ley para los cubanos. Yo me identifiqué con los indocumentados al llegar. En los trabajos de limpieza, restaurantes y otros que realicé al principio conocí indocumentados sin muchas esperanzas de legalizarse y vi cómo su talento se desperdiciaba por no tener un camino para ajustar sus estatus a residentes legales. Recuerdo un médico de Cambodia que limpiaba un restaurante conmigo y sufría al pensar que nunca lograría revalidar su título. Yo quería darles la misma oportunidad que yo tuve, y a eso me dediqué.

Además de tu permanente trabajo como abogada, has estado atenta a los latidos de toda la comunidad y especialmente a la de procedencia hispana. ¿Qué te inspira a privarte de tiempo libre para servir a los demás?

 De la forma en la que mi vida ha transcurrido, mi carrera ha sido en los últimos 15 años uno de mis enfoques principales, aparte de criar a mi hijo y estar disponible para mi familia. Mi tiempo ha estado bien empleado usando mis credenciales, mi profesión, para expandir lazos que beneficien a los hispanos. Yo tengo la bendición de vivir sin miedo. Muchos hispanos temen enfrentar a las autoridades, a veces por no dominar el idioma y hasta se cohíben de exigir sus derechos. Al mantenerme activa en organizaciones cívicas y al rodearme de personas influyentes en el campo legal, para decirlo de alguna manera, estoy sirviendo a los hispanos, creando un puente para ellos. Esa obra me parece la mejor forma de emplear mi tiempo. Por suerte, mis amigos creen en mi misión, son incondicionales conmigo y aunque no siempre esté disponible para ellos siempre me reciben con alegría. 

¿Cómo ves a la Tampa de hoy y sueñas la de mañana?

Pienso vivir en Tampa por el resto de mi vida. Me gusta viajar de vez en cuando y eso es suficiente cambio de ambiente. Mi hijo estudia en USF, yo cada vez tengo más raíces acá. La Tampa de hoy promete mucho, no sólo somos campeones en el deporte, los hispanos no nos estamos quedando atrás.

En los pocos años que llevo aquí veo muchos hispanos lanzar nuevos negocios y tener éxito a mi alrededor. Además, los nativos nos reciben muy bien y nos asimilamos unos a otros de manera muy positiva. Como expliqué antes acerca de la relación simbiótica con mi socia, eso se extiende a Tampa desde mi perspectiva. Yo estoy casi segura, no es ni siquiera un sueño, de que Tampa va a continuar siendo una ciudad de bien. Tenemos lideres muy involucrados en hacerla avanzar, incluyendo a muchos hispanos. Vivo a través de mi hijo y mi sobrino la realidad del futuro que se avecina, muchas metas y muchas personas comprometidas a crecer y devolver a este país con creces lo que nos ha proporcionado.  

Publicado en La Gaceta, Tampa, e 15 de octubre, 2021.

 

 

 

viernes, 1 de octubre de 2021

Filippo Ferretti: 20 años en la televisión

 En los últimos cinco años, la voz y el rostro de Filippo Ferretti han entrado continuamente a la casa de los tampeños, especialmente los de origen latino, como si fuera un miembro más del hogar. Cuando se conecta el canal Univision, uno de los preferidos por los miembros de este amplio margen poblacional, una voz de la noticia es Filippo, quien ha enriquecido el programa Despierta Tampa Bay con su peculiar estilo, metal de voz, corrección del lenguaje y sensibilidad hacia el tema tratado. Su origen florentino lo incorpora a la significativa presencia de hombres y mujeres que, procedentes de Italia, se integraron desde fines del siglo XIX a la cultura latina asentada alrededor de la bahía de Tampa, sumando el apellido Ferretti al de Stefanesi, Ferlita, Alessandrini,  Filogamo, Ciccarello, Picata, Guerrieri, Greco, Pizzo y tantos italianos que han dejado su huella en la historia de nuestra ciudad.

En ocasión de arribar a sus 20 años de trabajo en la televisión, cinco de ellos en Tampa, le pedimos a Filippo contestar unas preguntas para La Gaceta, a lo que accedió con su proverbial esplendidez.

En pocos años, tu rostro y nombre se han hecho muy conocidos en la bahía de Tampa, a través del programa Despierta Tampa Bay. En él hablas de la actualidad, cultura, historia, vida de la ciudad y haces muchas entrevistas. Ahora, entrevistar al entrevistador, es una oportunidad para saber más de ti. ¿Cómo llegas a Tampa, una ciudad con larga tradición de presencia italiana?

Conversando con Filippo Ferretti, en el estudio de Univisión

La primera vez que pisé suelo tampeño fue hace casi una década, cuando hice una breve escala en el aeropuerto. Entonces no imaginé que esta ciudad se convertiría, con los años, en mi nuevo hogar. Ahora Tampa tiene un espacio peculiar en mi corazón, es una ciudad que día tras día he venido conociendo y amando. Una vez escuché decir “Tampa te atrapa”, en realidad no sé si mi carrera un día tomará otro rumbo y me lleve lejos de esta bahía, pero lo cierto es que para mí siempre  será casa, porque esta comunidad, sobre todo la hispana, me hace sentir parte de ella. Ser periodista es un privilegio y una misión que tomo con mucha responsabilidad, pues sé que la comunidad confía en mi trabajo. Lo que más satisfacción me da es que el ser italiano, el hablar otro idioma, no ha sido una barrera para mi público. En estos años he recibido apoyo, estima, confianza de parte de centroamericanos, caribeños, suramericanos, esto es lo que más orgullo me da, ser la voz de toda la comunidad.

Qué significado ha tenido en tu formación ser originario de Florencia,  una ciudad italiana de tan vieja y dinámica vida  cultural que  se enorgullece de tener “El nacimiento de Venus” de Botticelli,  “La Anunciación” de Da Vinci, el “David” de Miguel Ángel y tantas obras relevantes.

Para alguien que nace en Firenze o, como se dice en español, Florencia, el arte, la cultura, especialmente del Renacimiento, son partes integrantes de mi vida y mi formación. Siempre he sido un gran apasionado del arte figurativo, de los grandes museos y de las obras literarias, que aunque hayan sido creadas hace cuatro o cinco siglos, son y serán contemporáneas por su mensaje universal. Intento, cada día, en mi trabajo periodístico, poder llevar esta sensibilidad, este gusto y este acervo cultural en cada una de mis entrevistas o en cada uno de mis reportajes para el noticiero. Soy italiano, italiano de sangre, de cultura, de formación y  sé que Tampa y Florencia están a miles de millas de distancia una de la otra, pero, salvando las diferencias, comprendo que las raíces unen a estas comunidades.

Estás celebrando el XX aniversario de tu ingreso a la televisión. Háblame de tus orígenes en ese medio de comunicación y de los momentos que te han sido más significativos en este trabajo.

Hablar es mi pasión y logré que se convirtiera en una profesión. Empecé a trabajar cuando tenía 22 años, en Italia, en un pequeño canal local. Con los años logré pasar a la televisión nacional, presentando una edición del noticiero nacional como corresponsal para América Latina. Veinte años es mucho tiempo, sobre todo cuando, como en mi profesión, transcurren contando una historia distinta cada vez, relatando sucesos que  muchas veces son trágicos, de sufrimientos, desgracias. En estos años, he visto de primera mano las esperanzas de inmigrantes, sus decepciones, como día tras día cambia nuestra sociedad, nuestros jóvenes, nuestros valores. Poder tocar la vida de tantas personas, especialmente de aquellas que quizás para muchos no son nadie, que  han sido marginadas, así como las de quienes son famosos o poderosos, escuchar sus historias, sus dramas, su felicidad y logros, es lo más bello de mi trabajo.

En veinte años he sido corresponsal de guerra en Afganistán, corresponsal de noticias en ocho viajes papales, he entrevistado a cantantes famosos y a políticos influyentes, pero lo más bonito, lo que llevo en mi corazón y que considero lo más significativo de mi carrera ha sido poder conocer a tantas personas que me han abierto las puertas de su vida y me han contado sus historias, permitiéndome transmitirlas a los demás.

 También estás celebrando tu quinto aniversario en la televisión de Tampa. En ese tiempo, te has ocupado como periodista de noticias, vida cultural, historia, costumbres, en fin, sobre la vida que fluye alrededor de nuestra bahía. ¿Cómo aprecias la historia y actualidad de la ciudad?

Tampa me encanta y en estos cinco años se ha convertido en mi casa. ¿Lo mejor para apreciar?, un paseo por Ybor City un domingo por la mañana, detenerse a tomar un café cubano o fumar un tabaco, hablar con quienes pueden contar una historia de cómo eran las calles de la ciudad cuando las caminaba Santo Trafficante. En fin, para conocer una ciudad, sus costumbres, sus personajes, hay que vivirla, hay que estar en la comunidad, hay que bañarse en sus tradiciones, su cultura y entenderla, conocerla y respetarla.

 ¿Qué ha significado Univision para ti?

Aunque en mi carrera haya trabajado para canales nacionales o grandes ­networks, Univisión Tampa siempre será mi casa, el canal que me ha permitido tener una posicion a través de mi trabajo tan fuerte y ser respetado en esta comunidad. Con mucha modestia, me siento Univision Tampa

Además de periodista y presentador televisivo, te acabas de incorporar como docente a la Universidad de Tampa. ¿Qué representa para ti la responsabilidad de ser un educador?

Especialmente en el campo de los medios de comunicación y más aún en la televisión, veo que hay muchos jóvenes con mucho talento y se asoman al mundo laboral con pocas habilidades concretas, porque sólo cuentan con la formación académica. Este año me incorporé como docente a la Universidad de Tampa y mi objetivo es precisamente poder formar a mis estudiantes sobre la televisión de una forma práctica, completa, y prepararlos para el ámbito laboral. Como comunicador y profesional, creo que es mi deber compartir la experiencia adquirida. En el campo de la televisión, aparte de los aspectos técnicos, hay algo más allá de lo considerado “correcto” o “equivocado” y  mi misión es enseñar a contar una historia “que haga la diferencia”, como se dice en este medio.

 ¿Cómo ves el futuro próximo de Tampa?

Hemos vivido unos meses difíciles por la pandemia, las crisis sociales, económicas y políticas que está vivendo el país, pero estoy seguro que en los próximos años Tampa será una ciudad desarrollada, competitiva y fuerte desde el punto de vista económico,  social y cultural, con baja tasa de criminalidad y un skyline siempre en movimiento. Lo que no cambiará, espero, es el olor a tabaco y café en las calles de Ybor, los gallos y el son cubano que hacen única esta ciudad. No sé si estaré aquí para seguir contando lo que pasa en esta comunidad, pero seguro, donde esté, seguiré atento al  brillo de Tampa en el mapa de este país. 

Muchas gracias.

 Publicado en La Gaceta, el 1.° de octubre, 2021