Conocí a
Zita Arocha en el curso especial “José Martí y las comunidades de inmigrantes
de la Florida en la independencia cubana y el amanecer del siglo americano”,
que se desarrolla entre junio y julio en la Universidad de Tampa. Zita es
profesora en la Universidad de Texas El Paso (UTEP), un sitio que está en la noticia diaria por
ser uno de los espacios fronterizos de mayor implicación en el fenómeno
migratorio. Pero, además, es periodista, fundadora de Borderzine, una
revista digital comprometida con la causa humanitaria que late en los
desplazamientos diarios de personas por el lugar donde vive.
Cuando
me pidió una entrevista (motivada por la historia de La Gaceta) le
contesté que el interés era recíproco. A petición de ella, quedamos en
reunirnos en la sede del periódico, donde respondí como entrevistado y pregunté
como entrevistador.
A
continuación, en sus respuestas, los lectores pueden encontrarse con una
profunda valoración de la profesora de periodistas Zita Arocha, guía
galardonada de una publicación de la frontera y testigo crítico de la grave
crisis humanitaria que se está experimentando en uno de los cruces de personas
más dramáticos de nuestro tiempo.
¿En
qué espacio físico y social se produce el impacto migratorio que enfrenta El
Paso?
La
llegada de personas sin documentos (especialmente los grupos familiares y los
niños menores de edad sin acompañante) está afectando la zona que comprende lo
que se llama la frontera El Paso-Ciudad Juárez -Las Cruces, Nuevo México. Esta
zona representa más de 2 millones de residentes en un área tri estatal (Texas, Nuevo México y Chihuahua,
México). Las que estamos mirando son acciones por la parte de la patrulla
fronteriza de Estados Unidos y el Departamento de Seguridad, con las que han
arrojado a cientos de los migrantes (después de procesarlos) en el centro de El
Paso y Las Cruces y se tienen que hacer cargo de ellos los grupos humanitarios,
iglesias y centros sociales.
Momento de la visita de Zita Arocha a La Gaceta |
Esto
lo empezaron a hacer a mediados del año pasado, cuando se hizo evidente que el
gobierno de EE.UU. no tiene suficientes albergues federales para
hospedarlos. Desde principios de este
año, el Departamento de Seguridad los procesa (la mayoría de ellos pide asilo
político en EE.UU.) en los puentes de cruce, les dan un número de espera para
una cita en la corte migratoria en El Paso y los regresan a Juárez, donde
tienen que esperar hasta ser llamados.
Mis
fuentes y el New York Times, en un artículo reciente, exponen que hay
mil cubanos en estas condiciones en Juárez, esperando sus citas para asilo
político. Y los informes del mal estado
y cuidado de los migrantes en los campos de detención federales nos llegan
diariamente. Por ejemplo, noticias de niños durmiendo en el piso, sin poder bañarse,
sin atención médica, etc.
¿Es El Paso una muestra sobresaliente de la
crisis humanitaria que hoy se observa en la frontera de Estados Unidos con
México?
Sí,
la crisis no es de violencia o inseguridad (como dice Trump y su gente) en las
zonas de la frontera, cerca de Ciudad Juárez, sino de cómo darle cuidado y
bienvenida adecuada a los inmigrantes que están llegando de Centroamérica.
Háblame
de Borderzine. Orígenes, motivaciones, perspectivas, realización...
Se
creó la revista Web hace 10 años para entrenar a la nueva generación de jóvenes
periodistas bilingües de la frontera y para proveerle a la comunidad de esa
zona información y noticias de la realidad actual en los límites territoriales
de Estados Unidos con México. Es parte
del programa de estudios en periodismo multimedia en la Universidad de Texas en
El Paso. La consideramos una clase/redacción porque cada semestre tenemos a 21
estudiantes en ella, reportando y escribiendo sobre los dos lados de la
frontera. Ellos son los reporteros y los profesores (tres) somos todos
periodistas, con mucha experiencia en los medios.
Hay
cientos de migrantes centroamericanos recluidos en El Paso, Texas, a la espera
de que se revise su solicitud de asilo para poder entrar a Estados Unidos.
¿Hasta dónde puede enfrentar el gobierno local esa demanda?
En
mi opinión, si nuestro gobierno quisiera resolver este problema humanitario en
la frontera, lo pudiera hacer inmediatamente en el Congreso de Estados Unidos
de una forma bipartidaria. Lo que se necesita es ganas, recursos y personal
preparado.
¿Cómo
perjudica a la economía de El Paso el descenso migratorio?
No,
no afecta porque la economia de la zona fronteriza es muy compleja y diversificada. La mayoría
del negocio que se hace allí es
transfronterizo e involucra transporte de mercancías y equipo,, así como muchas
otras cosas de una lado al otro, en las dos direcciones: El Paso a Juárez y
Juárez a El Paso. Por ejemplo, hay una maquila grande en Juárez que construye
unos enormes equipos que producen energía con el viento (wind power) y estos se
transportan vía camión de Juárez por El Paso a todos lados de Estados Unidos.
Hay alrededor de 100 maquilas en Juárez produciendo piezas para automóviles en
Estados Unidos, para celulares, etc. En la mayoría de los casos, Estados Unidos
envía a las maquilas de Juárez los componentes para que ellos puedan fabricar
las piezas.
¿Qué
testimonios sobre la violencia en El Paso te han impactado más?
Para
mí lo mas triste ha sido la muerte de tantas mujeres de Juárez, algunas de
ellas trabajadoras de maquila, crímenes que todavía no se han esclarecido.
También, el asesinato de un periodista de El Diario de Juárez, hace como
10 años. Le decían “El Choco” y fue baleado en su coche al frente de su casa y
sus dos niños presenciaron su muerte. Todavía no hay justicia para él y su
familia.
¿Ha
sido también El Paso un ejemplo del uso de la frontera para el tráfico ilegal
de drogas y personas?
Por
supuesto, hay cifras de cuanta droga secuestran los federales en los puentes de
cruce en la frontera y también en las paradas de la Patrulla Fronteriza que se
encuentran a ciertas millas de la frontera en carreteras principales, como I-10
y I-25. Pero también sé que mucha de la droga entra de otras maneras y no son
incautadas por los agentes federales y estatales. Hay cifras sobre esto en la página web de
Homeland Security.
¿Cómo
aprecias el fenómeno migratorio que atraviesa El Paso en el marco de la crisis
socioeconómica que padecen los centromericanos?
Creo
que es una situación sumamente triste, trágica para los migrantes que sienten
tanto desespero en sus países que deciden arriesgarlo todo, aun sus vidas y las
de sus hijos, para trazar un camino tan largo y peligroso. Creo que la solución
está en el mejoramiento de las condiciones en sus países. Los gobernantes de
los países centroamericanos tienen que aceptar responsabilidad por la crisis e
insistir en que Estados Unidos ayude de forma constructiva y no de forma
política, prescriptiva o autoritaria.
¿Como
evalúas la actitud del presidente López Obrador?
Creo
que tiene buenas ideas para mejorar las condiciones de vida de todos en México,
ya sea los trabajadores, clase media, negociantes. Pero la tarea es enorme y
todo esto se encuentra bajo la sombra del crimen organizado, y la corrupción,
que son cada día más fuertes.
¿Qué
soluciones ves para el conflicto migratorio en la frontera, desde la visión
cercana que tienes en El Paso, como periodista y profesora?
No
creo que habrá una solución constructiva hasta las próximas elecciones en
EE.UU.
¿Qué
opinas de la actitud del presidente Donald Trump sobre las relaciones con
México?
No
tiene conocimiento de las complejidades de la relación México-Estados Unidos y
no comprende la realidad de la frontera que es una zona dividida artificialmente
por los políticos, para fines políticos. Somos una comunidad que cruza la
frontera en términos de lengua, cultura, lazos familiares y negocio. Cada
fronterizo enfrenta y supera día a día la forma de intercambiar con el otro
lado. Por ejemplo, tenemos en UTEP cientos de alumnos de Juárez que cruzan los
puentes fronterizos todos los días para estudiar en la universidad.
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