viernes, 23 de septiembre de 2022

Tony Pizzo en la memoria de Tampa

 Tampa, que es una ciudad de gente agradecida, no olvida a quienes han contribuido a su crecimiento y hermosura. Entre ellos, están sus constructores, en el amplio sentido de un término que incluye tanto el aporte material como espiritual. Por ello, recordamos a Anthony P. Pizzo, que el 22 de septiembre cumplió el 110.° aniversario de su natalicio.

Cuando el 2 de enero de 1994, a los 81 años, Tampa le despidió en el cementerio italiano de la ciudad, había culminado una extensa obra como historiador que prevalece en la rica documentación que fue donada a la Universidad del Sur de la Florida y se conserva en la sala especial de colección de su amplia biblioteca. Hoy, estudiantes, profesores e investigadores que entran a ese recinto, solamente pronuncian su nombre y acceden a figuras y acontecimientos ocurridos en este espacio de Florida, especialmente relacionados con  la cultura italiana y cubano-española tan presentes en la historia de la ciudad.

Tony Pizzo contribuyó como historiador a que la
 ciudad de Tampa se conociera a sí misma
Hijo de los italianos Paul y Rosalia Pizzo, nació y creció en  Ybor City, en una década trágicamente marcada por la Primera Guerra Mundial, pero aún de esplendor por la impronta de la industria del tabaco en su barrio natal. En su niñez, fue de gran importancia para su fomación la influencia de sus padres, al transmitirle  su sensibilidad hacia los orígenes italianos, sino también a la comunidad. De aquellos días, el dejó escrita unas notas insuperables:

“Me gusta pensar en los días de mi juventud en la ciudad de Ybor... recordar las imágenes, los sonidos y los olores que enriquecieron mi infancia. La vida era agradable y despreocupada, a menudo emocionante. Todavía puedo escuchar la charla en español e italiano mientras los trabajadores desfilaban por los largos días de fumar cigarros en las fábricas; el estruendo de los carros y el grupo de cascos de caballos en las calles de ladrillos que entregaban botellas de leche y hogazas de pan cubano antes del amanecer... El melodioso latín parloteaba por las aceras por las noches era un encanto. Todavía puedo escuchar la música de los salones de baile flotando en el aire nocturno durante las ocasiones festivas. Al recordar el inquietante gemido del silbido del tren a lo largo de la Sexta Avenida en medio de la noche, despierta una triste sensación de nostalgia. Las viejas guaridas y los amigos fallecidos capturan mis recuerdos. Era una forma de vida que no volverá. Llenaba los veranos de mi infancia*”.

Pizzo terminó su educación preuniversitaria en Hillsborough High School  y después asistió a la Universidad de Florida. Egresado de ese centro, matriculó Derecho en la Universidad Stetson, pero luego prefirió dedicarse a los negocios. Durante la Segunda Guerra Mundial, se alistó en el ejército y prestó servicios dentro de las tropas estadounidenses. Después, ya como empresario,  fundó la companía de licores  International Brands. Más tarde, ya en la década de 1950, trabajó para la companía de licores House of Midulla, de la que llegó a ser vicepresidente. Entre 1965 y 1971, fue presidente de Rey Del Mundo Cigar Co., afiliada a esta empresa y también con ella fue  gerente general  de Fruit Wines of Florida Inc., la primera bodega que se construyó en Tampa.

Durante este tiempo,  Pizzo viajó muchas veces a  España e Italia, ocasiones en que recopiló una copiosa información relacionada con la emigración desde esos países a la ciudad de Tampa. Con ello, comenzó a desarrollar la vocación de historiador que llevaba dentro, a la que comenzó a dedicar cada vez más tiempo. Pronto alcanzó prestigio en este campo, especialmente por los aportes que incorpora al conocimiento de los orígenes españoles, cubanos e italianos de Ybor City. En 1982, lo nombraron historiador oficial del condado de Hillsborough, cargo desde el que presidió  la Comisión Histórica del Condado para la supervisión de los marcadores históricos en Tampa.

A su vez, el  agudo investigador se desempeñó también como profesor, impartiendo conferencias sobre  los origenes e historia de Tampa en la Universidad del Sur de la Florida, donde fue miembro del Consejo de Presidentes de esa institución. Es cuando, en 1979, la televisión creó la serie “Tony Pizzo’s Tampa”, en diez capítulos,  que obtuvo dos premios de la  Asociación Nacional de Televisión de la Universidad.

Durante la segunda mitad del siglo XX, creo que no hubo un historiador en Tampa que se ocupara con tanta fuerza y profundidad de los orígenes y evolución de la ciudad, preferentemente la de composición latina. Asimismo, estuvo integrado a diversas asociaciones, comités, proyectos e instituciones de la comunidad, por lo que vemos su nombre en la historia de la Cámara de Comercio, en el Centro Asturiano, el Español, el Italiano, en la fundación del Parque José Martí, en la Universidad de Tampa, en el Club Rotario, por sólo mencionar  algunos lugares en que dejó su huella.

Pizzo pudo asistir a muchos de los reconocimientos que mereció. En 1952, el gobierno de Cuba le confirió la Orden Nacional al Mérito Carlos Manuel de Céspedes,  en atención a sus grandes aportes al conocimiento de la historia de Cuba en Tampa. El país de sus ancestros lo nombró en 1974 Caballero Oficial de la Orden del Mérito de la República Italiana. En 1956, fue reconocido como Ciudadano Destacado con el Tampa Civitan Award, el más alto honor que otorga la ciudad.  El Colegio de Abogados del condado de Hillsborough le otorgó el Premio Liberty Bell el Día de la Ley correspondiente a 1990.

He mencionado sólo algunos de los premios que recibió en vida y después de su muerte en la ciudad que ha sido fiel a su legado. En 1998, una escuela primaria de Tampa recibió su nombre, se  ha instaurado el premio Tony Pizzo para investigadores que hacen grandes aportes a la historia y el patrimonio de la ciudad, una estatua perpetúa su imagen en la 9.ª Avenida y la calle 17 de Ybor City, la ciudad que le vio nacer aquel 22 de septiembre de 1912 y que le sigue recordando y agradeciendo.

*Otto, Steve (12.1.1997). “Tribute to historian almost right”. The Tampa Tribune.

Publicado en La Gaceta, 9.23.22

 

 

 

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