viernes, 29 de septiembre de 2023

Diálogo con Pedro Pierluisi, gobernador de Puerto Rico

 El sábado pasado el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, estuvo de visita en Tampa, donde se reunió con varias personalidades de la ciudad y tuvo un encuentro con la prensa en el Hotel Haya, donde, a modo de entrevista exclusiva, le formulé algunas preguntas a las que respondió con claridad y gentileza.

El abogado y político Pedro Rafael Pierluisi Urrutia, miembro del Partido Nuevo Progresista y del Partido Demócrata de Estados Unidos, es gobernador de Puerto Rico desde enero de 2021. Anteriormente, había ocupado el cargo de Comisionado de su país ante el Congreso de Estados Unidos, se había  desempeñado como secretario de Justicia y a su currículo había sumado otras responsabilidades, por lo que asume el cargo actual como un político experimentado.  Ahora, con diversos logros económicos y sociales durante menos de tres años al frente del gobierno de la Isla, aspira a ser reelegido en noviembre de 2024.

Con Pedro Pierluisi, gobernador de Puerto Rico

El próximo 3 de noviembre se cumplen tres años de usted haber sido electo como Gobernador de Puerto Rico. En un momento difícil, cuando renuncia Ricardo Roselló en medio de un levantamiento popular, la Isla aún no se había recuperado del ciclón María, comenzaba el Covid-19 y acciones de corrupción y violencia se apreciaban en el país, ¿con que expectativas -y compromiso- comienza su gobierno?

Bueno, yo comencé apelando a la unidad, desde el punto de vista de identificar las causas comunes. Cuando yo comienzo hay una legislatura en manos de un partido que no es el mío. Asimismo, hay una Junta de Supervisión en Puerto Rico tomando decisiones que afectan al bienestar de la Isla y limitan las acciones del gobierno democrático. Y veníamos de ese pasado que mencionas en tu pregunta. O sea, que era como un mar turbulento, como un territorio minado.  Así que yo identifiqué una serie de causas comunes en mi primer mensaje de aceptación del cargo y en otras intervenciones inmediatas y dije: se necesitan dos para pelear, no pierdan el tiempo conmigo. Entonces senté una técnica de evitar controversias innecesarias, porque entendí que el gobernante tiene que pensar en el otro.

En Puerto Rico, ahora tenemos cinco partidos, antes eran tres.  Ahora hay más polarización, y todavía queda un sector de la población muy incómodo, desilusionado por cosas que pasaron. Mencionaste corrupción, los efectos del ciclón María, también la insolvencia del gobierno que dio lugar a una recesión duradera.

Cuando uno añade todas esas cosas, entiende que va a haber una resistencia y, hasta cierto punto, una rebeldía. Entonces a mí me toco calmar esas aguas. Eso es lo que hice y a pesar de tan grandes obstáculos, el gobierno ha funcionado, tiene estabilidad y mantiene una excelente relación con el Gobierno Federal. En este tiempo, la economía ha estado creciendo, tenemos el nivel de desempleo más bajo de nuestra historia, con cien mil puestos de trabajo adicionales, en una economía que cuenta con 1.1 millones de empleos.

Desde ocupar el cargo el 2 de enero de 2021, usted ha podido encaminar una obra de gobierno que se aprecia en el crecimiento de infraestructuras, como carretas, dragados, placas solares; proyectos a favor de la educación y la salud, aumentos salariales, nuevos empleos, pensiones..., lo que ha implicado un mejoramiento económico y social en la Isla, ¿ello le da confianza frente a la aspiración de ser reelecto para un nuevo período en las elecciones de noviembre 2024?

Sí, la reconstrucción del país ahora va a un paso más acelerado que cuando yo llegué al Gobierno y eso me da confianza para ir a la ­reelección. No es que me esté anticipando, pero, por la experiencia en la vida pública y los múltiples debates en las campañas en que he participado, puedo anticipar los resultados. Ahí están los datos específicos que dicen lo que nuestra administración ha hecho hasta el momento, y lo que nos falta por hacer, lo que podemos hacer en ocho años en el gobierno. Eso va a contrastar con otros desde las gradas, con otros haciendo críticas y promesas. Las críticas y promesas es lo que siempre se ve. Lo que usualmente no se ve es un incumbente diciendo: yo estoy satisfecho con mi esfuerzo, orgulloso de lo que hemos logrado y listo para seguir cuatro años más.

Tu mencionaste ­algunas cosas importantes. Por ­ejemplo, las pensiones públicas, en cuya defensa mantuve una posición firme e inquebrantable, al proteger a los pensionados del gobierno del país para que el proceso de la reestructuración de la deuda no les dañara. Al final, logramos que hubiera cero recortes para ellos. Eso no fue fácil, pero lo logramos.

También se han logrado avances en educación. Para Florida han estado viniendo maestros que necesitamos en Puerto Rico. Para desestimular eso, utilizamos algunos fondos recibidos del Gobierno Federal para atender la pandemia del Covid-19 a favor de elevar el salario en mil mensuales a los maestros. Ahora la Junta de Supervisión –que estará todavía por dos o tres años más– está comenzando a suplantar esos fondos federales por fondos estatales, pero se le hizo justicia salarial a nuestros educadores. En este aspecto, también me uní a Miguel Cardona, secretario de Educación de EE.UU., para descentralizar el Departamento de Educación, demasiado grande y burocrático. La propuesta es mantener el Departamento de Educación, pero crear agencias educativas locales, como las que existen aquí, digamos Hillsborough County Public Schools. Lo que queremos en Puerto Rico es tener entre 7 y 10 entidades a nivel regional, más cercanas a los maestros, a los estudiantes y a los padres. A ese nivel se pueden tomar decisiones y que el rol del Estado, del Departamento de Educación a nivel central, sea ocuparse de las políticas públicas, de los currículos generales, con los requisitos que rige la ley, sea estatal o federal. En eso estamos trabajando ahora, conscientes de la importancia de la educación.

Usted es miembro del Partido Nuevo Progresista de Puerto Rico, pero también del Partido Demócrata de Estados Unidos. ¿Qué opina de la presidencia y posible reelección de Biden?

Yo apoyo la reelección de Biden porque pienso que ha hecho una labor encomiable. Ha mantenido en crecimiento la economía de Estados Unidos, a pesar de todos los retos. Ha logrado que el Congreso apruebe legislaciones avanzadas en diversas áreas, incluyendo la revitalización de la infraestructura que estaba desatendida en este país; asimismo, en el tema de la ­tecnología de los semiconductores, atrayendo otra vez ­inversiones estadounidenses que se habían marchado a otras regiones.

Asimismo, pienso que ha sido sensible a lidiar con el problema de la inmigración. Además, ha sido efectivo a nivel internacional, estableciendo coaliciones, enfrentando lo que está sucediendo en Ucrania. Yo lo apoyo por todo eso, pero también por la forma en que ha atendido nuestros reclamos en estos años, cuando Puerto Rico está en medio de un difícil proceso de reconstrucción.

Pierluisi conversa con el editor en español de La Gaceta

El estatus político de Puerto Rico es complicado. Usted es el jefe de Gobierno, pero el jefe del Estado es el Presidente de EE.UU., excepcionalidad derivada del Estado Libre Asociado creado en 1952. Desde entonces, tres variantes han movido las aspiraciones políticas puertorriqueñas: mantener ese estatus, la independencia, o la estadidad. Por momentos, las distancias entre uno y otro han experimentado distintos niveles de aceptación. Desde su condición de político, ¿cómo calibra el futuro del estatus de Puerto Rico?

Enlazando esta pregunta con la anterior, creo que, si los demócratas retoman el control de la Cámara, mantienen el del Senado y el presidente Biden continúa en la presidencia, el terreno va a estar muy fértil para aprobar un proyecto de ley que le ofrezca a Puerto Rico la oportunidad de convertirse en un estado más de la nación americana. 

Yo veo la estadidad como igualdad en el trato a todos los ciudadanos estadounidenses, como un ‘trátame igual’.

Si el puertorriqueño es ciudadano de Estados Unidos, ¿como es posible que no vote por el Presidente estadounidense?, ¿como es posible que no tenga representación con voto en el Congreso, en la legislatura de esa nación? ¿Como es posible que se le trate diferente en programas tan importantes como el Medicare, el Programa Suplementario de Asistencia Nutricional (SNAP) o en Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI)?

El planteamiento nuestro es de una estadidad como igualdad con todos los ciudadanos estadounidenses, pero defendiendo el concepto de que somos puertorriqueños. Lo he dicho antes: a mí nadie me quita mi puertorriqueñidad, nadie me va a quitar mi español, mi manera de ser, mis gustos, mis costumbres; siempre voy a bailar salsa, a comer arroz con habichuelas y alcapurrias.

La identidad no está en juego, aunque pienso que no debe ser una causa partidista en EE.UU., porque los republicanos deberían apoyarla de igual manera; pero no entienden a Puerto Rico, lo ven como un estado totalmente liberal y no es así: hay gente liberal y conservadora, igual que en EE.UU. y en todas partes.

Para mí, la estadidad es mi causa mayor y la pregunta no es si se va a lograr, sino cuándo se va a lograr.

Si hoy el Congreso de EE.UU. hace esa pregunta, fácilmente observará que más del 60% de los puertorriqueños van a votar por la estadidad. Ya no sería el planteamiento de un sueño, sino una realidad: elegir Sí o No. El voto por la estadidad va a ser abrumador.

Pero en el plebiscito de 2020, aunque más de un 52% votó a favor de la estadidad, algo más de un 48% no la aceptó...

Pero ha ido creciendo la aceptación de la estadidad. Mira, en EE.UU. también hay estados donde muchas personas creen que debiera ser independiente. Ocurre en Texas, en California, en Hawái. No lo veo como un obstáculo. Las democracias funcionan a base de las mayorías, no de la unanimidad.  Y hablando del destino de un pueblo, la realidad es que nosotros hemos sido ciudadanos estadounidenses por más de cien años en que hemos sido parte de su territorio. La mayoría de la población puertorriqueña quiere mantener esa ciudadanía. Incluso se da la contradicción de que hay personas que defienden la soberanía, pero no quieren perder la ciudadanía estadounidense. Lo lógico sería lograr la ciudadanía completa, con todos los derechos del ciudadano estadounidense, sin dejar de ser puertorriqueños.

Finalmente, hablamos brevemente acerca de los grandes escritores españoles que vivieron en Puerto Rico, como Juan Ramón Jiménez, María Zambrano, Pedro Salinas. Entonces comentamos sobre la Primera Feria del Libro que estamos organizando en Tampa para marzo de 2024, le solicitamos apoyo y le invitamos. Generosamente, el Gobernador de Puerto Rico nos prometió ayuda y deseos de éxitos para un evento donde también estarán las letras de Puerto Rico. 

Publicado en La Gaceta el 29 de septiembre, 2023.

 

 

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