martes, 15 de agosto de 2023

Conversación con el periodista, escritor y editor Pablo Socorro

 Entre el 6 y el 23 del pasado mes de julio, se celebró en Cartagena de Indias, Colombia, la sexta Feria Latinoamericana del Libro, en la que dos editoriales independientes de Florida –Primigenios y Lunetra– tuvieron una activa participación. Para conocer acerca de su presencia en este evento, conversamos con Pablo Jesús Socorro, escritor cubano que conduce Lunetra y quien actualmente vive en Spring Hill, al norte de la bahía de Tampa.

Pablo se graduó de periodismo en la Universidad de La Habana y ejerció esa profesión en su país, esencialmente como periodista deportivo. En 1996, se mudó a Miami y, dos años después, comenzó a trabajar como corresponsal de la agencia France Press con sede en Los Ángeles, California, lo que hizo hizo hasta retirarse en 2017.  En su rica trayectoria periodística, ha cubierto seis Olimpiadas, tres Mundiales de Fútbol, varios Juegos Panamericanos y otros eventos deportivos, así como algunas Cumbres Iberoamericanas, elecciones en Estados Unidos, premios Oscar y Grammys, desastres naturales como el huracán Katrina, etc.

Socorro ha publicado varios libros, entre ellos Hablar en cubano (Crónicas, relatos 2017),  Crucero Adonia: La vuelta a Cuba en una semana (novela 2017), Ruge el estadio (crónicas deportivas 2019), Las Miercolinas de Pablo: antídoto contra las epidemias (humor 2020), La memoria de las uñas (crónicas, cuentos 2022). En la Feria del Libro de Cartagena presentó El almendrón azul, que gira ingeniosamente entre el cuento y la novela. Pero que sea él quien mejor nos cuente de este feliz momento.

Pablo Socorro presenta El almendrón azul

La Feria Latinoamericana del libro Cartagena de Indias no tiene una larga historia, pues creo que se inició en 2018 y este año acaba de realizar su sexta edición, en la cual pudiste participar. ¿A tu parecer, qué dimensión ha alcanzado en este tiempo ese evento de escritores, editores y lectores?

La Feria de Cartagena es aún joven en relación con otros eventos similares en Latinoamérica, y por ello aún no se ha asentado en el circuito de Ferias de la región, pero es indudable que en estos seis años sus organizadores, y principalmente su promotor, el escritor Walter Caicedo, han trabajado incansablemente para que cada edición sea superior a la anterior. Pese a contar con escaso apoyo de las instituciones de gobierno locales y nacionales, Walter ha llevado adelante el sueño de colocar a su ciudad de Cartagena como vitrina para la cultura del libro, y sobre todo para la difusión de la lectura y la literatura colombiana. Vimos con qué entusiasmo participaban en las presentaciones de libros los niños y jóvenes de las escuelas cartageneras y público en general y lo importante que fue para los autores colombianos llegados de los recónditos lugares del país este contacto de la gente con su obra. Y eso es hermoso, sobre todo en una época en que los tik tok, reels y otras yerbas digitales están imponiéndose a la lectura del libro.

No obstante, y sin que ello demerite el fruto de esta VI Feria, en lo personal creo que deben tener una visión más internacional y comercial de su proyecto para que puedan crecer. Para ello se necesita mayor promoción en los medios de prensa locales y nacionales, invitaciones a periodistas para que entrevisten a los autores más reconocidos, dedicar la Feria a un país determinado, y contar con personal capacitado en el conocimiento de los autores que participan para darles una debida promoción y atención. Este año, por ejemplo, se invitó al escritor cubano Leonardo Padura, premio Princesa de Asturias de las Letras, pero se obvió que en la Feria participaban también, con la presentación de sus más recientes libros, otros autores de fuste como los cubanos residentes en Miami Sindo Pacheco, premio Casa de las Américas, y otros multipremiados como René Fuentes, Manuel Vázquez Portal y el gran poeta Efraín Riverón.  La criatura de Walter y sus colaboradores ya camina sola. Ahora solo necesita fortalecer sus pies con esos pequeños detalles para encontrar su propio rumbo.

¿Qué participación tuvo Ediciones Lunetra, que tu fundaste y diriges, en esta Feria del Libro que acaba de culminar en Cartagena?

Asistimos por primera vez a esta Feria por invitación de los organizadores y acompañando a la Editorial Primigenios, del escritor Eduardo Casanova Ealo. Lo hicimos con una amplia muestra del catálogo de 30 autores con que cuenta Lunetra desde su fundación como Casa Editorial en noviembre de 2019. Aunque en estas Ferias las ventas casi nunca compensan la inversión para asistir a las mismas, los resultados fueron buenos, tomando en cuenta que vendimos casi todas las existencias de algunos títulos como la novela El mar de los caníbales, de Fernando Velázquez Medina, parte de cuya trama de piratas y corsarios se desenvuelve en la Cartagena de Indias de 1586, y los libros de cuentos Villa Encantada, de José Hugo Fernández y El almendrón azul, de mi autoría. También hicimos donaciones a las bibliotecas de tres escuelas cartageneras y el último día de la Feria las Editoriales Primigenios y Lunetra entregaron a uno de los organizadores, el periodista Fernando Tatis, una donación de cerca de 100 libros para las bibliotecas de las instituciones educacionales de Cartagena. También firmamos un acuerdo de intención comercial con la Red de Editoriales Universitarias RedBooks para la impresión y distribución en Colombia de los libros de Lunetra y Primigenios y representaciones mutuas en las Ferias del libro que participemos las tres empresas.  

Como autor, presentaste tu libro El almendrón azul, cuyo título debió ser llamativo. ¿Qué acogida tuvo entre el público? 

El almendrón azul lo presentamos el segundo día de la Feria en una sala de la Universidad de Cartagena casi repleta, y tuvo una gran acogida. Se trata de una obra de ficción que se mueve entre el cuento y la novela, con un lenguaje muy cinematográfico, sobre la inevitable realidad cubana y las peripecias de siete personajes de carne y hueso, y el fantasma de Camilo Cienfuegos como catalizador, todos dentro de un auto americano de 1959. Más que la historia de un grupo de cubanos que buscan escapar de un régimen que los ahoga, es la historia de todos aquellos que se ven obligados a emigrar de su país en busca de sus sueños. La lectura del primer cuento causó tal impacto que me vi obligado a leer un segundo, y hubiera leído el libro entero si no es que, en medio de la presentación, una señora se paró y dijo: “¡Ay, hijo! Con este gobierno que cargamos ahorita vamos a necesitar muchos almendrones como el tuyo”. Lamentablemente, solo llevé 10 ejemplares que se agotaron en la misma presentación, por lo que en el resto de la semana tuve que decir a los interesados que podían comprarlo en Amazon.com. Sinceramente, nunca esperé que el libro causara tal impacto, al extremo que la dramaturga Myriam de Lourdes hará una adaptación teatral del libro para estrenarse en la primera jornada de la Feria de Cartagena de 2024. 

Miami tuvo una importante participación en la Feria del Libro de Cartagena de Indias, con ediciones Primigenios, dirigida por Eduardo Casanova y con autores del prestigio de Sindo Pacheco. ¿Cómo aprecias la relación del público con autores y obras de origen cubano?

El estand Lunetra-Primigenios fue uno de los más visitados de la Feria, pues además de contar con casi 600 títulos, pusimos en las paredes del recinto, una al lado de otra, las banderas de Cuba y Estados Unidos, y alternábamos música de ambos lugares. Tuvimos el privilegio de contar con autores como Sindo, Vázquez Portal, Fuentes, cubano residente en Uruguay, Riverón, el doctor José Antonio Trespalacios, y los costarricenses Juan Carlos Gómez  y  Alana  Quesada, la autora más joven, quien, con 15 años, presentó su libro de cuentos bajo el sello de Primigenios. La presentación del libro del doctor Trespalacios, La sexualidad que nos debemos, causó tal interés que fue invitado a dar dos conferencias magistrales sobre el tema en universidades locales.

De izq. a derecha los escritores Juan Carlos Gómez (Costa Rica),

Manuel Vázque Portal, Alana Quesada Obando  y Johaska Obando (CR),

Efraín Riverón, Nadia Gómez (CR), Pablo Socorro y Sindo Pacheco.


Entre los autores cubanos que viven en la Isla estuvo presente Leonardo Padura, uno de los escritores de ese país más conocidos de nuestro tiempo. ¿Hubo otros autores que viven en Cuba? Más allá de la ficción, ¿aprecias diferencias entre los temas que abordan los autores cubanos de la Isla y los que viven fuera de ella?

Salvo Padura, que asistió invitado por los organizadores del evento, no hubo participación física de otros autores residentes en la Isla, pero si muchos de ellos estuvieron representados con sus obras gracias a las gestiones de Primigenios y Lunetra. Nuestras editoriales han permitido a los escritores y poetas que no son publicados en Cuba, sacar sus obras al mundo y exponerlas no solo en la gran plataforma de Amazon, sino en Ferias del Libro como esta y la de Miami, además de tertulias y otros eventos que regularmente realizamos en el sur de Florida.

No creo que hay mucha diferencia en los temas que toca la literatura en ambos lados del estrecho de la Florida. Según Faulkner, solo hay tres grandes temas en la literatura: el amor, la muerte y el odio. Si Faulkner hubiera nacido en La Habana Vieja, Ciego de Ávila o Baracoa, diría que solo hay un gran tema que resume los tres anteriores, y se llama Cuba. Tanto en la literatura del exilio como en la del insilio, la Isla es un sujeto presente o inmanente en la mayoría de la creación literaria de los últimos 70 años de ese desastre sociopolítico mal llamado revolución cubana. Es mi opinión que buena parte de la producción cubana de estos años se mueve entre lo kafkiano, lo macondiano y un realismo sucio cargado de desesperanza.  El tema es amplio, y ha sido tratado a profundidad por estudiosos más preparados que este simple periodista que empezó muy tarde su carrera de contador de historias, y que para ganar tiempo se ha montado encima de un almendrón lleno de fantasmas y mitos.

¿Qué satisfacciones apuntas a tu ya rica biografía con este viaje a Cartagena de Indias?

 La Feria de Cartagena de Indias no solo sirvió de vitrina para nuestro trabajo, sino que pudimos pulsar cuáles son las preferencias de los lectores latinoamericanos, y las tendencias editoriales y tecnológicas que se mueven en la región.

Amazon ha masificado la creación literaria con el surgimiento del editor independiente, el autor que ya no necesita de una gran casa editorial para dar a conocer su obra. En Latinoamérica han surgido cientos de autores jóvenes con una gran calidad e interesados en temas tan viejos como el amor, o tan nuevos como el cambio climático o las diversidades sexuales y de género.

Entre las tendencias tecnológicas que ganan terreno cada día están los formatos digitales y de audiolibros, los podcast y la inteligencia artificial, apuntando a sustituir al editor por el big data.

La Feria también nos sirvió para concretar con el escritor y pedagogo cubano-uruguayo René Fuentes un proyecto en el que venimos trabajando desde marzo último, en homenaje al 145 aniversario del nacimiento del gran escritor uruguayo Horacio Quiroga. Se trata de tres libros que publicaremos en la segunda mitad del año, los cuales recogen los cuentos y relatos más selectos de Quiroga. René será nuestro delegado consejero ante las autoridades culturales de Uruguay para la presentación de estas obras en diferentes escenarios de ese país.  Es un proyecto ambicioso, pero hemos contado con la ayuda de la entidad HoracioQuiroga.org, que ha puesto a nuestra disposición todo el fondo gráfico y escrito que atesora sobre Quiroga, y el beneplácito del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay.  

-Muchas gracias.

 

 

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