viernes, 18 de enero de 2019

La visita a Tampa de Juan Gualberto Gómez



    Cuando supe que el nombre de Juan Gualberto Gómez había sido uno de los elegidos por el urbanista Ariel Quintela para bautizar a uno de los ocho edificios que él, junto a otros inversionistas, están remozando en Ybor City, me pregunté por los vínculos que el conocido patriota cubano pudo tener con esta ciudad, más allá de sus méritos como político, intelectual y cercano colaborador de José Martí, para esa preferencia.  Sobre los nombres seleccionados para otros edificios –José Martí, Fernando Figueredo, Pedroso, Socarrás–, es bien conocida su presencia en  Tampa. Al conocer los nombramientos,  me  pregunté por qué no se pensó en Carbonell, por el peso que tuvieron padre e hijo (Néstor Leonello y Eligio), no sólo en la primera visita de Martí a Tampa, sino en toda la obra realizada desde Ybor City por el desarrollo de este pueblo y por la independencia de Cuba. Pero seguramente nuevos lugares recibirán este nombre, como sería justo también que el de Carolina Rodríguez “La Patriota”, Ramón Rivero  y el de otros guías luminosos de su tiempo, sean grabados en un sitio que perpetúe su ejemplo.
Juan Gualberto Gómez
Ahora, quiero exponer algunos elementos que justifican plenamente el haber pensado en Juan Gualberto Gómez para que, con su nombre en uno de los edificios que darán vigor a la urbanización renovada de Ybor City, se rinda homenaje permanente a su memoria. Sabemos que en él José Martí depositó toda su confianza y lo designó  máximo representante del Partido Revolucionario Cubano (PRC) dentro de la Isla, y le dirigió la Orden de Alzamiento cuando se consideró llegado el momento del levantamiento simultáneo en varios lugares de Cuba, el 24 de febrero de 1895.
El que Juan Gualberto recibiera en el fondo de las capas de un tabaco la orden de iniciar la guerra con el olor a Tampa en su envoltura, es ya, por sí misma, una razón para que el nombre de aquel matancero, que nació del vientre de una esclava, luzca en el portón de uno de los hermosos edificios que ahora están renaciendo en la histórica ciudad floridana.
Pero es bueno saber que Juan Gualberto también anduvo por las calles de Tampa, durante una visita que realizó en 1898. Ese año llegó a Nueva York, acabado de salir de la cárcel de Ceuta, en España, donde estuvo desde que lo aprisionaron al alzarse en armas el 24 de febrero de 1895.
Desde su llegada a Estados Unidos se mantuvo alrededor de Tomás Estrada Palma, quien fungía como Delegado del PRC desde la muerte de Martí, siendo, a la vez, el máximo representante de la República en Armas en el exterior. En el mes de julio de 1898, cuando se produce la derrota de España en la batalla naval de Santiago de Cuba y es inminente el fin de la guerra,  Estrada Palma envía a Juan Gualberto a Tampa, con el interés de conocer detalles sobre la comunidad cubana en esta ciudad, cuando muy pronto se va a producir el regreso de una parte de sus integrantes  a la Isla y cuyo ordenamiento es preocupación de la máxima dirección revolucionaria en la emigración. El periódico Patria, en su edición del 9 de julio de ese año, da a conocer que Juan Gualberto está en Tampa “desde hace ya varios días”.
En el número siguiente –29  de julio– Patria informa: “Juan Gualberto Gómez está  a punto de terminar satisfactoriamente los trabajos que le encomendara la Delegación cerca de los cubanos residentes en Tampa”.
Cuando se produjo la visita de Juan Gualberto Gómez a Tampa, aunque sólo tenía 44 años, ya acumulaba un largo historial de lucha por la independencia de Cuba. Nació libre en Sabanilla del Encomendador, en la provincia de  Matanzas, porque su madre logró ahorrar dinero para, al salir embarazada, impedir que su hijo naciera esclavo.
Además de libre, Juan Gualberto nació con una inteligencia prodigiosa, lo que le  abrió el camino a estudios en La Habana. El talento le hizo ganar el apoyo de maestros y personas con recursos económicos, y en 1868, ya iniciada la guerra de los Diez Años, pudo ir a Francia, donde ingresó en una escuela preparatoria de ingenieros. En París se produjo su primer vínculo con los líderes independistas cubanos, sirviendo de traductor a Francisco Vicente Aguilera en su labor de recaudación de fondos para la guerra.
En 1875, Juan Gualberto abandona Francia y se radica en México. En 1878, regresa a La Habana, casi en el mismo tiempo en que lo hace José Martí desde Guatemala. Se conocen ese mismo año y comienzan una amistad que duró hasta siempre. Juntos comienzan a conspirar por el reinicio de las hostilidades. Cuando el 17 de septiembre de 1879 detienen a Martí, lo hacen en la casa de su amigo Juan Gualberto, quien ya está publicando el periódico La Fraternidad. Después lo  encarcelan y deportan también a él.
Tenía mucha historia a favor de la libertad el afrocubano ejemplar cuando Martí funda el Partido Revolucionario Cubano. Había vivido un largo tiempo en Europa, regresando por segunda vez a Cuba en 1890, preparado para la alta responsabilidad que le asignó su amigo. Ambos coincidían en la necesidad de una contienda bélica rápida y eficaz que abriera el camino  a una república moderna y justa.
Martí no pudo llegar a su fundación, pero su amigo fue uno de los más fieles defensores de su  ideario en el intento de ordenarla. Su labor como miembro de la Asamblea Constituyente de 1900, su papel en la Cámara de Representantes (1914-1917) y en el Senado (1917-1925), pero especialmente en sus notables  escritos,  son prueba de ello, aun cuando no pudiera contener los rumbos que se apartaban de la verdadera república martiana. Pero fue su defensor, hasta los 78 años con que murió, el 5 de marzo de 1933.
Aquel fiel defensor de la igualdad racial, de la libertad de pensamiento y la fraternidad humana, un día caminó por las calles de Ybor City y West Tampa. Debió ser honda su emoción al mirar la fábrica de tabacos de O’Halloran, donde el buen Fernando Figueredo debió contarle los detalles secretos del día en que cubrieron en las  capas profundas de un tabaco  el edicto enviado a él, para que avisara la hora del alzamiento. Su nombre, que lo lleva hoy el pueblo donde nació,  también lo veremos al frente de un hermoso edificio de Ybor City.

No hay comentarios:

Publicar un comentario