viernes, 15 de octubre de 2021

Entrevista a la abogada Yahima Hernández

 El jueves de la semana pasada, las abogadas Yahima Hernández y Christine Smith invitaron a un grupo de colegas y amigos para celebrar, junto a sus familiares, el décimo aniversario de la fundación de Law Offices of Hernández & Smith, P.A., institución que en este decenio ha servido con profesionalidad y amor a cientos de personas que han requerido de sus servicios legales y, gracias a su eficiencia, han visto cumplirse sus sueños.

Pocas veces se logra una verdadera armonía como la que han cimentado estas dos mujeres sensibles e inteligentes, una cubana y la otra estadounidense, al entender que la primera responsabilidad de quien sirve a las leyes es hacer valer la justicia y proteger a quien requiere de ellas. Asimismo, en ambas, el servicio a la comunidad les ha hecho merecer ese respeto y cariño que se hizo tan evidente en la emotiva celebración.

Aprovechando esta ocasión, hice la siguiente entrevista a Yahima Hernández, quien también es miembro de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración:

Christine Smith y Yahima Herández

En la celebración del 10.° aniversario de Law Offices of Hernández & Smith, P.A., entre familia y amigos, fue perceptible la felicidad en tu rostro, en el de  Christine y en el de todos los participantes. Sé que hay muchas razones para esa satisfacción, pero me gustaría que te refirieras a las que consideras principales.

Primero, sospechaba que si reuníamos a todos nuestros colegas, familiares y amigos, la química sería perfecta. Después de 10 años de fomentar relaciones y cuidar de ellas sentimos que había llegado el momento de cristalizar lo que se venía produciendo. Es la primera vez que reunimos a todos nuestros respectivos amigos, familiares y colegas. Todos de caminos y experiencias muy diferentes, pero con el apoyo a nosotras en común.

Como sabes, Christine es estadounidense y yo cubana-estadounidense, encima de eso practicamos áreas de leyes diferentes, contribuimos atributos diferentes a nuestros clientes, y aun así se logra una homogeneidad en nuestras prácticas. La satisfacción de lograr eso es indescriptible. Ha surgido de confianza mutua, transparencia, y en saber poner los intereses de una en el nivel de la otra. Las personas a nuestro alrededor creo sienten esa influencia, nos ven como ejemplo y se motivan a respaldar nuestras ideas. ¿Será que se transmite la confianza quizás? En nuestra sociedad, y en nuestras diferentes redes, prevalece la calidad humana y eso supera las idiosincrasias y los prejuicios. Las dos nos movemos en círculos de personas a las que les importa hacer el bien, trabajar con integridad y eligen servir a la sociedad en general.

Conjuntamente, esos amigos, colegas, familiares y el bufete logramos satisfacer muchas expectativas por parte de nuestros clientes. ¿Como no sentir gran satisfacción al ver una visión de un poco más de 10 años hecha realidad? Anoche estuvieron varios abogados jóvenes que en algún momento hicieron internado en el bufete. Verlos de vuelta, practicando leyes y siendo líderes ellos mismos, siguiendo de cierta forma nuestra evolución me da esperanza de alcanzar logros todavía más grandes. Sé que ellos lo harán no solamente igual, sino mejor aún.  

Los rostros, la alegría, los abrazos, las conexiones y la oportunidad de tejer aún más nuestra red demostraron anoche que la celebración de este aniversario fue el mejor regalo a nosotras mismas y a los que nos han reconocido como merecedoras de su confianza. Me siento fortalecida, más que satisfecha.  

Es hermoso pensar en los cientos de personas que en este tiempo se han beneficiado con la atención de ustedes. ¿Podrías recordarme algunos de los casos más difíciles que han llegado a un feliz final?

Por el carácter confidencial de nuestro sistema judicial, no puedo compartir historias e identificar mis clientes y sus casos. Pero hay uno que viene a la mente y que ha autorizado con anterioridad divulgarlo. Fue uno de mis primeros casos en la corte de inmigración. André era estudiante de USF, indocumentado hace casi 10 años y terminó en deportación por un error.  Este muchacho, a pesar de no tener estatus migratorio, trabajaba muy fuerte porque aspiraba a ser médico en Estados Unidos. En ese entonces, ya era voluntario en el Tampa General Moffitt Cancer Center, Brandon Regional y muchos otros hospitales y participaba en investigaciones de búsqueda de tratamiento para cáncer. Yo tomé el tiempo para demostrar el valor de este individuo para nuestra sociedad; médicos y profesores se unieron y yo presenté un conmovedor caso al juez, quien quedó tan impresionado que eliminó la deportación sin ir a juicio. El gobierno no apeló, ellos habían recibido una copia del manuscrito al juez. Ese joven ya es ciudadano y ejerce como médico internista en nuestra comunidad.

 Con motivo de esta celebración, Christine y yo pedimos a algunos de nuestros clientes del pasado compartir algunas palabras. Te adjunto algunos de sus mensajes, varios dirigidos a una de las juezas que decide casos de menores y otros a nuestro bufete. Son reflejo de los casos difíciles que llegaron a final feliz. La práctica de Christine es primordialmente ley de familia, la mía inmigración. El 80% de nuestros casos son complicados, porque en familia e inmigración las emociones por derechos en juego son muy dominantes, aun cuando la ley parece estar a favor. Los nombres que comparto son casi todos ficticios para continuar protegiendo la confidencialidad.  Asimismo, no menciono el nombre de jueces por ética profesional.

–Mi nombre es Rosita. Obtuve mi residencia legal este año. Obtener mi tarjeta de residencia fue de gran ayuda. Me permitió escapar de un hogar que no era seguro para mí. Mi padre era muy violento y alcohólico. Puso mi vida en peligro y me dirigí a Florida en busca de refugio en la casa de un familiar. Fue un desafío aprender el idioma inglés y las nuevas formas de vivir en Estados Unidos, pero lo entendí. Ahora trabajo como asistenta médica. Quiero agradecerles por darme la oportunidad de influir en mis éxitos.

                                    Atentamente, Rosita.

–Mis abogados me ayudaron a lograr la verdadera felicidad al ayudar a reunir a mi familia después de tantos años. Tus propios logros vinieron a bendecirme, un gran trabajo al estar ahí para familias como la mía. No sólo pude volver a ver a mis padres, sino que también pude llevar a mis hijos a mi seguridad y son la fuerza que me mueve a luchar y demostrar quién soy. Quiero que sepan que les envío el mayor agradecimiento con la mano en el corazón. Las fotos muestran a parte de la familia, juntos, gracias a ti.

                                      Atentamente, La familia Escobedo.

–Quiero comenzar agradeciendo a usted y al juez de mi caso por permitirme, a mí y a otros niños, vivir el Sueño Americano. Desde que me concedieron el estatus, tuve la oportunidad de terminar y graduarme de la escuela secundaria en 2018, y me gradué de la escuela de enfermería este verano. He podido conducir, viajar y trabajar libremente sin tener miedo. Gracias por todo lo que hacen por niños como yo.

                                      Calurosamente, María.

–Gracias a Dios y a Usted. Que Dios te bendiga a ti y a tu trabajo, por escuchar y ser tan buena. Personalmente, ha significado mucho para mí poder comenzar mi vida y una familia. Cosas que no tendría en mi país de origen. Todo está bien ahora, gracias por la ayuda que recibí. ¡Gracias!

Tengo una nueva familia y una nueva vida, Ofelia.

–Es un sueño hecho realidad estar en los Estados Unidos. Estoy agradecido de estar con personas maravillosas como mis padres adoptivos, ahora son mis padres y estoy feliz de ser su hijo. Todo esto no hubiera sido posible sin el juez de mi caso que lo aprobó. No me olvido de Christine, que ayuda a que todo esto sea posible.

Mi vida ha cambiado mucho desde que llegué aquí y es diferente a la que tenía antes. Hago ejercicios todos los días con mi papá. Hoy en día me siento emocionado porque puedo ir a la universidad y estudiar lo que me gusta. Me concedieron la residencia permanente hace dos semanas, lo cual no puedo creer. Mañana iré a limpiar la playa, sigo siendo un ciudadano activo.

Una vez más, las palabras no pueden describir lo agradecido que estoy de estar aquí. Mis padres están felices, y yo también. Están agradecidos por cómo ustedes lograron que esto funcione de manera ideal. No dudo que lograrán mucho más.

                                                  Atentamente, Jorge.

Cuando la niña que llegó de Remedios entró a una universidad de Estados Unidos, ¿con qué soñaba?

Interesante que menciones a Remedios. Yo soñaba con mi ciudad, con todo lo que dejaba atrás (mis amigos, familia, mi adorado Padrino). Como tenía que luchar para hacer contar el costo de mi decisión, dejándolo todo atrás, quería demostrarme que mi decisión había sido la correcta y que tenía en frente una oportunidad grande que muchos no llegaban a ver, muchos allá y muchos acá incluidos. Yo soñaba con asegurarme de que los años en prisión de mi abuela se multiplicaran en bendición y que su memoria pudiera quedar reivindicada, si es que en vida no alcanzó a lograrlo.

Sin embargo, al venir en 1995, mi sueño era solamente llegar lo más lejos posible, pero al inicio no pensé que eso incluiría lograr ser abogada, porque en Estados Unidos es una carrera todavía elitista, cara, llena de obstáculos y para quien no pertenecía a ese mundo, sin el apoyo de juristas, resulta muy difícil crecer en este campo.

Comprendí que era posible soñar con ser abogada al cabo de un año de haber llegado aquí, en 1996, cuando pasé mi primer examen de psicología (en inglés, por supuesto). Entonces supe que podía trazarme metas más altas y aquí estoy. Al primer profesor que le comenté que quería ser abogada se echó a reír a carcajadas, todavía lo puedo ver y escuchar. Yo, con optimismo, tomé las carcajadas a bien. Son un aval de confianza, pensé. Lo traduje como que seguramente él había pensado: “Hay que reírse, pero esta atrevida va lejos”.  

¿Cuánto ha significado la familia en tus logros profesionales?

Yahima, feliz con sus padres, hijo, hermana y otros familiares

Mi familia ha significado todo, no hay juristas en ella, pero ha estado siempre muy convencida del valor de su apoyo para mis éxitos. Mi familia ha sido muy desinteresada, eligieron apostar por mí cuando cada uno podía haberse empeñado en su propia superación. Por ese lado me siento muy bendecida, y por eso seguiré tratando de hacer bien. Ellos son parte de la inversión y del retorno. Los más jóvenes, mi hijo y mis sobrinos, parecen absorber muy bien la lección: una familia unida siempre llegará más lejos. Unidos hemos conseguido triunfos, llevando con nosotros el recuerdo de los abuelos, quienes fueron el primer ejemplo. 

¿Por qué te inclinaste al difícil campo de la inmigración en tu desempeño como abogada?

Cuba como país ha sido asfixiante para la libertad de expresión y Estados Unidos reconoció ese hecho cuando en 1966 promulgó la Ley de Ajuste Cubano. Por ser cubana, recibí mucha protección al llegar a este país. Un momento inolvidable para mí fue ver a mi abuela naturalizarse en las oficinas de Inmigración, en Kentucky. Me di cuenta de que a pesar de nuestro sufrido pasado, no todos los inmigrantes tienen la misma suerte y protección como la que ofrece esa ley para los cubanos. Yo me identifiqué con los indocumentados al llegar. En los trabajos de limpieza, restaurantes y otros que realicé al principio conocí indocumentados sin muchas esperanzas de legalizarse y vi cómo su talento se desperdiciaba por no tener un camino para ajustar sus estatus a residentes legales. Recuerdo un médico de Cambodia que limpiaba un restaurante conmigo y sufría al pensar que nunca lograría revalidar su título. Yo quería darles la misma oportunidad que yo tuve, y a eso me dediqué.

Además de tu permanente trabajo como abogada, has estado atenta a los latidos de toda la comunidad y especialmente a la de procedencia hispana. ¿Qué te inspira a privarte de tiempo libre para servir a los demás?

 De la forma en la que mi vida ha transcurrido, mi carrera ha sido en los últimos 15 años uno de mis enfoques principales, aparte de criar a mi hijo y estar disponible para mi familia. Mi tiempo ha estado bien empleado usando mis credenciales, mi profesión, para expandir lazos que beneficien a los hispanos. Yo tengo la bendición de vivir sin miedo. Muchos hispanos temen enfrentar a las autoridades, a veces por no dominar el idioma y hasta se cohíben de exigir sus derechos. Al mantenerme activa en organizaciones cívicas y al rodearme de personas influyentes en el campo legal, para decirlo de alguna manera, estoy sirviendo a los hispanos, creando un puente para ellos. Esa obra me parece la mejor forma de emplear mi tiempo. Por suerte, mis amigos creen en mi misión, son incondicionales conmigo y aunque no siempre esté disponible para ellos siempre me reciben con alegría. 

¿Cómo ves a la Tampa de hoy y sueñas la de mañana?

Pienso vivir en Tampa por el resto de mi vida. Me gusta viajar de vez en cuando y eso es suficiente cambio de ambiente. Mi hijo estudia en USF, yo cada vez tengo más raíces acá. La Tampa de hoy promete mucho, no sólo somos campeones en el deporte, los hispanos no nos estamos quedando atrás.

En los pocos años que llevo aquí veo muchos hispanos lanzar nuevos negocios y tener éxito a mi alrededor. Además, los nativos nos reciben muy bien y nos asimilamos unos a otros de manera muy positiva. Como expliqué antes acerca de la relación simbiótica con mi socia, eso se extiende a Tampa desde mi perspectiva. Yo estoy casi segura, no es ni siquiera un sueño, de que Tampa va a continuar siendo una ciudad de bien. Tenemos lideres muy involucrados en hacerla avanzar, incluyendo a muchos hispanos. Vivo a través de mi hijo y mi sobrino la realidad del futuro que se avecina, muchas metas y muchas personas comprometidas a crecer y devolver a este país con creces lo que nos ha proporcionado.  

Publicado en La Gaceta, Tampa, e 15 de octubre, 2021.

 

 

 

2 comentarios:

  1. Excelente historia y llena de pasión. Gracias Yahima por tener ese noble corazón. Mi admiración profunda. Te deseo muchos éxitos.

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  2. Excelente historia y llena de pasión. Gracias Yahima por tener ese noble corazón. Mi admiración profunda. Te deseo muchos éxitos.

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